Por Juan José Jordán
Con la saga de Mad Max, George Miller ha ido configurando un mundo apocalíptico y devastado en donde la supervivencia es dura y milagrosa. Constantes conflictos entre distintos grupos hacen que cualquier idea de cooperación sea algo circunstancial y fuera de la norma.
Ya desde el debut punk que fue Mad Max, el guerrero de la carretera (1979), cuando la esposa de Max desafiaba al jefe de una banda de motociclistas pegándole un rodillazo en la entrepierna, salvándose por los pelos de ser atrapada y asesinada, quedó claro que las mujeres tendrían un carácter aguerrido y hasta temerario. Pero desde que apareció Furiosa en Mad Max: furia en el camino (2015), se pudo apreciar que estaba llevando a otro nivel la dureza, el ser-como-rambo, que siempre ha estado más relacionado al mundo masculino, pero el personaje, interpretado por Charlie Theron, demostró que una mujer se podía batir perfectamente en una pelea y soportar grandes tormentos. Esta nueva entrega indaga en el desarrollo del personaje, permitiéndonos entender de donde viene su modo marcial de ser. Se mantienen ciertos rasgos distintivos del personaje, como esa mirada entre molesta y seria, muy expresiva.
Nació en un mundo con abundancia de flora y fauna, un secreto que se cuidaban muy bien de proteger los habitantes de ese territorio, pero todo eso ha pasado hace tanto tiempo que parece ilusión. De niña, (con una gran interpretación de Alyla Browne) es raptada por una banda de motoqueros y debe presenciar la espantosa muerte de su madre, quien le dice que se las arregle para encontrar el camino de regreso al hogar, sin revelar el secreto. Difícil exigencia, pero se compromete a hacer lo que pueda.
En un mundo hostil, sin piedad, se vuelve complejo hablar de malvados. Así y todo, Dementus (Chris Hemsworth), líder de la banda de motoqueros, ofrece un maldito de antología. Ocurrente, irónico, su carácter afable y chistoso no le impide mirar con apatía como alguien es perseguido y despedazado por los perros. Mientras controla y tiene el poder no cambia mucho, pero cuando la tortilla se da vuelta y le llega la hora de pagar, se muestra vulnerable y en otra disposición. Nunca ruega que lo perdonen ni llora, pero hace posible pensar que lo más probable es que él también haya sido víctima de violencia cuando niño.
En la entrega anterior de la saga, Max (Tom Hardy) y Furiosa mantenían una relación intensa que partía con una pelea cuerpo a cuerpo y luego se iba estrechando. Acá, Furiosa (Anya Taylor-Joy, en su rol de adulta) también traba una relación cercana con un hombre, Praetorian Jack (Tom Burke), un conductor de camión de la ciudadela de Immortal Joe, que hará lo posible por ayudarle a encontrar el camino de regreso a su tierra. Pero acá se trata de algo más fraternal; Burke se comporta casi como hermano mayor (como se supone que se debiesen comportar los hermanos mayores). No tiene segundas intenciones, no espera que Furiosa se quede dormida para saltar y aprovecharse. Un caballero.
En una película una secuencia relata una mini historia, que de alguna manera puede verse como una unidad independiente. Si bien es una pieza de algo mayor, eso no quiere decir que no tenga una estructura interna, con un comienzo y final. Las escenas de persecución en la carretera son largas y funcionan como pequeñas películas. Terminan siendo un fin en sí mismo. Por lo mismo, es recomendable tratar de no hacer caso a la ansiedad por saber cuál será la resolución del conflicto, de lo contrario se puede convertir en una experiencia tediosa.
Diversos portales apuntan al fracaso de Furiosa en su primer fin de semana de estreno. Pero es extraño que una película de estas características se lance al streaming prácticamente al mismo tiempo que al cine. Ya está disponible en AppleTV y su estrenó en cine, en Chile, fue el 23 del presente (mayo). Un enigma cuál será la decisión de las corporaciones para ello. Una película de un presupuesto de 168 millones de dólares que, además, gana mucho con la experiencia de verla en pantalla grande y no solo por sentir la adrenalina de la velocidad; desde la primera parte de la saga el director nunca ha descuidado el aspecto estético, con encuadres fuera de lo común y un uso del color que a ratos sobrecoge.
Si bien puede incluir violencia gráfica e incorporar la incomodidad, como cuando se filman las lombrices comiéndose los cuerpos en descomposición, una imagen chocante que de alguna manera recuerda el primer plano de las lombrices en la carne descompuesta de El acorazado de potemkin, se aleja del espíritu provocador de la primera, donde se atrevían a pasar por alto ciertas convenciones tácitas del relato cinematográfico, como el hecho que los niños también pueden sufrir violencia y morir, lo que dejaba al espectador con una sensación que la cosa venía realmente en serio. Acá todo se ajusta de alguna manera a lo que tendría que pasar, nunca se aleja mucho del horizonte de expectativa que se ha hecho el espectador. Es quizá una concesión inevitable que hace el cine de presupuesto reducido al entrar a la cancha de las grandes corporaciones.
Furiosa es una experiencia cinematográfica, con buenas actuaciones, llena de detalles que son testimonio de meterse a fondo en un universo. Como por ejemplo, la palanca de cambio del camión de Praetorian Jack tiene una cabeza de una muñeca de guagua, detalle que le da un toque tétrico a la cabina del vehículo. Si bien se extasiaron quizá más de la cuenta con el placer de filmar la acción en la carretera, amplía el universo de este mundo terrible. Nunca se olvida de la promesa que le hace a su madre y de alguna forma brutal, logra hacer algo que se le acerca. Un poco de esperanza en un mundo que no tiene un mañana.
FICHA TECNICA
Título original: Furiosa: A Mad Max Saga
Año: 2024
Duración: 148 min.
Elenco: Alyla Browne, Anya Taylor-Joy, Tom Burke y Chris Hemsworth, Josh Helman, John Howard, Angus Sampson Mechanic, Charlee Fraser, Quaden Bayles Daniel Webber, Jacob Tomuri
País: Australia
Dirección: George Miller
Guion: Nick Lathouris, George Miller
Distribuye: Warner Bros