SANFIC Crítica de Cine «Un lugar llamado dignidad»: El “milagro alemán del sur de Chile” que destruía vidas

Por Javiera Hojman

Películas, series y libros ya han intentado retratar la cruda realidad de Colonia Dignidad, este lugar que se mostraba como una universidad alemana y religiosa donde los alumnos podían acceder a las mejores condiciones educativas. Era una oferta enormemente atractiva en un contexto de dictadura, para las personas que vivían en el sur y tenían pésimas condiciones económicas, y todo eso se ve con una dolorosa claridad en esta película de Matías Rojas.

Se trata de una película de drama histórico que empieza en 1989, casi a fines de la dictadura, y que sigue la historia de Pablo, el primer niño chileno al que se le ofrece asistir a la escuela de Paul Shäfer para desarrollar una carrera en el canto. En la medida en que el niño se acostumbra a esta nueva vida de internación, aparecen situaciones cada vez más siniestras, que sutilmente incomodan y eventualmente resultan directamente dolorosas. No soy objetiva, porque estoy informada de la cruenta historia de Colonia Dignidad y empecé a ver la película programada para sentir rabia, y aún así me sorprendió el efecto de guata apretada con el que terminé. Si alguien no conoce la historia, el impacto debe ser mucho mayor.

Hay tres cosas ocurriendo en paralelo durante esta película. En primer lugar está Paul, el “tío Paul”, incluso el “tío permanente”, salvador y dador de oportunidades, dulce y amable que llega con toda la disposición de ayudar y que hace todo en nombre de Dios. Es un personaje engañoso, que parece encarnar todo lo bueno, hasta que alguien no sigue sus instrucciones y muestra que no tiene ningún reparo en imponer disciplina y castigos, y ese ni siquiera es su mayor perversidad: como se sabe ampliamente en Chile, y muestra crudamente la película, es su tendencia a abusar sexualmente de niños lo que más angustia genera al ver este filme, especialmente cuando le toca al protagonista al que es tan fácil agarrar cariño. Shäfer tiene este encanto abrumador que recuerda a todos los abusadores, la promesa de entregar el mundo y mejorar las condiciones para terminar manipulando, hiriendo y generando dependencia por parte de los demás.

En segundo lugar aparece, a mi parecer, de forma extremadamente concisa, la relación entre Colonia Dignidad y las torturas y desapariciones de la dictadura. El foco de la película está en el abuso infantil y en el uso de la religión para amparar la perversión -y la perversidad-, y las menciones a la dictadura no son suficientemente potentes y quedan un poco en el aire, y merecían una crítica mucho más explícita y condenatoria.

El tercer tema es la historia paralela de esta pareja que vive en la Colonia y quiere con desesperación tener un hijo, pero las predicaciones luteranas del “tío Paul” indican que no es el plan que Dios tiene para ellos, y desde el total desconocimiento ellos intentan descubrir cómo es que los hijos aparecen. Puede empezar pareciendo cómico, como hecho para alivianar, con ingenuidad y ternura, pero está muy lejos de serlo y toma rasgos oscuros y angustiantes muy rápidamente.

Destaco en la obra la sorprendentemente expresiva mirada de Pablo, que desde la primera toma está llena de pena, de dolor, de resignación. En un lugar donde todos hablan con acento alemán, a veces a uno se le olvida que todo esto pasó en Chile y que estamos muy cerca de esta historia, pero cuando Pablo habla en un chileno tan conocido, tan familiar, aparece esta especie de cable a tierra. Es una película que, a pesar del dolor, volvería a ver por las geniales actuaciones y el buenísimo guion.

Una película que, personalmente, me asustó, me hizo enojar, me hizo llorar, y me hizo cuestionar la naturaleza humana. Que me hizo preocupar profundamente, porque sé que no se trata de ficción sino de personas reales, personas terribles que hicieron cosas terribles por mucho tiempo y no tuvieron ni de cerca el castigo que correspondía a sus actos. Aunque supongo que eso no es algo que me corresponda juzgar a mí.

Ficha técnica

Título original: Un lugar llamado dignidad

Duración: 90 min

Dirección: Matías Rojas Valencia

Paises: Chile, Francia, Alemania, Argentina, Colombia

Festival SANFIC17, categoría “Competencia Internacional”

Fecha de estreno: 2021

Reparto: Salvador Insunza, Amalia Kassai, Hanns Zichler

Plataforma: Sanfic

 

 

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