Crítica de cine “Sombras de un crimen”: Un débil regreso del cine negro

Por Javiera Hojman

La película Sombras de un crimen, solo en términos de su premisa, prometía mucho. Es la obra número 100 en la carrera de Liam Neeson, hecho que generó bastante expectativa considerando la trayectoria del actor en el cine de acción. El protagonista de la historia, el detective Philip Marlowe, fue tomado de las obras de Raymond Chandler y ha sido interpretado en pantalla muchas veces a lo largo de la historia. Con un actor y un personaje “legendario”, el resultado podría haber sido una película rápida, intensa y bien lograda. Sin embargo, el resultado es mediocre. Sombras de un crimen utiliza las herramientas del cine negro, pero en vez de actualizarlas con los recursos modernos los convierte en clichés forzados e innecesarios.

La historia está ambientada en los años 30. Philip Marlowe es contratado por Clare Cavendish (Diane Kruger), una heredera muy atractiva, para encontrar a su amante que lleva un tiempo desaparecido y es dado por muerto. En la investigación de su paradero, el protagonista explora los vínculos entre la industria del cine, el tráfico de drogas y un club social de élite, y en todas estas aristas aparecen nuevos personajes que se suman a la intriga. El problema es que todas estas subtramas quedan en el aire, no se elaboran lo suficiente, y en vez de ser un laberinto de historias, nos dejan con un nudo superficial de información sin desarrollar.

El bombardeo de tramas genera un bombardeo de personajes débiles y unidimensionales. El mismo protagonista, Philip Marlowe, resulta difícil de describir: no es especialmente carismático, es inteligente pero no sorprende por su astucia, como otros detectives del mundo del cine; tampoco se destaca por ser arisco, antisocial o mujeriego, es bueno peleando, pero no es increíble. Simplemente no se destaca. Liam Neeson hace lo mejor que puede para sostener un personaje bastante desabrido y olvidable, y el guion no lo acompaña. Después de él, hay una seguidilla de personajes masculinos con un perfil parecido, hombres poderosos y con influencias que ocultan cosas, donde ninguno se destaca especialmente.

La figura de la mujer es interesante, tanto en el cine negro como en esta película (y como en la sociedad, se podría argumentar). En el cine noir existen solamente dos personajes femeninos: la buena esposa y la femme fatale. En esta película hay dos mujeres, Clare y su madre, y ambas pertenecen totalmente a la segunda categoría. Son mujeres atractivas, que usan la seducción para cumplir sus metas y que compiten entre ellas por la atención de los hombres. Es tan marcada la contraposición entre ser mamá y ser mujer, que la madre de Clare esconde a su hija para poder seguir con su carrera como actriz y no ser considerada demasiado vieja. Como un pequeño guiño a la realidad actual, en la película se explicita el miedo a la vejez, a quedar obsoleta como mujer y como profesional, y a ser reemplazada por una versión más joven de ti misma.

Sombras de un crimen es una película muy poco memorable, que pasó por mi vida sin dejar ninguna sensación en particular. No es malísima, no es buenísima, no me dejó reflexionando ni tampoco me entretuvo especialmente. En su película número 100, Neeson quedó atrapado en un personaje desabrido que no le permitió mostrar su destreza actoral. En la promesa del “retorno del cine negro”, el filme, teniendo recursos modernos, quedó muy por debajo de las grandes obras de cine noir de la historia.

Ficha técnica

Título original: Marlowe

Director: Neil Jordan

Estreno: 2023

Duración: 110 minutos

Elenco: Liam Neeson, Diane Kruger, Jessica Lange, Adewale Akinnuoye-Agbaje

País: EE.UU.

Distribuidora: Diamond Films

 

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