Crítica de cine de “El insulto”: A veces es más fácil pedir perdón

 

Por Miguel Borzutzky W.

Una mera disculpa bastaba dicen por ahí. Sin embargo, en la película libanesa El insulto que actualmente está siendo transmitida por Netflix, y que fuera candidata al Oscar como Mejor Película Extranjera en 2017, perdiendo ante la chilena Una mujer fantástica”, tiene un trasfondo de choque de culturas religiosas y étnicas.

Es un drama que comienza con la solicitud de un refugiado palestino llamado Yasser Salameh (Kamel El Basha) que le solicita a Tony Hanna (Adel Karam), quien es miembro del partido árabe cristiano, ingresar a su departamento para arreglar una tubería que salpicaba agua encima de Yasser y sus trabajadores. Tony le niega la entrada dándole un portazo, entonces Yasser, intenta reparar la tubería del desagüe del balcón de Tony, generando una polémica porque airadamente Tony reacciona con un martillo y destruye la tubería, lo que desencadena una serie de acontecimientos de violencia que los llevaran a ambos a carearse ante la justicia y a convertirse en un caso nacional que reabrirá heridas que nunca cicatrizaron bien y ocasionaron una guerra frontal entre cristianos y refugiados palestinos.

El gran artífice de este filme es el director el libanés Ziad Doueiri que, a mi juicio, consigue con esta obra un clásico, una epopeya, por distintos motivos y nadie se la puede perder porque son hechos que no se pueden dejar pasar por el derecho a la legítima defensa, un juicio justo, la dignidad humana. ¿Es válido reaccionar con violencia cuando ofenden a tu pueblo?

Doueiri no era un novato cuando dirigió el filme. Porque pasó muchos años junto a uno de los mejores y más cotizados directores de Hollywood: Quentin Tarantino, en donde se desempeñó como asistente de cámara en películas como Jackie Brown, From Dusk Till Dawn, Pulp Fiction y Reservoir Dogs. El director que huyó de la guerra civil libanesa hacia Estados Unidos ha trabajado entre Los Ángeles y Beirut desde el 2011.

El enfoque que le da Doueiri a la película, pese a que es un director libanés de ascendencia cristiano-libanesa, es bastante objetivo y justo. La película es dinámica y, a veces, un poco recargada de propaganda política hacia ambos bandos (palestino y árabe cristiano). Sin embargo, logra su objetivo de transmitir un potente mensaje en donde las diferencias religiosas y étnicas están por encima del tribunal y del juicio en sí. Es una lección de vida. Una lección de moral, de respeto por los derechos humanos de aquellos que son minorías o piensan distinto.

La edición y el montaje son notables a cargo de Dominique Marcombe, quien lleva años trabajado junto al director Ziad Doueiri, en películas como West Beirut. Los cortes están muy bien logrados, así como el manejo de los tiempos que van muy bien sincronizados con el desarrollo de los personajes que incluyen hasta la misma capital de El Líbano, Beirut, desde los aires, como si fuera un actor más, cuando filman desde un helicóptero.

El elenco es variado y laureado. El segundo protagonista, Kamel El Basha, quien interpreta al palestino Yasser ganó en el Festival de Cine de Venecia, la Copa Volpi como Mejor Actor Secundario en 2017 y los demás, fuera del ya nombrado protagonista Adel Karam, quien actúa como Toni Hanna, se encuentra también Rita Hayek. Esta última, interpreta a la esposa de Toni Hanna, Shirine Hanna, quien es una conocida actriz libanesa por participar en múltiples telenovelas en el país árabe y por haber sido la presentadora por un periodo de tres temporadas del show Rotana Café.

El guion, fruto del mismo director, es también quizás una de las piezas más importantes de este filme porque se vincula directamente con el título de la película. Las palabras que digan u omitan sus personajes tienen un peso desde el principio hasta el final. Está penado por la ley decir ciertas cosas para ser más específicos: insultos u ofensas a minorías o a cualquier persona en general. Toni Hanna se da cuenta desde el principio que sus dichos no pasarán desapercibidos frente a aquellos que defienden la causa palestina y él, por defender la causa cristiano-libanesa, pese a recibir un golpe que le cuesta dos costillas por “el insulto” que le propina a Yasser, Toni exige una disculpa. Y a partir de ese instante es que la trama se complica y el guion da vuelcos inesperados y magistrales que lo dejan a uno con la boca abierta. Y uno se percata que la mano de Ziad Doueiri está presente y no en vano fue nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera, quizás debió haber ganado aquel premio porque esta película es sencillamente una obra de arte.

Título: El insulto (L´insulte)

Duración: 112 minutos

Año: 2017

País de origen: El Líbano

Idioma: árabe

Director: Ziad Doueiri

Elenco: Adel Karam, Kamel El Basha, Rita Hayek, Camille Salameh, Diamand Bou Abboud, Talal Jurdi, Christine Choueiri, Julia Kassar, Rifaat Torbey y Carlos Chahine.

Género: drama

Disponible en Netflix

 

 

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