Por Galia Bogolasky
Días perfectos es la última película del aclamado director alemán Wim Wenders (Las alas del deseo, Paris, Texas) que compite en los Premios Oscar como mejor película extranjera. Es protagonizada por Koji Yakusho (13 Assassins) quien interpreta a Hirayama, un solitario hombre de mediana edad que vive una vida de tranquila y rutinaria, que trabaja limpiando baños públicos.
La historia del surgimiento de esta cinta es bastante particular. La empresa de baños públicos japonesa “The Tokyo Toilet”, un proyecto fundado el 2018 por Koji Yanai, tenía el objetivo de instalar 17 baños públicos en el barrio de Shibuya, que tenían altos estándares de limpieza y eran innovadores conceptualmente, los que fueron creados por arquitectos y artistas en el marco de los juegos olímpicos de Tokyo 2020. Le encargaron al cineasta alemán hacer un corto sobre estos baños, pero el vio el potencial y decidió hacer un largometraje incorporando estos baños dentro de la historia.
La historia se centra en Hirayama, que realiza una rutina diaria, que contempla levantarse, ponerse un overol, lavarse los dientes, subirse a la camioneta, poner un cassette, dirigirse a un baño público, limpiarlo minuciosamente, tomarse una pausa para comerse un sándwich, sacar una foto a los árboles de la plaza, seguir limpiando baños, y luego de su jornada, va a un baño turco, luego a comer a un local donde es prácticamente la única instancia del día donde habla con alguien. En la noche llega a su casa, riega las plantas, lee, come y extiende su colchoneta para dormir en el piso, un estilo de vida japonés, bastante austero.
Hirayama es un hombre solitario, que es feliz con su rutina, y que cada pequeña sorpresa que ocurre en el día, le alegran la existencia. Por ejemplo, conocer a alguien, presenciar algo llamativo, o que de repente aparezca de sorpresa su sobrina adolescente. Es un hombre intelectual, que llena sus días con libros, buena música, y la fotografía. Todo en un formato análogo. Tiene una maravillosa colección de libros, escucha música en cassette, y saca fotos análogas que manda a revelar a un laboratorio, para luego elegir las que le gustan y las demás las descarta. Todo lo clasifica en cajas, por año, lo que podemos percibir su fascinación por el orden y la limpieza.
Koji Yakusho interpreta de manera magistral al protagonista de esta historia, personaje que es feliz con muy poco, pero al mismo tiempo, podemos apreciar que tiene un pasado que quiere dejar atrás, y que le gusta vivir una vida sencilla, con los placeres del arte. Es un hombre reservado y que habla poco, lo justo y necesario. Es un hombre generoso, preocupado, meticuloso y cariñoso, lo que se puede apreciar en sus expresiones y gestos.
Wim Wenders logra filmar una cinta llena de detalles, donde la rutina del día a día nos recuerda El día de la marmota, pero que cada mínima diferencia que ocurre en uno de estos días, puede hacer un mundo de diferencia en la vida de Hirayama.
La cinta tiene una banda sonora que es clave para darle fuerza a la rutina que vive el personaje, y que ayuda a reforzar las emociones que vive el personaje, que, a pesar de lo contenido y reservado, es muy sensible y empatiza con lo que viven los personajes secundarios que aparecen en ciertos momentos de la película. La música de Lou Reed, Patti Smith, Otis Reding y The Velvet Undergound son la banda sonora para disfrutar de las luces y silencios en Perfect days.
El contraste de la belleza de los baños públicos con lo precaria que es la casa del protagonista, es interesante, ya que plantea que dentro de lo poco atractivo que puede ser un baño público, en este caso, es más bonito que su propia casa.
A pesar de que la cinta nos muestra a un personaje serio, que no habla y hace un trabajo horrible, siempre está con la mejor actitud, dispuesto a trabajar con ganas, y a hacer cosas que lo hacen feliz, que es abocarse a la literatura, la música y la fotografía.
Mientras vemos esas escenas de la vida monótona del limpiador de baños, podemos ir descubriendo un poco de su pasado al aparecer personajes secundarios, como un trabajador que lo ayuda con los baños, y una sobrina que quiere conectar con él, sabiendo que está distanciado de la familia.
Esta película está hecha de pequeños detalles, que representan la belleza de la vida austera, solitaria y que tiene que ver con lo simple de la existencia, que puede hacer que una persona sea feliz, disfrutando con esas cosas.
Tokyo es una ciudad fascinante que funciona perfecto como telón de fondo para enmarcar la vida de este trabajador esmerado, que tiene tan pocas pretensiones, que hacer bien la pega y disfrutar de pequeños grandes placeres es todo lo que se necesita. La ciudad, la música, el ambiente son un espacio interesante que Wenders incorpora para darle un contexto a esta historia. Al principio pareciera que está situada en los años 80, debido a elementos como la cámara de foto análoga y los cassettes, pero mientras se incorporan los personajes secundarios, vemos que hay celulares y que efectivamente estamos en el presente.
Wenders es un cineasta con un talento único, con una mirada interesante que hace que el cine se vuelva fascinante. Los pequeños detalles, planos, arte, ambientación, son lo que finalmente moldean a un personaje que podría parecer plano, pero que tiene muchas capas que se pueden apreciar a través de planos, música, y gestos, lo que hace que su cine sea tan grande.
Días perfectos es una cinta sublime, donde la acción repetitiva logra que la narración genere un relato conmovedor. Este es un ejemplo del cine concebido en base a variados elementos cinematográficos, con un casi nada de diálogo y pura emoción. Es una cinta que habla de la belleza del arte y cómo éste te puede llenar el alma y con eso basta para ser feliz.
Ficha técnica
Título original Perfect Days
Año: 2023
Duración: 124 min.
País: Japón
Dirección: Wim Wenders
Guion: Takuma Takasaki, Wim Wenders
Reparto: Kōji Yakusho, Tokio Emoto, Aoi Yamada, Yumi Asou
Fotografía: Franz Lustig
Compañías: Coproducción Japón-Alemania; Master Mind Limited, Wim Wenders Productions
Género: Drama