Por Esteban Andaur
El cortometraje documental del periodista noruego Anders Hammer Do Not Split (2020) sigue durante un año a jóvenes protestantes de Hong Kong, quienes desde 2019 se manifestaron en las calles en contra de un proyecto de ley del gobierno chino que permitiría la extradición de criminales sospechosos de Hong Kong para ser procesados. Los hongkoneses interpretaron este proyecto como un intento de subyugación y de restricción a la libertad. Las primeras protestas fueron pacíficas, pero la violencia no tardó en permear el ambiente y las intenciones de la ciudadanía, y la brutalidad policial escaló a tal punto que el conflicto se descontroló.
Al ver Do Not Split (título que asume la perspectiva de los manifestantes al implicar que por ningún motivo se separen, en repuesta a las constantes amenazas de disipación de las multitudes por parte de las fuerzas policiales), se encuentran muchos parangones con el estallido social ocurrido en Chile en octubre de 2019: en medio de una pandemia, luego de un plebiscito y una nueva Constitución prontamente a ser redactada por el pueblo chileno, nuestra sociedad se mantiene intranquila. Todo es incierto, sin embargo, la desazón colectiva se debe más a un profundo malestar que se viene acarreando por años de injusticias y desamparo moral por parte del Estado y el sistema económico imperante. Los hongkoneses sienten un desamparo afín; hay un peligro en el horizonte que no pueden impedir, y la división social es drástica y transparente tanto allá como acá. La violencia brutal, con balines de goma y disparos “de verdad”, persecuciones y golpizas, se siente muy cercana a uno como espectador.
El montaje es rápido y la banda de sonido es implacable, compulsiva, en sus ruidos agudos y caóticos: las calles, una estampida, otra estampida, gritos, insultos, arengas, gas lacrimógeno, un helicóptero, peatones heridos, vandalismo. Algunos activistas comparten sus opiniones y contextualizan las manifestaciones y la represión directamente a la cámara.
Esta parte del documental transmite la sensación real de haber estado ahí. Y resulta imposible no pensar en Hammer, quien grabó el corto casi por cuenta propia. En el enorme riesgo que corrió al capturar estas imágenes, cuando pudieron arrestarlo por ir registrando todo con su cámara, y en cómo se sobreponía al efecto del gas lacrimógeno para seguir grabando día tras día. Es una hazaña de convicción política y destreza cinematográfica.
Después de alrededor de quince minutos de lo mismo, el visionado se pone un poco repetitivo y cansador, y el punto de vista se difumina. Do Not Split se recupera gracias a revelaciones posteriores sobre las medidas indignantes que se toman en respuesta a la crisis social, y a la sugerencia de que las cosas empeorarán aun cuando el mundo esté sumido en una pandemia por Coronavirus. Pero es la veracidad de los testimonios en primera persona, sin la intervención visible ni sonora de un entrevistador, lo que nos mueve a adoptar una posición crítica y conmiserativa de lo que estamos viendo, y nos mantiene alerta sobre lo que podría pasar. Do Not Split se parece a un cóctel molotov que estalla durante media hora. Naturalmente, la ceremonia de los Premios Oscar 2021 no fue emitida en China.
1 nominación: Mejor Cortometraje Documental.
FICHA TÉCNICA
Título: Do Not Split
Dirección: Anders Hammer
Producción: Anders Hammer y Charlotte Cook
Fotografía: Anders Hammer
Montaje: Anders Hammer, Mark Lukenbill y Bill Ross IV
Filmación adicional: Cathy Chu
Registro de dron: Raymond Lau
Casa productora: Field of Vision (II), First Look Media
Duración: 35 minutos
País de origen: EE.UU./Noruega
Idioma: Mandarín, Cantonés, Inglés (Subtítulos en Inglés)
Fecha de estreno: 24 de enero de 2020 (Sundance Film Festival)
Disponible en www.FieldofVision.org