Por Coté Álvarez Franco
Ciertas expresiones de arte ofrecen experiencias tan conmovedoras que se desearían conocer por primera vez, al menos una vez más, para revivir ese impacto inicial prístino que se apodera del ser. Es entonces cuando se anhela retroceder el tiempo o borrarse la memoria. Como pasa con un libro, con una obra de teatro o con una canción, también pasa en el cine. Pasa con, por ejemplo, Incendios de Denis Villenueve. Aunque duela.
Basada en la pieza teatral del mismo nombre de Wajdi Mouawad, que a su vez toma inspiración del caso real de la prisionera comunista libanesa Souha Bechara, Incendios narra la historia de los mellizos Jeanne (Mélissa Désormeaux-Poulin) y Simon (Maxim Gaudette) en su búsqueda por desenterrar los secretos de su madre fallecida Nawal (Lubna Azabal). Guiados por unas enigmáticas instrucciones dejadas por la mujer en su testamento, el par de canadienses viaja a las tierras árabes de Nawal —“la mujer que canta” como le conocen por allá— tras el paradero de su hermano perdido y su padre que creían muerto.
Forrada en el gris y pesado abrigo de la pérdida reciente de una madre incomprendida, la película se niega a entregar un escape para tomar aire fresco a lo largo de su desarrollo. Distribuida en cuasi episodios, la trama se va desplegando de forma paulatina, liberando pedazos de información de a poco, cada cual más denso que el anterior, como un lente que se abre calculadamente lento en su afán de mantener el control sobre el encuadre completo. Su singular comienzo, un cuidado prólogo amargo al son de You and Whose Army? de Radiohead, anuncia el ánimo del viaje.
El viaje es físico, temporal y simbólico; desde Canadá nos vamos al Medio Oriente, desde el presente nos remontamos al pasado, y desde el misterio nos acercamos a la certeza. Todos conllevan la insoslayable comparación entre un estado y otro, y el filme propone que enfrentarse a ello no es fácil porque son cuestiones sobre las cuales no se tiene control. La hipótesis es, en lo medular, que el destino está supeditado a la condición en que se nace, y contra eso no hay fuerza de voluntad, ni creencia ni causa poderosa capaz de doblarle la mano.
Incorporando la caverna de Platón en su lectura, lo que hace Incendios es interpelar al espectador en cuanto a su juicio, sugiriendo expandir la mirada más allá de los eventos puntuales, empujando a probarse zapatos ajenos y andar por calles desconocidas. Algo como lo que hacen los mellizos cuando deben entender que hay vida más allá de sus serenas fronteras primermundistas. Lo deben hacer, porque solo de esa forma comprenderán a la madre. Nawal es aquel lugar donde se formó.
La injerencia del contexto, en esta ocasión de guerra, dota al filme de un fuerte carácter político, aunque los lugares no estén explicitados. Decisión cuestionable que, al final del día, poco importa a unos intereses autorales depositados en la barbarie per se, y cómo esta se alimenta de ella misma y se ramifica cual cáncer. La historia de Nawal, por tanto, es connotativa; porta consigo una realidad lejana y encubierta que coexiste con la nuestra.
Como toda obra bien ejecutada, Incendios es una experiencia que vale la pena, de esas que dan ganas de redescubrir para volver a palmarla al cien. Y es una pena literal; su nivel de desolación es tal, que se hace menester advertirlo. Su contenido es sensible y desgarrador, quizás demasiado según el criterio. Un festín de angustia, dirán otros. Lo cierto es que la capacidad de Villenueve de simplemente hacer sentir hondo, con recursos moderados que evocan más que grafican, no la tiene cualquier ojo. El director, hoy uno de los más taquilleros y respetados de Hollywood, responsable de mazazos como Prisioneros (2013), Sicario (2015) y La llegada (2016), estaba todavía verde en la industria cuando saca de la manga una cinta descollante que llegó incluso a ser nominada al Óscar en la categoría de Mejor Película Idioma Extranjero y que es un imperdible del cine occidental contemporáneo.
Ficha Técnica
Título original: Incendies
Año: 2010
País de Origen: Canadá
Director: Denis Villenueve
Reparto: Lubna Azabal, Mélissa Désormeaux-Poulin, Maxim Gaudette, Rémy Girard
Duración: 130 min.
Plataforma: Mubi