Crítica de cine “Todos somos extraños”: Una película sobre el amor y la pérdida

Por Francisca Álvarez

En esta historia, la búsqueda de respuestas no es esencial. La importancia no radica en la lógica, sino en el sentimiento. All of Us Strangers, su título en inglés, explora el amor en todas sus formas y cómo lo vivimos al encontrarlo y perderlo en nuestras vidas.

Todos somos extraños es una cinta romántica de fantasía escrita y dirigida por Andrew Haigh, que toca temas de relaciones, dolor, soledad y un profundo sentimiento fantasmal. La película, basada en la novela Stranger de Taichi Yamada, sigue la historia de Adam (Andrew Scott) mientras intenta escribir sobre sus padres, quienes murieron cuando él tenía doce años. Al regresar a la casa de su infancia, el protagonista se reencuentra con sus padres y se sumerge en su propio pasado. De forma paralela, Adam conoce a Harry (Paul Mescal), iniciando así un romance que lo lleva a explorar emociones hasta entonces ajenas para él, como el amor y el deseo.

A pesar de que Adam y Harry residen en Londres, el entorno proyecta una atmósfera de ciudad apartada y solitaria, reflejando así la soledad que experimentan los personajes. Ambos comparten el mismo edificio y son los únicos ocupantes del lugar. El amor que surge entre ellos busca sanar sus heridas, ser un lugar que les permita encontrar felicidad.

Todos somos extraños es una de esas películas que persisten en la mente, generando el deseo de buscar explicaciones lógicas y respuestas a preguntas que quizás no necesitan ser respondidas. La mayor parte de la película queda abierta a la interpretación del espectador, siendo fácil imaginar qué podría haber ocurrido si los padres de Adam no hubieran fallecido o cómo sería la relación con Harry si hubiera tomado diferentes decisiones. La ambigüedad de la película logra ser profundamente conmovedora, y bajo la dirección de Andrew Haigh, somos guiados a conectar con nuestras emociones.

En la cinta, todo está cuidadosamente alineado. La íntima conexión entre Adam y Harry se desarrolla de manera convincente, al igual que la relación con sus padres. El público logra establecer una conexión profunda con los personajes y la trama. Además, el relato adquiere un carácter personal, siendo inevitable no vincularse con el tono emocional de la película.

Por otro lado, la banda sonora desempeña un papel fundamental; la música seleccionada por Adam y Harry acompaña el silencio del edificio casi deshabitado. La elección musical nos transporta al pasado, intensificando las emociones y fortaleciendo la conexión con los personajes. La decisión del director de incorporar temas de Frankie Goes to Hollywood y los Pet Shop Boys agrega una capa adicional de significado a la narrativa. The Power of Love de Frankie Goes to Hollywood subraya la idea de que, en última instancia, el amor es lo único que realmente importa. Mientras tanto, Always on My Mind refleja la conexión familiar de Adam con sus padres, profundizando en las emociones y enriqueciendo la experiencia cinematográfica.

Todos somos extraños es un viaje emocional que juega con las dimensiones del pasado y el presente, explorando lo que es y lo que no es. A lo largo de la trama, lo único verdaderamente claro es que, al final del recorrido, el amor es la única fuerza que realmente importa. Es, sin duda, una película que hay que ver.

Ficha técnica

Título original: All of Us Strangers

Año: 2023

Duración: 105 min.

País: Reino Unido

Dirección: Andrew Haigh

Guion: Andrew Haigh

Reparto: Andrew Scott, Paul Mescal, Claire Foy, Jamie Bell 

Distribuidora: Cinecolor films

Fecha estreno: 29 de febrero

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