Crítica de Cine “La vida misma”: Lleven pañuelitos

 

Por Valeria Jauré

“La Vida Misma” (Life Itself, es el título original) es un melodrama escrito y dirigido por Dan Fogelman (creador de la serie This Is Us). Nos presenta la relación entre diversos personajes unidos por un lado por el amor, pero marcados por la tragedia.

Esta película cuenta con la actuación de Oscar Isaac (Ex-Machina) y Olivia Wilde (House), quienes constituyen la primera pareja, en donde se nos cuenta cómo iniciaron su romance hasta cuando ya están formando una familia juntos, bajo la mirada de un narrador nada de confiable y con múltiples giros. Completan el casting Olivia Cooke, Annette Bening, Antonio Banderas, Mandy Patinkin, Samuel L. Jackson y Laia Costa.

Con un primer acto memorable, intenso y desgarrador, nos hace una promesa sobre el destino que le espera a todos a quienes veamos en pantalla, a la vez que nos genera la necesidad de esperanza que justifique tanta pena. Y todo esto, bajo la mirada de este narrador que se va diluyendo poco a poco, siendo retomado en el final para justificar la tesis del film.

¿Cuál es la tesis? Que existe una interconexión entre todos nosotros, que lo que hagamos o dejemos de hacer tiene una consecuencia que va más allá de nuestras vidas. Y que por muy horrendo que sea el momento que estemos pasando somos fruto de un azar, donde el amor siempre ha sido la fuente primigenia. Puede decirse que no es novedosa la idea de la interconexión, sin embargo, el cine y el resto de las artes están plagadas de historias que se cuentan una y otra vez, pero la singularidad está en su forma, en cómo se nos cuenta.

Y es que la dinámica que es el motor generador de acciones en este relato es de una manipulación emotiva evidente, una seguidilla de sonrisas y conversaciones entre personajes que se enamoran para luego ser víctimas de las más horrendas tragedias. Como si nadie tuviera un momento de paz, o al menos siquiera una vida aburrida. Es que cada momento de alegría será cobrado con creces: cáncer,perros que mueren de viejitos, accidentes de tránsito, muertes, hay para elegir.

Y quizás con su intención de perspectiva global se buscaba darle más profundidad, lo que se obtiene en su lugar es una confusión de emociones, una apelación directa a que nos quieren emocionar, y si te dejas llevar vas a llorar, eso está firmado, es ahí donde descansan los esfuerzos de los realizadores. Pero llorar, como reír, no son por sí mismos valores de una obra, sino que más bien hablan de que los espectadores somos humanos, que reaccionamos frente al arte, que encontraremos parte de nosotros mismos desperdigados en otros. Y es esa complejidad humana es la que no logra captar del todo en esta cinta.

Lo que sí consigue es esbozar aquél primer enganche, ese click que suena en la cabeza cuando comienzas a conocer a alguien, como a través de pequeños gestos o momentos un poco dados al destino hacen que decidamos que construiremos nuestros afectos alrededor de estas personas.

Esta es una película imperfecta, que se mantiene en pie por la calidad de sus actuaciones y porque fuera de la manipulación, sostiene un par de ideas maravillosas sobre lo que nos hace seguir adelante.

FICHA TECNICA

Con un reparto conformado por:
Oscar Isaac como WILL DEMPSEY (‘Star Wars’, ‘El año más violento’)

Olivia Wilde como ABBY DEMPSEY (‘Her’)
Lorenza Izzo como ELENA DEMPSEY-GONZÁLEZ (Aftershock)
Antonio Banderas como VINCENT SACCIONE (‘La piel que habito’)
Olivia Cooke como DYLAN DEMPSEY (‘Bates Motel’, ‘Yo, él y Raquel’)
Mandy Patinkin como IRWIN DEMPSEY (‘Wonder’)
Laia Costa como ISABEL DÍAZ
Sergio Peris-Mencheta como JAVIER GONZÁLEZ
Alex Monner como RODRIGO GONZÁLEZ DÍAZ
Annette Bening como Doctora CAIT MORRIS (‘Mujeres del siglo XX’, ‘American Beauty’)
Samuel L. Jackson como él mismo.
Director: Dan Fogelman
Duración: 117 minutos
Estados Unidos, 2018.

Estreno Chile: jueves 15 noviembre.

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