Por Sebastián Fuenzalida
Drácula: mar de sangre (The Last Voyage of the Demeter), nos trae una nueva versión del famoso vampiro creado por Bram Stoker en 1897. Esta vez se trata de la adaptación de uno de los capítulos del clásico Drácula sobre el último viaje del barco Deméter y su tripulación.
La película está a cargo del director noruego André Øvredal, quien ha realizado otras cintas de terror como Scary Stories to Tell In The Dark, Trollhunter o The Autopsy of Jane Doe. Con una carrera de aciertos y otros no tanto, Øvredal fue el encargado de tomar el timón de este proyecto que llevaba estancado algunos años. Como resultado, Drácula: mar de sangre es una película interesante porque desarrolla un punto de vista sobre un pasaje específico del libro original, donde además presenta una nueva versión de Drácula, mucho más primitiva en comparación con otras de las tantas adaptaciones que tiene el personaje donde se le representa como el Conde seductor de vestimenta elegante.
En esta película vemos el viaje del Deméter, una embarcación que busca algunos tripulantes para apoyar en el transporte de una carga no identificada desde Rumania hacia Londres. Es así como el Dr. Clemens (Corey Hawkins), quien quería viajar a Inglaterra, se une a la tripulación del capitán Eliot (Liam Cunningham) y del oficial Wojchek (David Dastmalchian). A los pocos días comienzan a suceder hechos misteriosos dentro del barco, como la muerte del perro de la tripulación y del ganado, lo que pone en alerta a los miembros del Deméter. Otro hecho inexplicable para los tripulantes fue la aparición de Anna (Aisling Franciosi), una polizona que se encontraba dentro de una de las cajas de carga, la cual había sido puesta a bordo por el mismo Drácula para alimentarse de su sangre y poder subsistir.
Poco a poco, durante oscuras noches de navegación, los miembros de la tripulación van desapareciendo a manos de un mal inexplicable para ellos, dañadas con las mismas características, el clásico mordisco en el cuello. En este sentido, el propio director mencionó que la película tiene mucha influencia de Alien de Ridley Scott, lo cual es cierto, el hilo conductor es el mismo, la diferencia es que acá nos ponemos a bordo de un barco mercante.
Algo interesante es que el Drácula de esta cinta es totalmente primitivo y actúa bajo su más puro instinto de supervivencia. Es un villano que no discrimina, es despiadado, y si es necesario se comerá al pequeño Toby (Woody Norman) para alcanzar su objetivo, logrando con esto una escena fuerte y quizá el punto más alto de la película.
En lo que falla Drácula: mar de sangre es en las manera que los personajes resuelven las situaciones frente al ser maligno que enfrentan, en ocasiones no se toman soluciones tan racionales que favorecerían la captura del vampiro, como, por ejemplo, atacarlo durante el día. Por otra parte, falla en lo que caen la mayoría de las películas de terror que cuentan con un villano que acecha a los personajes, es decir, se vuelve demasiado predecible. Este aspecto es negativo en el guion puesto que, al saber desde el comienzo de la cinta que el barco llega a encallar sin tripulantes vivos, lo fuerte tiene que estar en los acontecimientos y giros que se den a bordo del barco, pero estos quedan al debe.
En cuanto a aspectos técnicos la película funciona bien. Hay que tener en cuenta que la acción ocurre siempre en el Deméter. Al interior de éste se logran buenos planos, bien conformados y que permiten un aura oscura y claustrofóbica en un lugar del que no puedes escapar. El acompañamiento sonoro es otro apartado bien logrado en el largometraje, siendo capaz de envolverte en una atmósfera de encierro e inminente peligro.
En resumen, Drácula: mar de sangre es una película atractiva de ver visual y sonoramente, con momentos crudos y sanguinarios de aceptable logro que pueden encantar a un tipo de público consumidor de cintas violentas y de suspenso, pero si lo que buscas es terror no lo encontrarás debido al carácter predecible del guion. Por otro lado, está lejos de convertirse en un clásico contemporáneo como película de terror, pero sí tiene la particularidad de mostrar en la pantalla grande una de las versiones más salvajes y brutales que se hayan visto del icónico vampiro de Transilvania, Drácula.
Ficha técnica
Título: The Last Voyage of the Demeter (Drácula: mar de sangre)
Duración: 118 minutos
Año: 2023
País: Estados Unidos
Director: André Øvredal
Reparto: Corey Hawkins, Aisling Franciosi, Liam Cunningham, David Dastmalchian, Javier Botet
Distribuidora: Andes Films Chile
Fecha de estreno: 24 de agosto