Por Juan Marín
El polémico director franco-argentino Gaspar Noé a principios del año 2020 sufrió una hemorragia cerebral, un terrible acontecimiento que lo dejó al borde de la muerte. Por suerte sobrevivió y milagrosamente no quedó con ninguna secuela que le impidiera seguir con su trabajo. Este suceso fue un punto de inflexión en su vida, desde que ocurrió esté hecho tan traumático, ya no toma alcohol, no fuma y tampoco consume ningún estupefaciente psicodélico, que de vez en cuando ingería. Después de este cambio rotundo, el cineasta vive la vida con calma, sin tenerle miedo a la muerte.
En una entrevista que dio a La Tercera, Gaspar Noé dice: “Todo el mundo teme más a la demencia senil que a la bomba atómica y a la guerra”. Él ya ha tenido experiencias cercanas a la muerte y ha convivido con enfermedades mentales durante gran parte de su vida. Su madre hace 10 años sufrió de un Alzheimer severo (similar al que retrata en la película). Por otra parte, el año 2020 falleció por culpa del Covid Philippe Nahon, reconocido actor francés y fiel colaborador en las películas de Noé, siendo incluso el protagonista de su violenta ópera prima Seul Contre Tous. La muerte es un tema recurrente en su obra. Pero en ninguna de sus otras películas había tocado este asunto con tanta madurez y serenidad.
En su nueva película no hay drogas psicodélicas, pirotecnia, cámara en movimiento brusco, luces de neón, música tecno, sexo o escenas crudísimas. Más bien todo lo contrario, es una cinta sencilla y minimalista. Aunque venga con esa dureza que caracteriza su obra, es lo más maduro dentro de su filmografía. No es polémica como Irreversible, ni tiene un viaje de drogas como Enter the Void, no hay sexo explícito como en Love. Este es el Noé más consciente y sincero que se puede llegar a imaginar.
La trama de Vortex es sobre una pareja de ancianos que viven juntos en un departamento ubicado en un barrio peligroso de Francia. El hombre es un famoso crítico de cine y la mujer una ex psiquiatra. Ella está enferma, sufre de demencia, se le olvidan las cosas y no tiene la capacidad para reconocer a su marido. Él en cambio la tiene que ayudar y cuidar, solo que no sabe cómo poder seguir lidiando con ella, se estresa cada vez más. Pero ella es completamente dependiente de él. La cinta gira en torno a reflexiones densas, aunque sin pretensiones, sobre la vejez y la muerte. “La vida es un sueño, un sueño dentro de un sueño”; la vejez es una enfermedad de la cual no existe cura, “gracias a la vida, que me ha dado tanto” (en un momento suena la canción de Violeta Parra, una sutil ironía al trasfondo de la película).
El estilo de narración de la obra es lo más llamativo. Está realizada con la técnica cinematográfica de la pantalla dividida (split-screen). A través de este recurso se pueden contrastar los dos puntos de vista de los protagonistas. De un lado el tormentoso delirio de la mujer con su demencia y, del otro, un hombre preocupado por las acciones de su mujer. Es la segunda vez que el cineasta utiliza esta técnica. En su cinta anterior Lux Æterna, que es un ensayo psicodélico sobre un caótico set de cine, también la utiliza para separar las distintas visiones de los protagonistas. Esta técnica era muy común en el cine ochentero, se le puede ver en películas de grandes directores de Hollywood como en el caso de Brian De Palma, que era un fiel utilizador de la técnica como recurso para manejar el suspenso en sus películas.
Vortex hace recordar a la ganadora del Oscar a película internacional Amour del austriaco Michael Haneke. Son dos cintas bastantes similares que profundizan en el mismo tema. Incluso Gaspar Noé se ha declarado un gran fan de Amour. Eso sí en la cinta de Haneke hay una mayor exageración de la dimensión dramática de la trama; en cambio Noé tiene una visión más humana y compleja sobre este problema. Ambas cintas tienen la crudeza peculiar que acostumbran estos directores.
Los actores también hacen un papel fenomenal en la obra. A la actriz Françoise Lebrun, su interpretación de una señora mayor de edad con problemas mentales le sale muy natural y realista. Otro que sorprende es Darío Argento, quien a pesar de no ser actor de profesión se luce en su papel. Argento es uno de los grandes directores en la historia del cine de terror, el padre del “Giallo italiano”, que ha dirigido películas como Suspiria.
L´enfant terrible del cine dirige acá su obra más comprometedora, humana y personal. Quizás en sus próximas películas veremos a un Gaspar Noé más calmado y reflexivo, no tan disruptivo y violento como acostumbraba a ser. No es mi favorita, pero se le nota la madurez para relatar una historia tan dura sin caer en el morbo. Una sencilla obra de uno de los directores más interesantes del momento. Se encuentra disponible en la plataforma Mubi.
Ficha Técnica
Título: Vortex
Duración: 2h 22min.
Año: 2021.
Dirección: Gaspar Noé
Guion: Gaspar Noé.
Reparto: Dario Argento, Françoise Lebrun, Alex Lutz.
País: Francia.
Productora: Coproducción Francia-Bélgica-Mónaco; Rectangle Productions, Wild Bunch, Les Cinemas de la zone, KNM, Artemis Productions, Srab Films, Les Films Velvet, Kallouche Cinéma.
Plataforma: MUBI.