Crítica de Cine El Día Después: «Nada contra los spoilers»

Crítica de Cine

El Día Después: «Nada contra los spoilers»

Por Andrés Gutiérrez

Nada de lo que uno pueda leer o escuchar sobre una buena película puede empañar la experiencia de verla. Hay personas que no quieren saber nada de la película que van a ver y se horrorizan frente al menor comentario que hacen los que ya la vieron. Los spoilers corren, en mi opinión, para aquellas realizaciones en que el protagonista termina por salvar al mundo o desactivar la bomba, y aún en tales casos es discutible por que después de más de 100 años de Hollywood, ya sabemos que va a pasar.

El Día Después de Hong Sang-Soo no tiene nada que ver con esto. Su trailer, donde un sujeto camina por algunos lugares de la ciudad es bastante fome, y después de verla me pregunto si acaso éste no tiene la finalidad contraria que la de las producciones comerciales. Si así fuera, el éxito del desaliento sería rotundo. Un jueves por la noche mientras los parroquianos atiborraban las barras de bares y cafés cercanos, habían unas 8 de 300 butacas ocupadas.

En su primer día de trabajo como asistente de un editor, una mujer es atacada por la esposa de su jefe que la confunde con su amante. De esto se trata la película. El desarrollo del filme consiste en distintos diálogos que sostiene el editor con su esposa, su amante, y principalmente episodios de ese primer día de trabajo entre el editor y su nueva asistente. La narración es no lineal y fragmentada de manera que desde que uno se percata de ello comienza a armar y rearmar una y otra vez las escenas, incluso una vez terminado el filme.

La empequeñecida imagen del macho infiel que van dando forma a un burdo protagonista contrasta con el prístino blanco y negro, así como la sutileza y matices con que fluye el argumento. El Director hace un uso prodigioso de planos secuencia, el zoom y la elipsis uniendo, sin cortes, escenas en distinto tiempo y mismo espacio; maneja intencionadamente la exposición para diferenciar las caminatas del protagonista por calles solitarias de los momentos en que se encontraba acompañado o en interiores. Quizás lo más interesante del filme, es que se toma su tiempo y sin apuros discurre en asuntos de orden existencial: ¿Qué es lo real? ¿Qué es el amor? Nada sobre lo que se pueda llegar a conclusiones unívocas, así como la magistral historia que nos presenta Hong Sang-Soo.

 

Centro Arte Alameda, ubicado en Av. Bernardo O´Higgins 139, Santiago Centro

 

 

 

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