Por Sebastián Sotomayor
La acrofobia es el miedo irracional y aislado a las alturas. Según la ciencia, es la segunda fobia más común después de la fobia a los animales. En perspectiva, para una de cada veinte personas, la idea de subir escaleras o aproximarse a un balcón puede significar mucha angustia. Es un sentimiento que te revuelve el estómago y sacude tu cuerpo, algo que logra en múltiples situaciones Scott Mann en su última película Vértigo, un thriller de supervivencia que no recomiendo para aquellas personas que sufren de acrofobia. Con aires muy similares a Miedo profundo (2016) o Mar abierto (2003), es un filme que te puede entretener durante sus 107 minutos, sin embargo, no logra estar a la altura irónicamente en su género. Con una trama reciclada y una actuación insuficiente, la película tiende a la reiteración del nervio sensible sin entregar una novedad genuina en su suspenso.
La historia, coescrita por Scott Mann y Jonathan Frank, comienza con Becky (Grace Fulton), junto con su temeraria y mejor amiga Hunter (Virginia Gardner) y su prometido Dan (Mason Gooding) escalando las montañas cuando de pronto Dan sufre un accidente y trágicamente cae al precipicio. 51 semanas después, Becky, alejada de su padre (Jeffrey Dean Morgan) y perdida en el alcohol, no encuentra una salida por la muerte de su prometido hasta que se reencuentra con Hunter, quien le propone una aventura para escapar de su duelo y superar su trauma: subir la torre de televisión B67, una torre de 2 mil pies de altura abandonada en el desierto de California. A medida que ambas amigas suben la torre, Mann logra una efectiva tensión con tomas de la deteriorada torre y la peligrosa escalera que empeoraba con cada barrote. Con un buen trabajo de cámara y efectos visuales, el director refleja de manera fiel la frustración y el miedo de la creciente altura por parte de Becky. Era de esperarse que todo saliera mal, dejando a las dos amigas atrapadas en la cima sin conexión, agua o comida.
Siendo firme a su género, distintos conflictos tensan aún más la situación, un animal amenazante y un drama entre las amigas un tanto innecesario para la trama, e imitado casi con exactitud de El descenso (2005), hacen que esta historia de supervivencia se vuelva más compleja de lo necesario. Y si bien reconozco que pudo haber un esfuerzo físico de parte de las actrices, los diálogos son muy pobres y clichés para demostrar el terror y el pánico que generaría estar en una situación similar. Una escasa aparición de Jeffrey Dean Morgan hace pensar que estuvo ahí cumpliendo con un favor de un amigo, sin poder entregar un peso emocional en la película. Finalmente, un giro en el desenlace de la historia con un recurso reutilizado, y francamente esperable, no logra entregar una narrativa distinta para este tipo de películas de supervivencia.
En mi opinión, el éxito de las películas donde el personaje se encuentra atrapado en una situación de vida o muerte reside en que lleva al espectador al lugar, te lleva a sentir atrapado entre rocas como en 127 horas (2010), o en el intenso y peligroso mar como en Miedo Profundo. Rescato el trabajo técnico y los recursos visuales que sí lograron en un inicio llevar al espectador a la torre de televisión, sentir los nervios y la adrenalina a ratos puede mantener entretenido a un público que busque eso, no obstante, un trabajo de guion flojo y una trama repetitiva hace que Vértigo sea una película fácil de olvidar.
Ficha Técnica
Título: Vértigo
Duración: 107 minutos
Fecha de estreno en cines: 8 de septiembre
Dirección: Scott Mann
Elenco: Grace Caroline Currey, Virginia Gardner, Jeffrey Dean Morgan y Mason Gooding
Distribución: BF Distribution