Por Constanza González Diez
Otra icónica franquicia llega a su final, y esta vez se trata de El Justiciero (o The Equalizer en su idioma original). En 2014 estrenó la primera película bajo la dirección de Antoine Fuqua, y ahora, casi una década más tarde, el director vuelve a sorprendernos con una tercera entrega de acción más sofisticada, pero no por eso menos entretenida.
En esta oportunidad, vemos al ex asesino del gobierno estadounidense Robert McCall viviendo en un pueblo costero en Italia, en donde por fin parece haber encontrado la paz y tranquilidad que anhela. Pero su nueva vida se verá rápidamente amenazada por la mafia local, la cual controla a los habitantes del pueblo y nuevos amigos de McCall. Esto lo llevará a hacer lo que mejor sabe hacer: justicia en nombre de los oprimidos e inocentes.
Un error común de las películas de este género es el no construir la tensión; el priorizar la acción por sobre el dramatismo, y la narración de la historia. Pero en El justiciero 3, esto no ocurre. La película se toma mucho su tiempo, comienza presentándonos la situación de McCall, su conflicto interno con las cosas que ha hecho y su búsqueda por algo mejor para sí mismo. Lo vemos encariñarse con el pueblo en el que habita y como audiencia también nos sentimos atraídos a la tranquilidad de la que parece disfrutar. Todo esto nos permite realmente empatizar con el contexto del filme, de forma que cuando las cosas se empiezan a ir abajo y los villanos irrumpen, estamos totalmente del lado del protagonista y apoyamos sus decisiones, sin importar lo violentas que puedan llegar a ser.
Denzel Washington no falla, y esta película no es la excepción. El reconocido actor protagoniza la saga completa y en esta tercera versión su nivel de interpretación no ha perdido su calidad. Ayudado por una trama interesante, Washington logra que conectemos con la historia que se está contando y genera una emotividad digna de un final de franquicia.
Pero, mientras la línea argumental de McCall es interesante, hay otros personajes en el filme que le quitan protagonismo y que me pareció que no añadían nada. Dakota Fanning y David Denman interpretan a Emma y Frank, dos agentes de la CIA que intentan descubrir quién está detrás de un inmenso negocio de droga terrorista. Me pareció que este argumento estaba lleno de clichés en sus diálogos, y Fanning es el típico “Personaje de mujer en un cargo importante escrito por un hombre”. Y aunque ellos realizan una investigación por su lado, es en realidad McCall quien les termina dando todas las respuestas, y es quien encuentra a los culpables y los enfrenta, por lo que la participación de la policía termina siendo nada más que un agregado nostálgico relacionado al pasado del protagonista.
En cuanto al aspecto técnico, tengo que destacar la cinematografía. Si bien no es John Wick, la cinta tiene ciertos elementos que recuerdan a esa estética particular de tomas continuas y juegos de luces. Al mismo tiempo, la locación en la costa italiana y sus paisajes, recuerdan a la última película de 007: Sin tiempo para morir, lo cual sumado a la velocidad del filme la hacen sentirse más elegante y cuidadosa.
En pocas palabras, El justiciero 3 me pareció una película interesante y un muy buen final para la franquicia. Un filme que a ratos se hace lento, pero que le permite a la historia cocinarse, lo cual es una elección que se agradece en contraste al frenetismo de las cintas de acción a las que estamos acostumbrados en donde los motivos pierden su sentido.
En mi opinión los fans de la saga van a estar felices con esta tercera y última entrega. Y si no has visto las versiones anteriores, igualmente es una cinta de la cual puedes disfrutar sin problema.
Ficha Técnica
Título original: The Equalizer 3
Dirección: Antoine Fuqua
Reparto: Denzel Washington, Dakota Fanning, Remo Girone, Andrea Scarduzio, Andrea Dodero, Gaia Scodellaro
Duración: 109 minutos
País: Estados Unidos
Distribuidora: Andes Films
Estreno en cines: 12 de octubre 2023