Crítica de cine “La guerra de Manuela Jankovic”: Herencias indeseadas

Por Coté Álvarez Franco 

Tras la Segunda Guerra Mundial, el evento bélico más sangriento en Europa fueron las guerras yugoslavas. Ocurridos entre 1991 y 2001, los enfrentamientos sucedieron entre los pueblos que compusieron la antigua Yugoslavia (hoy Bosnia y Herzegobina, Croacia, Eslovenia, Kosovo, Macedonia, Montenegro y Serbia). Mientras esto estalla, pero a miles de kilómetros de distancia, una ciudadana mexicana vive las consecuencias a su manera.

La guerra de Manuela Jankovic cuenta la historia de Manuela (Karina Gidi), una mujer de treinta y tantos que reside con su abuela (Mima Vuković Kurić) en el barrio La Lagunilla de Ciudad de México y que trabaja de cocinera en un modesto restaurante frecuentado por yugoslavos. Su abuela, ya anciana, es una inmigrante serbia que llegó al país huyendo de la Segunda Guerra Mundial y cuya fractura empeora al enterarse de las malas noticias provenientes de Europa del Este. Entre la hostilidad de su jefe croata y el trauma de su abuela, Manuela pasa sus días bajo la sombra de un conflicto que solo conoce por la radio.

Comparar este megaevento histórico con otros, implica entrar en conciencia de lo reciente que es e invita a echar un vistazo al espacio que se la ha dado en la pantalla grande. A títulos ya clásicos como Underground (1995) y En tierra de nadie (2001), podemos sumarle la más actual Quo Vadis, Aida? (2020). Antes de la desgarradora cinta de Jasmila Žbanić, la realizadora uruguaya Diana Cardozo también colocó a una mujer en el centro de la tragedia europea, aunque desde un prisma diferente: el trauma transgeneracional.

Después de Siete instantes (2004), película sobre guerrilleras en Uruguay a principios de los 70, Cardozo sigue examinando la experiencia femenina en contextos políticos agitados, ubicándose esta vez en la diáspora de los eslavos en México en los años 90. Aquí, la sobreprotección a causa del miedo, el sentido de pertenencia, el machismo y la xenofobia se entrecruzan en las vivencias tan dispares como uniformes de una nieta y su figura materna que no tienen más en el mundo que la una a la otra.

Por un lado está Manuela que, tímida y sumisa, tiene una rutina fija que consiste en ir y venir de la casa al trabajo (y el hecho de vivir a meras cuadras del local poco le ayuda a distraerse en el intertanto). Girando sin fin en ese disco rayado, la mujer pasa de estar sometida a la paranoia de su abuela que la tiene convencida de que la guerra cruzará el Atlántico hacia México, al maltrato de su jefe por su género y origen. Por el otro está la abuela, cuyo ingrato destino le ha impedido concebir la vida sin la guerra como parte de ella. Tras perder a toda su familia, el único ser querido que le queda es su nieta, muchacha a quien ha cuidado en demasía con tal de alejarla de cualquier daño y de quien depende por completo. Este arraigo extremo, no obstante, le ha impedido darse cuenta de que Manuela ha quedado estancada en el tiempo, desprovista de la oportunidad de desarrollar una vida propia.

Íntima, sencilla y sensible, con una reconocible mirada de mujer, la película acusa los coletazos relegados de la guerra; esas heridas invisibles, sin sangre ni lamentaciones, que, al no ser explícitamente dramáticas, no suelen protagonizar ficciones. El traspaso generacional aquí es clave: hay una víctima directa y otra indirecta que, a pesar de sus disparidades, están atrapadas en el mismo pequeñísimo universo plagado de temores, fantasmas y trancas. Dos almas que injustamente cargan en los hombros deudas que no les competen y que, mientras sus circunstancias les impidan hacerse cargo, seguirán siendo heredadas.

Al final del día, cada persona está viviendo su propia guerra sin que el otro lo sepa. En La guerra de Manuela Jankovic son las secuelas de un conflicto bélico literal, pero no siempre es así y, de igual forma, se transmiten de una generación a otra como un virus silencioso que se establece cual huésped sin invitación en el siguiente organismo. De qué herramientas disponemos para detener el contagio, es la interrogante que queda flotando.

Ficha Técnica

Título original: La guerra de Manuela Jankovic

Año: 2014

País de origen: México

Director: Diana Cardozo

Reparto: Karina Gidi, Mima Vuković Kurić, Carlos Corona

Duración: 92 min.

Plataforma: Mubi

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