Crítica de cine “Regreso a Hope Gap”: Ya he estado aquí antes

Por Javiera Hojman

Para partir, quiero aclarar que no tengo estudios de psicología, pero esta película parece invitarnos a mirar y opinar sobre los personajes, sus relaciones, sus reacciones y sus emociones. Y hay harto que opinar, porque los tres protagonistas de Regreso a Hope Gap son muy humanos y es muy fácil empatizar con ellos. La película me llegó a las emociones de forma muy potente, y la recomiendo mucho si estás dispuesto a cuestionarte las cosas, rememorar y quizás llorar un poquito.

Regreso a Hope Gap, en inglés solamente Hope Gap, es un drama familiar que cuenta la historia de Grace y Edward, un matrimonio que está por cumplir 29 años juntos, y su hijo Jamie, que ya hace mucho no vive con ellos. Después de toda una vida de convivencia, Edward decide irse de la casa, y la película sigue la forma en que los tres personajes lidian con sus emociones, sus culpas y sus miedos. Todos hemos estado en alguno de esos roles y hay alguna medida en que podemos empatizar: o ser el hijo de una pareja que pelea, o ser el hijo que ve a sus padres separarse, o estar en una relación de pareja difícil en que no eres feliz, o lidiar con la culpa de dejar a tu pareja, o lidiar con el dolor de que tu pareja te deje a ti. En ese sentido me parece una película muy universal, muy accesible.

Los personajes son bastante particulares. Grace es una mujer difícil, muy muy intensa, que enfrenta el matrimonio desde la confrontación y la pelea porque tiene una necesidad fuerte de validación y de generar reacciones en el otro, que juega con la rabia, con los gritos, para conseguir la atención que siente que se merece. Edward es un hombre introvertido, con poca iniciativa, que no es feliz y no hace nada hasta que la situación explota y que se esconde detrás del estoicismo para no mostrar cuándo las cosas le importan. Y después está Jamie, el hijo adulto que queda inevitablemente metido en esta separación, al que sus papás ponen entre medio, que tiene que tomar partido, proteger a su mamá, defender a su papá, ser el mensajero entre las dos personas más importantes de su vida, y que todo lo que quiere es ser un niño nuevamente y que alguien lo proteja a él en vez de tener que proteger a los demás.

Nicholson se luce con un guion maravilloso y muy fluido, las conversaciones entre Grace y Edward son muy lúcidas y (como ya he dicho insistentemente) permiten dialogar con la realidad. Pero el diálogo que me dejó más impactada es entre Grace y su hijo, sobre el suicidio, en que ella habla de cómo la parte más difícil es despertar, y él responde con una muy potente reflexión sobre qué hacer cuando toda la vida te duele. No voy a profundizar más en el tema, porque creo que vale la pena ver la película aunque sea solo por ese corto diálogo.

El título Regreso a Hope Gap diría yo que es lo único que no me convenció de la película. Me pareció insuficiente, creo que se queda corto frente a las muchas cosas que tienen que decir estos personajes, que apunta demasiado a la trama concreta y se aleja de todo lo que hay que escuchar. Es una película dura, potente y esperanzadora, que habla del desgaste y tedio en las relaciones, del dolor de la soledad, del miedo a los cambios, y sobre todo de la posibilidad de salir adelante. Me quedo con un mensaje claro, que también es parte de los brillantes diálogos: sea lo que sea, el dolor que estás viviendo ya lo vivió alguien más y encontró cómo superarlo.

Título original: Hope Gap

Duración: 100 min

Dirección: William Nicholson

País: Reino Unido

Compañías productoras: Immersiverse, Origin Pictures, Protagonist, Sampsonic Media.

Fecha de estreno: 15 Julio 2021

Reparto: Annette Bening, Bill Nighy, Josh O’Connor

Distribución: BF Distribution

POR: Cine Online de Cinemark
VALOR: $3.900 pesos

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