Crítica de Cine “Passages”: Deseo, erotismo, descontrol y tormento íntimo

Por Carla Oriely

En el marco del “Mes del Orgullo”, Mubi, junto a la cadena de hoteles Marriott, se unen para acompañarnos con historias audiovisuales relacionadas a la comunidad LGTBIQA+. Es por esto, que, durante junio, se presenta Ciclo de Cine Pride Films by Marriot Bonvoy X Mubi, deleitándonos en esta ocasión, con Passages, un dramático romance fílmico estrenado el pasado año 2023, dirigido por Ira Sachs, que nos lleva a la singular intimidad desvergonzada del triángulo amoroso conformado entre Tomas, Martin y Agathe, interpretados por los actores Franz Rogowski, Ben Whishaw y Adèle Exarchopoulos respectivamente.

La historia parte adentrándonos en el trabajo de Tomas. Desde la película que él está filmando, se nos cuenta de manera subyacente los temas principales a tratar. Pues no por nada se llama de la misma forma que la película que vemos. Es desde la primera secuencia que se nos revela la complejidad del relato. Una mujer pregunta en medio del caos técnico de la filmación si están todos en el lugar correcto, transformando esa pregunta en la interrogante principal del protagonista, y los personajes de los cuales se vincula apasionadamente. Tomas, que está casado desde hace años con Martin, ordena al actor principal de su película a bajar de forma relajada una escalera, para mostrar el tránsito del personaje de una forma dramática, tal como lo hace Ira Sachs con su personaje. Este Mise en abyme, es premisa de la exquisita composición introspectiva del director estadounidense, que no por casualidad, es también homosexual.

Pasamos abruptamente a la escena en la discotheque donde se celebra el fin del trabajo de Tomas, en ella Agathe, que está rodeada de gente, se nos muestra como una flor en una mesa, ocupando el centro de la atención visual. Disgustada con quien parece ser su novio, da termino a ese vínculo y camina a la barra, en ella se encuentra Martin, con quien interactúa efímeramente antes de la interrupción de Tomas. Agathe es testigo de lo que ocurre en el matrimonio desgastado de ambos. Se ofrece a bailar con un despechado Tomas. Ambos desde una emocionalidad negativa, se consuelan bajo la descontrolada impulsividad de la pasión.

Este es el punto de partida para el bucle de sentimientos que nos expondrán en adelante. Tomas, que proyecta su descontento con acciones llamativas, busca la atención de forma insistente, tal como lo haría un niño caprichoso. Por su parte Martin, que permanece inmutable en un comienzo, parece estar acostumbrado a los berrinches de su esposo y a sus caprichos dolientes, que incluyen noches de pasión fugaz con terceros. No obstante, luego de la cotidianidad reflejada en una cama, elemento ampliamente utilizado a lo largo de la película en su esplendor simbólico de vida, amor y muerte, se revela que el capricho de Agathe es más que solo eso.

La polarización de las animosidades se refleja fuertemente en colores significantes, el rojo para mostrarnos el deseo, y el descontrol al que este nos puede llevar, y el azul para el disgusto al que los personajes se exponen. Aleatorios de la calidez luminosa y amarillenta para las escenas propias del pasar temporal común.

Así, se contemplan los acontecimientos que oscilan entre las precipitadas decisiones de los personajes, y las consecuentes lecciones que van dejando en el consciente de cada uno. Aunque solo al finalizar estos se expone el del protagonista, dando el beneficio de la duda al pensar si realmente hay una introspección correcta que permita su cambio de patrón de conducta. Por otro lado, en honor a la pregunta inicial de si estamos en el lugar correcto, este es tajantemente aplicado a las relaciones vinculantes de pareja, y la complejidad que hay en ellas, las cuales, si son llevadas de forma responsable y afectivamente inteligente, pueden permitírseles trazar alegrías y amortiguar dolores.

Está en evidencia científica que la corteza pre-frontal es la parte del encéfalo más desarrollada del ser humano. Es esta parte la que permite o inhibe la realización de comportamientos selectivos que surgen como respuesta a estímulos exteriores. Es clave en el control de la personalidad y conducta, y si está bien desarrollada, nos lleva a ser capaces de razonar frente a ciertas circunstancias que pueden ser perjudiciales. En el caso de Passages, los personajes, a excepción de un halo en Martin y su futuro amante, Amad, están fuera de lo que esta parte orbitaria del cerebro puede ofrecer. Adentrándonos en el profundo miedo de caer en el vacío, de lo que conlleva la soledad si no está llena de nosotros mismos.

Nos invita, además, a reflexionar sobre las propias gestiones viscerales, en el paso de la vida, como un engranaje secuencial en constante movimiento, tal como las escenas de Tomas en bicicleta, las que reflejan que la vida es eso, una bicicleta con la cual transitamos en pasajes, donde todo, todas y todos, estamos de paso.

Altamente recomendada para quienes les gusta pensar sobre mecanismos sicológicos frente a la pérdida de vínculos, y la introspección sobre ambigüedades identitarias y amorosas. La película se encuentra en la plataforma Mubi, y fue excelentemente escogida por la iniciativa “Cine Pride Films by Marriot Bonvoy X Mubi” para celebrar el mes en el que se conmemora la diversidad.

Ficha Técnica

Título original: Passages

Año: 2023

País de origen: Francia

Director: Ira Sachs

Reparto: Franz Rogowski, Ben Whishaw, Adèle Exarchopoulos y Erwan Kepoa Falé

Duración: 92 min

Plataforma: Mubi

Ciclo de Cine Pride Films by Marriot Bonvoy X Mubi

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