Crítica de Cine «Happy as Lazzaro»: Conecta en sus personajes lo humano con la gracia de lo divino

Por Karina Solórzano

La película “Happy as Lazzaro” (“Lazzaro felice” en su idioma original) dirigida por Alice Rohrwacher, evoca el personaje bíblico de Lázaro para contarnos una suerte de alegoría entre la tradición pastoril en su primera mitad de metraje y la crueldad de una ciudad casi casi post-apocalíptica, en la segunda parte.

Si la vemos como alegoría, tenemos varios símbolos que conforman la trama: Lázaro, el protagonista, que es la representación de la bondad y la inocencia a la vez del último escalón en una serie de explotaciones que encabeza La Marquesa de Luna (la representación del poder y la crueldad) una latifundista que mantiene a los habitantes del pequeño pueblo de Inviolata como esclavos trabajando para ella en una fábrica de tabaco. También está el hijo de la Marquesa, quién hace amistad con Lázaro y le cuenta la verdad sobre lo que hace su madre.

La naturaleza y el milagro son otros símbolos importantes, Lázaro pronto se nos muestra como un ser demasiado noble, como una especie de santo, ve la luna y parece que el viento susurra su nombre. El tránsito a la segunda mitad de la película está contado a través de la historia de un lobo hambriento que acecha el campo que bien puede remitirnos a la sentencia latina que popularizó Thomas Hobbes: “el hombre es un lobo para el hombre”, aquí es donde la película ha causado mayores interpretaciones que van desde el cine de ciencia ficción hasta el relato maravilloso porque en un giro temporal Lázaro, de bondad inmutable, resucita en un futuro de supervivencia del más pillo, en medio de una sociedad que no entiende de moral y por tanto no soporta a Lázaro.

Esta vuelta de tuerca es la que hace a “Happy as Lazzaro” una película moderna que se mantiene en diálogo la tradición fílmica de su país, hay ecos del “Umberto D” de Vittorio de Sica y e incluso del “Evangelio según San Mateo” de Pier Paolo Pasolini. Estamos hablando de un cine que conecta en sus personajes lo humano con la gracia de lo divino para poner en cuestión una realidad social que atraviesa cualquier época: la ingratitud de los aparatos de poder, estén representados ya sea por instituciones o por personas y la marginalidad de los más vulnerables que se debaten entre hacer el bien o hacer el mal.

La película fue ganadora al premio al mejor guion original en el pasado Festival de Cannes y está distribuida por Netflix.

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