Por Jeremías Mateluna
En el panorama del cine independiente, algunas cintas buscan profundizar en la complejidad de las relaciones humanas y los conflictos internos mediante narrativas reflexivas. Primera persona ofrece esta experiencia a través de dos historias que se entrelazan para narrar la experiencia de la adultez, el amor y el olvido.
Este largometraje sigue la historia de Isabel y Darío, una pareja de veinteañeros que decide pasar un tiempo en una casa de playa donde conocen a Julian Cabeza, un artista que fue exitoso en la década de los 90, pero que actualmente se encuentra en el olvido y enfrenta problemas con su pareja, al igual que los recién llegados.
Daniel Peralta es quien dirige esta cinta, un cineasta chileno que disfruta de hacer dramas reflexivos con una filmografía llena de estos como Mejor no fumes (2011), Fiesta falsa (2013) o Andrés lee i escribe (2016).
La película se caracteriza por su ritmo lento, lleno de conversaciones entre los personajes que indagan en el interior de ellos. Este enfoque permite conocerlos a fondo, pero la falta de variación en acciones o sucesos hace que se torne monótono al ser constantemente lo mismo, convirtiéndola en una de esas cintas donde no pasa nada.
La pareja que llega al lugar se siente muy aislada de la trama central de Julian, no se siente que estén conectados, y en momentos se sienten como películas paralelas. ¿Cuál es la función de esa dupla? Quizás demostrar la soledad que uno siente a pesar de estar acompañado o mostrar problemas que se presentan en distintas etapas de la adultez, ya que ellos son veinteañeros y Julian tiene 40. Esto es una inferencia personal porque no hay realmente una conexión notoria entre ellos, y la verdad es que la cinta también funcionaría sin su presencia.
La historia carece de una dirección clara y una estructura sólida, pues el guion no logra profundizar de manera efectiva lo que pretende explorar y no lo aprovecha. En mi opinión es bastante flojo, ya que los diálogos son algo básicos y no contribuyen significativamente al desarrollo de la trama.
En cuanto a las actuaciones, debo decir que no estoy seguro si no están bien logradas o si simplemente no me gustaron los personajes. Por ejemplo, Julian, el artista, es insoportable, lo que tiene sentido para ser una estrella de la música frustrada, pero al no tener un buen sustento de trama ni de actuación, verlo se hacía tedioso.
A pesar de estos puntos negativos, la película presenta algunos aspectos positivos, como un montaje bien logrado y una fotografía de calidad. Aunque también hay elementos o escenas que parecen carecer de sentido, como la cabeza de muñeca que el protagonista recoge de la playa, lo cual agrega confusión a la trama.
Sin embargo, el film termina con una canción interpretada por el personaje de Julian Cabeza, la cual además de estar bien hecha y ser conmovedora, ayuda a terminar de conocer al personaje y darle un buen cierre.
En general, la cinta no logró capturar mi interés plenamente, puede que las películas alternativas sobre existencialismo no sean lo mío, pero si buscas una de este tipo podrías echarle un vistazo, ya que quizás te ayude a reflexionar sobre la vida, o te acompañe si estás pasando por problemas ligados a la vida adulta.
Ficha técnica
Título Original: Primera persona
Duración: 109 min.
Año: 2024
País(es): Chile
Director: Daniel Peralta
Reparto: Pablo Álvarez, Ignacia Uribe, Ana Burgos, Fernando Mena, Pedro Godoy
Programación oficial SANFIC20