Crítica de cine “Godzilla Minus One”: Regreso a sus orígenes con un drama bélico

Por Trinidad Quinzacara

Después de ser destruida por la crítica, la historia del monstruo japonés vuelve o renace esta vez desde la dirección, escritura y efectos especiales de Takashi Yamazaki que nos trae un drama de la Segunda Guerra Mundial donde Godzilla retoma su significado original: representar la devastación de la guerra. Su éxito la hizo una de las películas japonesas más taquilleras en EE.UU.

Se narra desde las vivencias de Kōichi Shikishima un kamikaze que se enfrenta al monstruo durante la guerra, y que vivirá con este trauma hasta que sus caminos vuelvan a encontrarse. En los años que pasan, mostrará cómo él logra reconstruir los restos de su vida en conjunto con una joven y una bebé huérfana, representando a todos los ciudadanos japoneses que volvieron a hogares destruidos y familias deshechas.

Versiones recientes como Godzilla II (2019) o Godzilla vs. Kong (2021) no fueron muy apreciadas por la crítica por su falta de desarrollo, exceptuando algunas de sus predecesoras como Shin Godzilla (2016). Pero desde la original de 1953 se han estrenado más de 20 distintas y pocas han logrado destacar, hasta ahora.

En esta oportunidad Yamazaki busca evitar el sensacionalismo de dar una película que solo sea de acción o terror, sin profundidad, aunque va directo a ambos géneros desde el inicio al mostrar una parte de lo que será el villano, esto solo se presenta como un adelanto porque continúa con un guion que da peso a la alegoría, con un trasfondo fuerte que se mezcla a una trama que no es sencilla, ya que tiene muchas aristas. Por un lado, está la historia del devastamiento de la guerra, con todo lo que conlleva. Por otro lado, la leyenda de una bestia que viene del océano que puede arrasar con naves y ciudades, aplastando, destruyendo y que supone una amenaza de explosiones atómicas para su población que ya ha enfrentado un trauma reciente. Dos tramas que dejan definidos sus hilos para que se conecten directa e indirectamente, pero que descuida a momentos cuando debe decidir cuál de las dos tiene más relevancia. Aquí no se aborda el origen literal de este ser gigante similar a un dinosaurio, sino que se permite ver entre líneas su significado simbólico, esa es la manera en que el director conecta sus enfoques.

A la historia le cuesta encontrar su camino a la acción, debido a la introducción y todo lo que se quiere reflejar sobre el sufrimiento de la postguerra. En su desarrollo prima un resentimiento por la responsabilidad del Estado en relación con sus ciudadanos, enfocando el heroísmo en sus propios civiles, además de en el nacionalismo, y da un fuerte mensaje de esperanza para contraponer el desenlace del conflicto bélico. Tiene una clara metáfora donde Godzilla representa los efectos de los bombardeos atómicos en el Japón del siglo 20, que es un guiño a la versión original de los 50s. Asimismo se cuestiona la figura del kamikaze, la deshonra que conlleva no cumplir con el deber y los efectos post traumáticos que se provocan en los soldados.

Los efectos especiales que también son responsabilidad de Yamazaki, son usados con mediación, no abusa de ellos, sino que se presentan para dar escenas de terror directo y deseadas, personas pequeñas que corren del monstruo gigante, edificios que caen, barcos destruidos, todo lo que es destrucción se logra como es previsto. Aunque a pesar de cumplir, hay una falta en la épica de las escenas de enfrentamiento entre el gigante y los barcos, que son de las que priman en la película, donde se da toda una dinámica similar a Tiburón (1975), pero que carece de su tensión extrema, algo que se compensa con las escenas en tierra y a medida que se avanza.

Godzilla Minus One es inesperadamente un buen drama sobre la Segunda Guerra Mundial, ese es su punto fuerte, y también tiene increíbles apariciones del mítico monstruo, destacándose la escena clásica de la destrucción de la ciudad, que gracias al acompañamiento de la banda sonora de Naoki Sato se vuelve impresionante. Las notas del compositor original, Akira Ifukube, para la marcha de Godzilla deberían ser tan icónicas como las dos notas de Tiburón, que advierten y llenan de expectación por la llegada del antagonista. La película acierta en todo lo que se relaciona con el sonido, diseño de la bestia y efectos, por lo que esta se convierte en un gran espectáculo audiovisual cada vez que el kaiju se toma la pantalla.

Ficha técnica

Título original: Gojira -1.0

Dirección: Takashi Yamazaki

Guion: Takashi Yamazaki

Música: Naoki Sato

Año: 2023

Duración: 125 minutos

País: Japón

Distribución: Konnichiwa!

Estreno en salas: 28 de diciembre

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