Por Miguel Borzutzky W.
Legado en los huesos es la segunda novela de la Trilogía de Baztán escrita por Dolores Redondo, que ha sido un éxito de taquilla tanto en ventas de libros como también en el filme, que lleva el mismo nombre de la obra, producida y filmada por Netflix. Curiosamente, su estreno en los cines no fue tan rimbombante, pero si ha sido un boom a nivel mundial a través de la plataforma estadounidense, al encabezar todas las listas de películas más vistas alrededor del mundo.
Este filme es la secuela de El guardián invisible que sí causó sensación en su estreno y ha tenido tanto o más éxito en Netflix. Sin embargo, para entender el porqué de lo laureado de la producción hay que saber un poco acerca de su escritora Dolores Redondo y entender los motivos por los cuáles son tan atractivos sus personajes y por ende la historia. Los números la avalan y lleva más de dos millones de copias de sus novelas sólo en castellano. Además, sus libros han sido traducidos a 36 idiomas. Es más, en 2016 recibió el Premio Planeta por su novela Todo esto te daré.
Para partir hay que hablar de su protagonista, la inspectora de homicidios de la Policía Foral de Navarra, Amaia Salazar (Marta Etura) que, según su autora, es un homenaje a todas las mujeres luchadoras que han estado presentes en su vida, su madre, hermana, abuela, amigas y vecinas del pueblo dónde ella creció: San Sebastián. En esta ciudad reinaba el matriarcado porque los varones eran quienes salían a trabajar y es así como el padre de Dolores, un comerciante de bacalao por muchos años en Canadá, no pudo estar presente en la vida de sus hijos, por lo tanto, y debido a la ausencia del padre, la figura materna caló hondo en Dolores y este fenómeno se puede observar en las características que Amaia tiene, que pese a ser una persona que se equivoca, como todo ser humano, afronta la adversidad y se guía casi siempre por su instinto o corazonada.
Alguien podría pensar que es un thriller policial de ciencia ficción, pero está basado en un hecho criminal de la vida real que aún se encuentra siendo investigado en los tribunales de la ciudad de Pamplona, España.
La Trilogía de Baztán está inspirada en un caso que sucedió en España en 2011. Comienza con una historia en el periódico local en el que se lee que la Guardia Civil española investigaba el asesinato de una bebé a manos de una secta en Lesaka (en la zona de Navarra), la nota no daba muchos detalles, pero revelaba algo muy tenebroso.
Según los informes oficiales de la Policía de Navarra, una familia entregó a su guagua recién nacida a una secta en una vieja casa de Lesaka, y fue un importante miembro de aquella hermandad secreta el que reveló la noticia. De acuerdo con lo dicho en el informe, esto formaba parte de una especie de sacrificio al dar a su hija como ofrenda para la comunidad. Los progenitores de aquella criatura formaban parte de una secta, un grupo de fieles que habían establecido su base en una aldea de Lesaka. Allí debió criarse la niña, en un ambiente represivo, hasta el día de su muerte.
Legado en los huesos, la segunda parte, comienza casi nueve meses después de que Amaia Salazar resolviera los crímenes que aterrorizaron al valle del Baztán. Embarazada y dispuesta a dejar atrás lo vivido en Elizondo (su pueblo de la infancia), la vida de la detective se ve otra vez alterada por un hecho inesperado: el suicidio de varios presos que dejan una palabra escrita en la pared de sus celdas, «Tarttalo». Los peligros que Salazar creía haber dejado atrás regresan con más fuerza que nunca y la inspectora deberá enfrentarse a este nuevo caso en una acelerada pesquisa amenazada por la presencia de su propia progenitora.
Lo notable es la adaptación de la novela con el guion que escribe Luis Berdejo porque es muy fiel al personaje principal descrito en la novela y a los secundarios que llevan sus propias historias y que según la misma Dolores Redondo provienen de historias que cercanos o vecinos le han contado y ella les ha dado vida propia.
El guion se acopla muy bien a la visión del director Fernando González Molina, quien quiere mostrar en su película hasta dónde puede llegar la deshumanización del hombre en pos de una creencia o de un rito. Aunque esto signifique sacrificar la vida no sólo de animales, sino también de seres humanos inocentes.
La fotografía a cargo de Xavi Giménez es espectacular, su trayectoria lo avala. Ganó el premio a mejor fotografía en el Festival de Jerusalén por el cortometraje Walter Peralta de Jordi Mollá y estuvo nominado al Premio Goya por mejor fotografía también por el filme Intacto en 2001. En Legado en los huesos, Giménez trabaja muy bien con los planos de luces, colores, sombras y con planos que muestran el valle y la fuerza con que el río Baztán cruza el pueblo de Elizondo (País Vasco, España), uno de los lugares en donde se desarrolla la trama de la película y donde, en muchas ocasiones, Amaia se para en el puente principal del pueblo a contemplar el fuerte cauce del río que es como si el agua viniera hacia ella, dando la sensación de que la corriente se la fuera a llevar.
Por su parte, el montaje también está muy bien logrado porque la secuencia de la película junto a los flashback y cortes que le da la encargada de la edición, la experimentada Verónica Callón (La Casa de Papel) le da realismo, una dinámica y un suspenso que hacen de esta película una obra maestra, al igual que su antecesora El guardián invisible.
Cabe destacar que tanto El guardián invisible como El legado en los huesos se filmaron de manera consecutiva lo que otorga a ambas películas una frescura de suspenso y terror distinta a otras de su mismo género.
El elenco es la columna vertebral de la historia y logra muy bien su cometido porque son actores con mucho recorrido. Marta Etura, quien ganó el Premio Goya por el filme español Celda 211 (2011) como mejor actriz de reparto, en su interpretación como Amaia Salazar es sobresaliente. Leonardo Máximo Sbaraglia (Tango feroz: La leyenda de Tanguito (1992), Intacto (2001) interpreta al Juez Markina. Sbaraglia se ha destacado por más de treinta años entre el cine y la televisión hispana y argentina, es realmente un gran aporte y el personaje que encarna apoya de manera importante a la inspectora Salazar en la búsqueda del asesino en serie.
Por último, cabe mencionar al personaje de la madre de la protagonista, Rosario, quien padece de un severo trastorno psiquiátrico, interpretado magistralmente por Susi Sánchez, ganadora del Premio Goya 2018 como mejor actriz por el filme La enfermedad del domingo, lo que genera mucho miedo y hace recordar al personaje de Hannibal Lecter en El silencio de los inocentes.
Sólo falta esperar por la tercera y última parte de la trilogía: Ofrenda a la tormenta que ya fue filmada y debía ser estrenada en marzo pasado en los cines españoles, pero fue postergada debido a la pandemia.
Título: Legado en los huesos
Duración: 119 minutos
Género: Thriller policial/Terror
País: España
Idiomas: castellano
Director: Fernando González Molina
Guión: Luis Berdejo
Montaje: Verónica Callón
Elenco: Marta Etura, Leonardo Sbaraglia, Álvaro Cervantes, Elvira Mínguez, Patricia López Arnaiz, Imanol Arias, Pedro Casablanc, Carlos Librado «Nene», Itziar Aizpuru, Susi Sánchez, Colin McFarlane, Miquel Fernández, Francesc Orella, Paco Tous, Benn Northover, Ana Wagener, Arlette Torres, Eduardo Rosa, Mark Schardan, Alicia Sánchez, Marta Larralde, Alfredo Villa, Ricard Balada, Elisabeth Bonjour, Ohian Lopetegi y Alfonso Desentre
Distribuidora: Netflix