Por Ignacio Fernández
Smile se convirtió en una de las películas de terror más comentadas de 2022, con un concepto novedoso, terror puro y una estrategia de marketing increíble. Su historia te hace dudar constantemente entre lo que es real y no. Era cuestión de tiempo que se anunciara una secuela, Smile 2, también escrita y dirigida por Parker Finn.
Esta vez, la historia se centra en Skye Riley (Naomi Scott), una superestrella del pop al puro estilo de Dua Lipa o Miley Cyrus, que tras un desafortunado encuentro adquiere una maldición. Comienza a tener visiones de personas sonrientes que la acechan día y noche; algunas desconocidas, otras con rostros familiares.
La película no solo se enfoca en asustarte, también ofrece una crítica social sobre la vida de los famosos hoy en día: adicciones, problemas de salud mental, excesos y el constante acoso de los fanáticos que harían cualquier cosa con tal de poder acercarse a sus ídolos, incluso si eso implica hacerles daño.
Al igual que la primera entrega, Smile 2 juega con la delgada línea entre la realidad y las visiones de Skye, que se vuelven cada vez más grotescas y terroríficas. Esta vez Finn llevó el factor del terror al extremo, con muchos jumpscares que hasta los más veteranos del género tendrán dificultad de predecir.
El maquillaje y los efectos especiales realmente se merecen un aplauso, con escenas crudas que llegan a dar asco por su brutalidad, algo que se agradece mucho, puesto que en la primera entrega estaba muchísimo más atenuado.
Una sorpresa interesante es la excelente producción y calidad vocal que tienen las canciones incluidas en la película, que perfectamente le podrían pertenecer a cualquier artista pop actual. Además, la cinta va más allá, publicando un álbum en plataformas de streaming como Spotify y Apple music bajo el nombre de Skye, como si fuera una artista totalmente real; un guiño ingenioso y único, que fue ejecutado de tal manera que la película no se siente como un musical, pese a que la música tiene un rol importante.
El principal punto negativo es la duración, 2 horas y 7 minutos que podrían haber sido mucho menos si se hubiera condensado parte de la película, en especial las escenas finales, que, si bien eran esenciales para que se desarrollara la historia, podrían haber sido mucho más breves, lo que no significa que eran aburridas en ningún caso, al contrario, cumplen al igual que el resto de la película en mantenerte al borde de tu asiento.
Sin entrar en spoilers, el final deja la puerta abierta para una tercera parte, por lo que no debería sorprender si en un par de años tenemos Smile 3, o incluso algún tipo de precuela que explore el origen del demonio sonriente, que definitivamente llegó para quedarse en una franquicia que tiene aún muchísimo potencial de desarrollo.
En resumen, Smile 2 es muy buena, mucho mejor que su predecesora, e incluso diría que será una de las mejores cintas de terror del 2024, con sustos que te dejaran con pesadillas y que solo queda recomendada para aquellos que amen las películas del terror y la adrenalina de esperar cada susto. La dirección de Parker Finn es brillante y da grandes expectativas de lo que se podría venir a futuro en su carrera. Naomi Scott brilla en su papel como cantante pop y “scream queen”, y el elenco en general complementa perfectamente lo que son los estereotipos de la vida famosa. Eso sí, es imprescindible ver la primera película antes, ya que esta secuela continua directamente desde donde la anterior terminó
Ficha Técnica
Título Original: Smile 2
Director: Parker Finn
Reparto: Naomi Scott, Rosemarie DeWitt, Kyle Gallner
Género: Horror, Suspenso
País(es): Estados Unidos
Duración: 127 minutos
Distribuidora: Andes Films
Estreno en cines: 17 de octubre