Por Francisca Álvarez
La ciencia ficción apocalíptica es usual en tiempos críticos. El cine ha adoptado el miedo al fin de la humanidad, y la idea de colonizar otros planetas, como un arte que nos resulta difícil de asimilar. Y que no podemos dejar de ver. Géminis: el planeta oscuro nos enseña otra historia sobre la posible extinción del planeta tierra.
La historia comienza con un virus que afectó al ecosistema. La humanidad está a punto de extinguirse, pero existe esperanza cuando se descubre un nuevo dispositivo que ofrece crear vida. El Dr. Steven Ross pretende “terraformar” TESS, un planeta que tiene más o menos las mismas condiciones atmosféricas que el nuestro. En el lugar, un equipo comenzaría el proceso de «terraformación» utilizando el dispositivo, para que la humanidad tenga la oportunidad de seguir existiendo. Sin embargo, por una amenaza a bordo de la nave, la misión espacial nunca llegó a su destino. Lo que sigue es una lucha por la salvación del planeta y también de ellos mismos. De forma paralela, Géminis: el planeta oscuro cuenta la historia del Doctor con Emily, su pareja, quien le pide que no participe de la misión, porque está cerca de crear una vacuna para salvar la vida en la tierra.
La película del director Serik Beyseu reflexiona sobre cómo las personas que buscan preservar el planeta tierra también buscan proteger sus propias vidas. Se plantea que ellos quieren salvar la humanidad, pero nadie los va a salvar a ellos. Este vuelco en la trama resulta interesante. No obstante, pese a prometer expectación, la historia se vuelve lenta.
El filme es atípico. Desarrolla el suspenso y la acción de forma diferente, lo que se puede volver confuso para las personas que buscan sentir terror y expectación. Al mismo tiempo, la historia de amor del protagonista rompe el ritmo que se espera de la película. Por momentos, se dejan de lado los efectos especiales y el ambiente apocalíptico para conectarnos con la intimidad del Dr. Steven Ross y Emily. A los personajes secundarios no se les desarrolla lo suficiente. Son parte de la tripulación que está intentando salvar el planeta, pero no se les entrega suficiente importancia. Tienen diálogos cortos, sin mucha emotividad y algunos son fáciles de olvidar.
La película aborda suspenso, horror, acción, amor y viajes en el tiempo de manera pretenciosa para sus 100 minutos de duración. Pese a que al final se conecta con lo prometido, el desarrollo de la historia tiene un ritmo lento y confuso al querer mezclar tantos elementos al mismo tiempo. Géminis: el planeta oscuro también reflexiona sobre la creación de la humanidad y nos hace pensar, por un momento, si deberíamos salvarla o quizá salvarnos de ella. Pero el ambiente reflexivo dura poco, nuevamente se esfuma entre escenas difíciles de conectar entre sí.
El ambiente, el vestuario y los efectos especiales es lo que más destaca. El filme cuenta con una estética y estilo futurista para ayudar al espectador a entender que la cinta ocurre en el futuro. La ambientación está muy bien lograda y supera expectativas de la ciencia ficción. La historia también toma elementos de otras películas del género, por ejemplo de la saga Alíen. No obstante, el horror de las imágenes no es tan explícito.
FICHA TÉCNICA
Título: “Géminis – El planeta oscuro”
Título original: “Project Gemini”.
Duración: 100 minutos.
País de Origen: Rusia.
Director: Serik Beyseu.
Reparto: Dmitriy Frid, Egor Koreshkov, Nikita Dyuvbanov, Petr Romanov, Alyona Konstantinova, Martinez Lisa, Viktor Potapeshkin, Samoukov Kostya.
Estreno en cines: 29 de diciembre.
Distribuye: BF Distribution.