Crítica de cine “El Mono”: El que muere último, ríe mejor

Por Julio César Olivares

Menos de un año después de alcanzar el éxito comercial y cierta notoriedad dentro del mundo del terror con Longlegs: coleccionista de almas, Osgood Perkins reaparece en cartelera, nuevamente asociado con la distribuidora de moda, Neon, con la producción de James Wan (Insidious, El conjuro) y adaptando un relato breve de Stephen King. Difícilmente podría generar mayor expectación.

Pero El mono, el quinto largometraje de Perkins, es un animal de otra especie. Uno sencillo, sangriento y desatadamente gracioso. Este gira en torno a dos gemelos que encuentran un antiguo mono de juguete de su padre y descubren que tiene la capacidad de generar truculentos “accidentes” que terminan en muertes y cuerpos incendiados, mutilados, despedazados.

Cada vez que el mono toca su tambor activa un mal irreprimible, retomando la idea del muñeco como síntesis de un mal superior que ya estaba en Longlegs. No es lo único que mantiene: también están las atmósferas aterradoras, los encuadres meticulosamente planificados y los secretos familiares que pueblan la obra de Perkins, desde su debut en 2015.

Hijo de los actores Anthony Perkins (el icónico Norman Bates de Psicosis) y Berry Berenson, el cuerpo de la obra del director de El Mono ha girado siempre en torno a las familias malditas y los traumas intergeneracionales, catalizando en pantalla aspectos de su intimidad y de las secuelas que dejaron en él temas como la homosexualidad secreta de su padre, su muerte a consecuencia del Sida o el fallecimiento de su madre en el atentado de las Torres Gemelas.

A su manera, El mono también va de eso: de padres ausentes, familias rotas, hermanos distanciados y cargas poderosas que pasan de generación en generación, hasta que alguien se vea obligado a intentar romper el ciclo de trauma, sangre y violencia. Nada que se toque con demasiada profundidad, realmente.

Porque lo que convierte a El Mono en una película singular, mucho más cercana a los primeros filmes de Peter Jackson o de Sam Raimi que a los de Perkins, es su apuesta desenfrenada por la comedia negra y por muertes tan súbitas como enrevesadas. Ese tipo de humor, de alguna forma, estaba insinuado en sus largometrajes anteriores, pero ahora es el verdadero protagonista de la cinta.

El mono es un filme sangriento, nihilista y muy divertido que pone el sentido del espectáculo por sobre la historia de una familia desmembrada por el horror. Los tambores del simio son una simple excusa para darle rienda suelta a los instintos más absurdos, ridículos y divertidos de Perkins. Es humor de clase B. Una película que no se toma en serio a sí misma y está constantemente jugando con el espectador y con sus personajes.

El casting está muy bien en lo que se le pide. Theo James se luce interpretando a ambos hermanos, muy diferentes uno del otro, quebrado cada uno a su propia manera por la maldición del mono; y Tatiana Maslany destaca en su breve papel como la dulce voz de la razón que es la madre de los chicos. Eso sin contar dos o tres cameos excelentes, incluyendo uno del propio director en un papel ínfimo, pero divertidísimo.

Pero sus actuaciones son solo nexos entre muertes originales, sorpresivas y/o estrafalarias. Lo mismo la (breve e insuficiente) intensidad dramática que en algún punto quiere aparecer. El punto de la película es que todos vamos a morir, que nada realmente importa lo suficiente y que, ya que estamos en esta, por qué no vamos a reírnos del asunto.

Un mensaje profundamente nihilista, que toma los tópicos usuales de Oz Perkins y los transforma en una fiesta puramente pensada para los amantes del gore y quienes busquen disfrutar de una película que antes que un drama de terror, es una salvajada animal que apuesta por el exceso y la provocación.

Una película que te hace pensar que no vale la pena mirar a ambos lados antes de cruzar la calle, porque siempre te puede caer un piano en la cabeza. O puede sonar el tambor de un simio homicida. Que a todos, más temprano que tarde, nos va a pasar algo. Y que, ¿qué hay con eso?

Ficha técnica

Título original: “The Monkey”.

Duración: 98 minutos.

Año: 2025.

Género: Comedia / Terror.

País de Origen: Estados Unidos y Canadá.

Director: Osgood Perkins.

Guion: Osgood Perkins, basado en un relato breve de Stephen King.

Reparto: Theo James, Tatiana Maslany, Christian Convery.

Distribución: BF Distribution.

Estreno en salas: 27 de febrero de 2025.

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