Crítica de Cine «Familia sumergida»: La familia como pecera

FIC VALDIVIA

Por Valeria Jauré

Familia Sumergida” fue presentada en el Festival de Valdivia versión 25, donde obtendría una mención especial del jurado. Al mismo tiempo era estrenada en Argentina, cultivando buenas críticas. Para una ópera prima no viene nada de mal, sin contar con el hecho de que venía de ganar el primer premio a la mejor película latinoamericana en el pasado Festival de San Sebastián.

Su directora María Alché, de 35 años, construyó esta historia a partir de un guión coral sobre cómo se siente un momento particular dentro de una familia de clase media argentina, que fue derivando en el protagonismo del papel de Marcela, interpretado bellamente por Mercedes Morán, a quien encontramos en pantalla tras haber sufrido la pérdida de una hermana.

Puede ser que esta dinámica familiar, respetuosa de cada personaje, nos recuerde a Lucrecia Martel con la intimidad y los ritmos de las interacciones y conversaciones que sólo hacen que el espectador vaya ingresando poco a poco en su mundo. Y es que la misma directora fue la pequeña protagonista en su film “La Niña Santa”, además de poder contar con ella como una de sus asesoras de guión.

La historia nos muestra el mundo de Marcela que se va volviendo extraño y frágil luego de la muerte de su hermana llamada Rina. Se siente perdida en su propia casa y las conexiones con sus tres hijos y su marido se han vuelto distantes bajo en el nuevo prisma del luto. Es en ese momento en que llega a su casa la figura de Nacho, un joven amigo de la hija, quien con su propia extrañeza y sin destino, le cancelaron un viaje de trabajo por el que había dejado todo, en donde encuentran compañía, terminan por compartir conversaciones y paseos.

La película si bien se sostiene por sí misma es innegable que el gran peso está sobre la calidad actoral de Mercedes Morán, quien está pasando un gran año. Ya la vimos increíble como una mujer metida en el mundo del hampa en que no se ha dado cuenta de su propia edad en «El Ángel», para luego ser graciosa e inteligente en «El amor menos pensado», actualmente en cartelera.

 

En «Familia Sumergida» Mercedes Morán nos muestra a una Marcela perdida y desconectada, como sobreviviente a un gran remezón, por lo que lo único que desea en este divagar es poder tomar un poco de aire, descansar. Llevando las plantas desde el departamento de su hermana fallecida hacia su casa, vemos como

convierte poco a poco a su alrededor en una gran pecera, que nos irá transportando desde lo realista a un mundo de sueños, con sujetos que emergen de ellas, o de las cortinas, o detrásde las fotografías.

María Alché para construir este relato se basó en conversaciones de su propia madre con una tía, en donde comentan las vidas de otros, y en que surgen resúmenes de una vida completa en una frase de tres palabras. Hay entonces una síntesis de lo inasible de la construcción de la vida de cada personaje. Es un esfuerzo exitoso, logrado de la mano de su dirección de fotografía a cargo de Hélène Louvart.

Esta película que probablemente vuelva a nuestro país en el futuro cercano, dado sus buenos pergaminos, nos habla de aquellos momentos en que lo único que queremos es a salir a tomar una bocanada de aire. La protagonista busca emerger para abrir la boca, abrir los pulmones y junto a ella decidir si quedarnos ahí flotando, o si inspiramos nuevamente para ir hasta donde están esos otros conocidos, y quizás terminar nadando en esa pecera querida y odiada, que es la propia familia.

“Familia sumergida”
Género: Drama.
País: Argentina/Brasil/Alemania/Noruega,
Año:2018.
Duración: 90’, SAM 13.
Dirección: María Alché.
Elenco: Mercedes Morán, Esteban Bigliardi, Marcelo Subiotto, Laila Maltz, Federico Sack. 

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