Por Yanara Barra
La historia, la iluminación, los planos, la interpretación de los personajes y sobre todo el sonido, hacen que Patio de chacales sea imposible de definir en una palabra. Si la misión de su director, Diego Figueroa, es que el público sintiera por lo que estaba pasando el personaje, se puede decir que lo consigue a cabalidad.
La película cuenta la historia de Raúl (Nestor Cantillana), un hombre que se gana la vida haciendo maquetas para el Ejército de Chile. Tiene una vida tranquila y rutinaria, trabajando, cuidando a su madre (Grimanesa Jiménez) que está en sus últimos días de vida y visitando a su interés amoroso (Blanca Lewin) quien le vende almuerzos todos los días.
Pero esta rutina cambia repentinamente cuando al lado de su casa llegan unos vecinos misteriosos, los cuales representan a agentes de la DINA (la película está ambientada en 1975, época en que el país estaba viviendo una dictadura militar y esta institución era la encargada de perseguir, torturar y hacer desaparecer a detractores políticos del régimen). Uno de ellos, interpretado por Juan Cano, resalta por sobre los demás, ya que tiene una gran cicatriz en su cara y además interactúa constantemente con Raúl a través de miradas y gestos
Desde la llegada de estos vecinos, el protagonista empieza a vivir un infierno. Primero, sintiendo los ruidos extraños, luego escuchando directamente las torturas que se realizan a través de la pared. A esto se suman sus acciones incesantes por tratar de denunciar lo ocurrido, las amenazas recibidas, la impotencia de tratar de hacer algo para salvar a una desconocida que delataron en una interrogación y lo más grave, escuchar cómo torturan y violan a una de sus amigas de las formas más crueles posibles (una de las escenas más fuerte de la película, acompañada con la tremenda actuación de Cantillana quien transmite su desesperación). A través de sus maquetas, el protagonista va retratando al espectador todos los horrores que escuchaba en la casa del lado. Dada sus características, la película es considerada un thriller psicológico, que logra cumplir con este género utilizando gran parte de elementos narrativos y audiovisuales.
La luminosidad que acompaña cada escena, en las que aparecen los personajes principales o los considerados como “buenos”, hay más luz, se pueden visualizar los detalles y las acciones de cada uno de ellos. En cambio, en las escenas donde aparecen los agentes, baja un poco esta luminosidad, haciendo énfasis en la oscuridad que los caracteriza. Mismo tratamiento de la imagen reciben las tomas de Julio en su casa cuando empieza a tener ciertas “alucinaciones”.
El vestuario y utilería dentro de las tomas, ayudan a trasladar a la audiencia a los años 70, lo cual es un elemento muy valorable de este film. Desde una pasta de dientes de la época, hasta los letreros de las calles y los automóviles, hacen que hasta el más mínimo detalle haya sido trabajado por el director de arte.
Los encuadres de la película también son un elemento principal para contar la historia y ambientarla en un género de terror, todo esto acompañado con las impecables actuaciones de todo su elenco. La desesperación en el rostro de Julio al verse perseguido por un agente o el primer plano que hacen del personaje de Blanca Lewin al enterarse de los horrores que están pasando en la casa de su amigo, van influenciando en la mente humana para sentirnos parte de la historia y sentir las emociones de miedo y desesperación.
Uno de los elementos que se lleva el protagonismo en esta cinta son los sonidos. Ellos son parte principal de la trama de la historia (ya que Julio solo escucha las torturas, nunca las ve) y además ayudan a que el espectador pueda entrar en esta experiencia inmersiva que ofrece la película. En la psicología moderna, se explica que los sonidos tienen un impacto significativo en las emociones, la percepción y el estado mental de las personas, por lo que resulta primordial en las películas de suspenso y terror, que utilicen todos estos recursos, como ruidos fuertes, estridentes y pausas largas en momentos de clímax.
Como todas las buenas películas, la trama de Patio de Chacales deja varias interpretaciones y enseñanzas, pero la principal es que el tratamiento que se le da a los conceptos de cobardía y culpa. La historia cuenta que el protagonista, cuando hizo el servicio militar, se disparó en la pierna para no seguir ahí. Esa bala lo acompañó todos los años, recordándole a través del dolor y una cojera, su cobardía y vergüenza. A medida que pasan las escenas con sus vecinos y él empieza a hacer diferentes acciones para proteger a sus cercanos y desconocidos, esta bala empieza a salir de su cuerpo, representando una forma de reivindicarse de sus errores del pasado y empezando a vivir una nueva etapa en la vida (aunque haya sido corta).
Por otro lado está uno de los agentes, interpretado por Juan Cano, quien, al ser testigo de los horrores que está cometiendo su jefe y acatar sus órdenes (como matar él mismo a Julio luego de hacerle tortura psicológica), empieza a alterar su realidad y a lo largo de los años en su mente comienza a vivir su vida como si fuera la del protagonista, estando en un constante “infierno” debido a la culpa que siente por lo ocurrido en la época de la dictadura.
El nombre de la película y la figura del perro presente, también es un elemento a destacar. El “chacal” (que viene de la familia del lobo y por ende del perro), es un animal carroñero que representa la muerte y la ferocidad. En la película vemos cómo estos “chacales” (que hacen referencia a los agentes de la DINA), ocupan su ferocidad para dañar y matar a sus enemigos. El perro, que sale recurrentemente en la película y que es de propiedad de los agentes, ayuda a reforzar la idea de que estas personas son unas “bestias”, ya que durante la dictadura se entrenaban a estos animales para torturar y violar a sus víctimas, en especial mujeres. Al final, este animal también sirve como una forma para que el protagonista haga justicia o tenga su venganza por los crímenes que cometen sus amos, ya que envenena al perro con su canario asesinado por los mismos agentes. Dentro de este animal, Julio agrega agrega vidrio molido y la bala que tenía en su pierna, que simboliza sus errores del pasado que ya dejó atrás.
Patio de chacales es, sin duda, una película muy bien lograda que no te deja indiferente a los horrores que pueden cometer los seres humanos. Es un film digno de ser visto y quedar dentro de la categoría de cine nacional de culto. Además de que su protagonista, Néstor Cantillana, aún nos sigue sorprendiendo con su profesionalismo y su capacidad de conectar con las personas.
Ficha técnica
Título: Patio de Chacales
Dirección y Guion: Diego Figueroa
Producción: Alejandro Ugarte
Música: Diego de la Fuente y Camila Pruzzio
Fotografía y Montaje: Diego Figueroa
Elenco: Néstor Cantillana, Blanca Lewin, María Jesús Marcone, Rodrigo Pérez, Juan , CanoGrimanesa Jiménez, Consuelo Holzapfel, Pablo Schwarz
País: Chile
Año: 20225
Género: Thriller, suspenso
Duración: 90 minutos
Idioma: Español
Productora: Infractor
Distribuidor: Storyboard Media