Crítica de cine “The Lobster”: Una exagerada alusión a nuestra realidad amorosa 

Por Ismael Castellón

La película estrenada en 2015 bajo la dirección de Yorgos Lanthimos, mismo director de la recién estrenada Poor Things, ya está disponible en Netflix, y se ofrece como una comedia negra sobre una sociedad distópica, que no admite a personas solteras.

La historia comienza con David (Colin Farrell) que, tras terminar una relación de 12 años, es forzado a vivir en un hotel para solteros, con el objetivo de encontrar una nueva pareja antes de 45 días. De lo contrario, será convertido en un animal para vivir en un bosque, ubicado a las afueras del hotel.

El mundo creado por Lanthimos es altamente extremista, esto se demuestra desde las específicas tallas de los zapatos, que no admiten números medios; hasta la sexualidad definida legalmente, que puede ser heterosexual u homosexual, pero no ambas. Así es que, les guste o no, los habitantes deben adaptarse y aprender vivir con ello.

La película es sugerente desde los escenarios en los que converge la acción: el contraste entre el hotel y el bosque funciona como una simbiosis de la lucha entre «lo establecido» y «la libertad», y la dirección de arte acompaña esta comparativa. El hotel es un espacio rígido, ordenado y limpio; mientras que el bosque es caótico y desordenado. Cada cierto tiempo, estos dos lugares convergen, cuando los huéspedes del hotel salen a cazar a los grupos radicales que han escapado del mismo, obteniendo un día extra por cada persona capturada. Mas allá, se encuentra la ciudad, donde las parejas viven aparentemente felices.

El hotel está bien cuidado y tiene atractivas instalaciones que pretenden convertirlo en el lugar ideal para encontrar pareja. Pero, a su vez, se configura como un espacio de reclusión, donde los huéspedes tienen prohibido salir y están completamente vigilados. Tras fracasar en su intento por encontrar pareja, y tras las pérdidas que ello implica, David decide escapar hacia el bosque.

En el bosque se construye “la libertad», donde habitan dos tipos de seres: aquellas personas que han fracasado en su objetivo y ahora deambulan como animales, y los rebeldes que han conseguido escapar del hotel. Estos últimos se han constituido como un grupo radicalizado contra el sistema imperante, y son igual de rígidos al definirse como contrarios a las relaciones, castigando duramente a quienes vayan a emparejarse. Sin más opciones, David se une a ellos, pero se enamora de una mujer, con la que tiene que mantener una relación en secreto. 

La propuesta de dirección ofrece un universo apático y distante. Las imágenes de la cinta llevan un filtro frío y las tomas guardan siempre una distancia con la emocionalidad de los personajes. Asimismo, las actuaciones son insensibles y el diseño sonoro las acompaña en la misma línea.

Todo esto se trata de una manera irónica y burlesca, pero mantiene la densidad de las situaciones exhibidas. Algo muy propio de Lanthimos y su comedia negra, es que constantemente le hace guiños al espectador. Claro ejemplo de esto son las diversas situaciones extrañas, que se viven con normalidad y van acompañadas de una exagerada música de tensión. Pues lo que ellos viven es normal en la realidad propuesta, pero se hace ajeno en la nuestra.

Y, sin embargo, nos hace sentido porque no es más que una exageración de la manera en la que nuestra sociedad evalúa las relaciones amorosas. Una sociedad pensada para la vida en pareja, donde los solteros deben someterse a una serie de exigencias para obtenerla, o de lo contrario, vivir como rebeldes y acogerse a una lucha ideológicamente opuesta.

The Lobster es una película extraña, graciosa y confusa. Porque Lanthimos, a pesar de entregar un mensaje claro, no termina por cerrar varias interrogantes, dejando una sensación ambigua. Pareciera que algunos códigos quedan reservados para el equipo creativo, y no es que esto sea un problema, pero en una película que se sostiene en la tensión constante, las escenas sin explicación pueden terminar por volverse tediosas e interrumpir un ritmo que no necesita respirar, gracias a la comedia.

¿Por qué los huéspedes que fracasan son convertidos en animales? ¿Por qué los disidentes cavan sus propias tumbas y se meten adentro sin morir? ¿Qué ocurre con los huéspedes del hotel y su dificultad para encontrar pareja, siendo esta la mejor opción? No queda claro, y quizás son preguntas que el director busca plantearnos, pero son claves que no alcanzan a aportar a la cinta ni siquiera de una manera estética.

A pesar de esto, The Lobster cumple con su objetivo de hacernos reflexionar sobre el amor en nuestra sociedad, y lo hace de una manera divertida y original. Sin duda, es una interesante opción para barajar dentro de las películas recién llegadas a la cartelera de Netflix.

FICHA ARTÍSTICA

Título Original: The Lobster (La Langosta)

Año: 2015

Duración: 118 minutos

País: Grecia

Guion: Efthymis Filippou, Yorgos Lanthimos

Dirección: Yorgos Lanthimos

Reparto: Colin Farrell, Rachel Weisz, Jessica Barden, Olivia Colman, Ben Whishaw, Léa Seydoux

Música: Johnnie Burn

Fotografía: Thimios Bakatatakis

Montaje: Giórgos Mavropsaridis

Plataforma: Netflix

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