Crítica de cine “Gran Turismo: de jugador a corredor”: la parte real del mundo virtual

Por Javiera Hojman

Las películas basadas en historias reales, como Gran Turismo, empiezan con una importante dificultad: ya sabemos cómo van a terminar. Por lo mismo, tienen la responsabilidad extra de ser atractivas y mantenernos entretenidos, generar intriga y sensación de suspenso, incluso si no hay un final sorpresivo. En el caso de esta película, la historia de Jann Mardenborough es contada de forma bastante fiel, aunque con algunas pequeñas licencias que no desentonan ni incomodan. El mismo Jann participó de la película como doble de riesgo del actor que lo representa. Quizás es por su realismo que la película resulta emotiva, incluso esperanzadora, a pesar de ser un poco lenta y tediosa de a ratos.

Seguimos la historia de Jann, un adolescente que pasa todo su tiempo libre jugando Gran Turismo, un juego muy realista de simulación de carrera de autos, y sueña con ser corredor profesional. Su familia no lo apoya, y su fantasía laboral se ve lejana, por su falta de experiencia y especialmente por lo imposible que parece convertir la pasión por un juego en un trabajo real. Danny Moore, un ejecutivo de marketing de Nissan, consigue la aprobación para abrir un concurso entre los mejores jugadores del mundo de Gran Turismo, y ser entrenados en una academia especial para que el ganador pueda convertirse en corredor de carrera.

La película tiene una cantidad gigantesca de publicidad de Play Station y Nissan. Es lógico, porque la historia está basada en eventos que tienen que ver con las marcas, pero a ratos resulta un poco excesivo y cansador, especialmente al inicio. Las primeras escenas de la película son exclusivamente para hablar de lo maravilloso del juego Gran Turismo, y hay menciones a los distintos productos y complementos. Hay un recurso de animación que utilizan algunas veces, que ilustra los límites difusos entre la realidad de los autos y el mundo virtual del juego, que podría generar la confusión de si las figuras en 3D que aparecen en la película son reales o propias de la imaginación del protagonista.

Ese es uno de los aspectos de la cinematografía que resulta interesante: Jann se siente tan confiado con sus habilidades para jugar que en el momento de correr las carreras le resulta cómodo imaginarse la interfaz del juego, y eso es un recordatorio constante para el espectador de que no es un corredor profesional, y que su origen es algo que se nos hace mucho más cotidiano. Hay algunos otros recursos como el zoom a las llantas o los juegos con las perspectivas que se utilizan bastante, pero que podrían haberse aprovechado mejor. Es una película con muchísimo potencial para explotar el juego de las perspectivas, y si bien está ahí, queda un poco corta.

La idea de que un videojuego pueda llevar a una carrera profesional se nos hace lejana, incluso cuando el concepto de los “cyberdeportes” está extendiéndose cada vez más. No nos tomamos en serio la posibilidad de que jugar nos pueda generar ingresos (salvo contadas excepciones, como los streamers), y el exceso de juego es algo que asociamos con falta de productividad más que con persistencia y aprendizaje. La película cuestiona un poco esa idea: nos propone que una persona puede dedicar su tiempo y su entusiasmo a un videojuego, y utilizar eso como herramienta para cumplir sus metas en el “mundo real”. Y esta reflexión que nos invitan a hacer está sustentada con la evidencia de la historia real, la que vivió Jann cuando participó del torneo de GT y que lo llevó a la fama que tiene actualmente.

El gran planteamiento de la película Gran Turismo gira en torno a la virtualidad y al choque con que se enfrenta en la realidad. ¿Es posible afirmar que alguien que pasa su tiempo jugando es un cyberdeportista? ¿Las habilidades que desarrollas como gamer son suficientes para generar una carrera en la vida real? ¿Están los juegos fuera de la vida real?, y otras preguntas vinculadas con el lugar en que nos posicionamos como jugadores, son exploradas en la película. No todas tienen respuesta, pero sumando y restando, el mensaje es optimista: aférrate a lo que sabes hacer, a tus habilidades y pasiones y, eventualmente, podrías cumplir tus sueños.

Ficha técnica

Título original: Gran Turismo: Based on a true story

Director: Neil Blomkamp

Estreno: 24 de agosto

Duración: 134 minutos

Elenco: Archie Madekwe, David Harbour, Orlando Bloom, Darren Barnet, Emelia Hartford, Geri Halliwell Horner, Dijmon Hounsou.

País: EE. UU.

Distribuidora: Andes Films

 

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