Por Paula Frederick
Fútbol y Chola son perros. Además, son los protagonistas del octavo documental de los realizadores chilenos Bettina Perut e Iván Osnovikoff, siempre empeñados en contar historias reales que desafíen las premisas, instalando la mirada y la cámara en el lugar menos evidente y más necesario posible. Fútbol y Chola han hecho del Parque Los Reyes – el “skatepark” más antiguo de Santiago- su hogar y territorio, apropiándose del espacio como una extensión de sus propias personalidades: Chola, hiperactiva, lúdica, inquieta. Fútbol, pasivo y observador. Aunque la primera tendencia sea la de atribuirles características humanas, quizás para poder acercarse a la imagen propuesta de una manera familiar, el documental de Perut y Osnovikoff declara desde el inicio una cierta voluntad de deshumanizar la mirada. Es decir, observar a los perros bajo la lógica de su propia dimensión, con sus códigos e interacciones particulares, incluso si son incomprensibles, entendiendo que es solo ahí donde radica el interés de contar una historia.
Aunque los reyes absolutos sean Fútbol y Chola, en el universo del documental la figura humana no desaparece, solo cambia de lugar. Se instala como telón de fondo, fuera de campo, a través de la voz sin rostro de los adolescentes que se juntan en el parque a practicar skate y hablar sobre sus miedos, adicciones, sobre la marginalidad y la falta de oportunidades que han sido constante en sus vidas, mientras también se apropian de un territorio. Su voz se transforma en una de las capas que lleva el pulso del relato y propone una cierta continuidad, a pesar de mantenerse siempre en off. Así, los documentalistas extrapolan la mirada y dejan el discurso “evidente” de lado – sin eliminarlo- para enfocarse en el movimiento cotidiano de otros micro-universos que conviven en el parque, en los animales, los insectos, sus interacciones sutiles y de apariencia insignificantes, en los primeros planos de un pelaje sucio y lleno de moscas, en las horas lentas de un espacio abierto donde todos van y vienen, pero nadie se queda. Excepto Fútbol y Chola.
Los Reyes sigue el camino del documental anterior de Perut y Osnovikoff , Surire (2015) -donde la dimensión escogida es el altiplano y la interacción del humano con su ecosistema – y subraya el interés de los realizadores por observar, alejándose de los discursos establecidos que impiden procesar con soltura la realidad. Su valor también radica en exponer el concepto de “invisibilidad” como problemática social, al instalar bajo los focos un cuerpo cinematográfico que usualmente no es visto, que pierde su valor en la dimensión real, que fluye tranquilo y sin interrupciones solo porque nadie está pendiente ni se preocupa por su destino. Dos perros callejeros, una pelota de tenis mordisqueada, una mosca que pulula ocasionalmente, elementos que adquieren nueva fuerza una vez que la cámara los descubre, aunque su presencia en escena, a pleno Sol y saturada por la luz, no traiga consigo grandes discursos ni propuestas estéticas. Aunque no signifique nada en particular y simplemente esté ahí para marcar una existencia, para volverse real y no morir en el olvido.
La interrogante que la propuesta de Los Reyes deja suspendida es más potente incluso que su propia imagen. ¿Cómo se delimita un territorio audiovisualmente, dejando de lado el punto de vista humano? Y más aún, ¿Cómo se evita el acercamiento “pedagógico” de una cámara que quiere captar una determinada realidad social? La elección de un fragmento, un punto de vista o un movimiento de cámara puede ser una forma – voluntaria o soslayada- de marcar territorio y elevar un discurso. Quizás sea el espectador quien, al final, haga suya la imagen y la decodifique bajo sus propia lógica o creencias. Lo cierto es que, más allá de a quién o cómo llegue el discurso, Los Reyes entrega una mirada limpia, directa y a veces casi grotesca, de un entorno invisible y de breves interacciones que el ojo humano no es capaz de captar. Y que el cine documental, en su expresión más genuina, tiene la mágica capacidad de volver real.
Los Reyes
Dirección: Bettina Perut e Ivan Osnovikoff
País: Chile
Año: 2019
Duración: 70 minutos