Por Romina Burbano Pabst
Al entrar, nos entregan un fragmento de pantalla de televisor: un círculo translúcido, holográfico, que atrapa la luz y la dispersa en destellos. Un resplandor extrañamente familiar inunda la sala. Una luz entre fría y cálida que no se decide del todo, se esparce como la niebla entre la montaña. Elegí sentarme en una esquina del piso, acerco el fragmento de pantalla de televisor a mis ojos y, por un instante, lo que estaba frente a mí había cambiado. La realidad adquiría otro tono, otra textura, hay formas que se insinúan, colores que vibran en aquella transparencia y sombras que parecen flotar a la deriva.
En Revelar, Daniella Santibáñez propone una nueva forma de experimentar la danza, junto con instrumentos que el público puede manipular y con ello crear o, más bien, “revelar” otra danza. No se trata solo de mirar, sino de sumergirse en un estado, donde la luz y el cuerpo se despliegan en capas de visibilidad llenas de delicadeza y gracia. La escena, por tanto, se convierte en destellos de luz vivos: la intérprete es un negativo fotográfico expuesto a la luminosidad, mientras que el público, con su fragmento de pantalla en las manos, juega a revelar nuevas imágenes.
La puesta en escena no es solo un fenómeno que ilumina; es un cuerpo en sí mismo, mutable, vibrante, capaz de transformar la piel y el espacio. El cuerpo está y a la vez no, Daniella Santibáñez nos sumerge en una experiencia donde el cuerpo deviene superficie fotosensible, un umbral donde la luz se expresa. La danza se adentra a esta narrativa como un tiempo de exposición: una imagen que aparece lentamente y se desarrolla en un delirio lumínico. Así Revelar, se presenta como una técnica fotográfica que captura el movimiento de la luz (sol) a lo largo del tiempo en imágenes.
La intérprete convierte su piel en una superficie fotosensible, su proyecto Ensayos sobre la luz, son largas exposiciones bajo el sol. Como resultado, Daniella ha desarrollado un rastro lumínico que captura el desplazamiento del sol sobre el cuerpo, dibujando líneas etéreas, movimientos continuos: una traducción de la luz solar a un lenguaje corporal. Aquí, la danza y la fotografía no solo dialogan, sino que también capturan y transforman; lo efímero se inscribe en la retina, la memoria y la piel.
Miré por el fragmento de pantalla de televisor, su silueta emergió entre destellos blanquecinos, azules y anaranjados. Envuelta en transparencias, la intérprete se desplaza en un espacio que parece suspendido en el tiempo, su figura queda plasmada en la transparencia. Aquí la luz no solo ilumina, sino que también, crea y revela. A diferencia de (Aparecer, 2021) y Develar (2023), obras que pertenecen a Ensayos sobre la luz, la danza no solo responde a la claridad y la sombra, sino que al convertirse en un negativo vivo, su cuerpo interactúa con la materia y que, como el papel fotográfico, es capaz de captar la luz para devolverla transformada. Es así que en Revelar, el movimiento de la luz se revela a través del cuerpo.
Todo esto adquiere mayor potencia junto con el diseño sonoro en vivo de Valentina Maza, que se convierte en un compañero omnipresente de la danza de Daniella Santibáñez. La música y los sonidos experimentales no son meros accesorios, son por sí mismos una extensión de la danza y de la luz. El sonido parece tener una textura líquida, a veces retumbante, como si emergiera desde las profundidades del espacio, siguiendo el ritmo de la luz que se despliega y transforma constantemente. La música se une a la danza, sutil y delicadamente, de tal manera que cada movimiento en el escenario parece resonar, como si los cuerpos estuviesen hechos solo de colores y vibraciones. A medida que la intérprete se mueve, el sonido acompaña su gestualidad, a veces con suaves susurros, otras veces con una intensidad que nos envuelve, con capas y texturas en sus sonidos que invitan al espectador a contemplar.
El sonido no es solo un fondo, sino que toma protagonismo, desbordando los límites del espacio escénico e infiltrándose en los cuerpos del público. Es un trabajo que Daniella Santibáñez ha mantenido a lo largo de sus creaciones, observando el diseño sonoro como un creador de atmósferas, invitando a escena a artistas, transformando lo que está sucediendo en ese espacio como una experiencia sensorial única.
La interacción entre la luz, el cuerpo y la música, revela lo que está detrás de la danza: la memoria del movimiento, los cuerpos suspendidos, la energía del espacio, la percepción a través de todos los sentidos. Nos despoja de lo cotidiano para llevarnos a un lugar de contemplación y admiración. Trae de vuelta la belleza de una danza que no se desborda en nimiedades y exageraciones. El sonido y la danza se desvanecen tan suavemente como llegaron, dejando tras de sí un eco reforzando la idea del cuerpo en relación a la luz como superficie sensible, transformado por el tiempo y la exposición.
¿Es la luz la que revela al cuerpo o el cuerpo el que da forma a la luz?
Revelar, se convierte en un paisaje onírico y apoteósico donde el cuerpo y la luz se entrelazan en un diálogo silencioso. Cada elemento escénico contribuye a una sensación de trance, un viaje donde la mirada se expande y la percepción se agudiza. Al igual que la luz, aquí el tiempo no transcurre de forma lineal, sino que se despliega en capas, texturas, colores y movimientos; en exposiciones prolongadas donde el cuerpo nos recuerda que todo lo visible es, en esencia, un vestigio de lo invisible. Revelar, nos deja una sensación suave y cálida y nos adentra a la pregunta de si, en lo efímero de la luz y el movimiento, lo que realmente se revela es el propio acto de contemplar.
Ficha Técnica
Título: Revelar
País: Chile
Dirección- Producción y Performance: Daniella Santibáñez
Diseño Sonoro y performance: Valentina Maza
Diseño escénico: Ignacio González Lagos
Diseño y realización de vestuario: Nibaldo Manríquez
Diseñador y operador lumínico: Nicolás Jofré Sotelo
Teaser y fotografía: Hurto Visual
Acompañamiento teórico y escritural: María Betania González
Agradecimientos: Daniela Marini, Carolina Bravo, Bárbara Pinto, Tiziana Panezza, Colectivo Ceis 8, Rayen Huerta
Con el Apoyo a la creación de Fundación Cuerpo Sur a través del Programa de acompañamiento y Dirección en Artes Vivas Avanzada Sur.
Edad recomendada: +14 años
Duración: 40 min
Coordenadas
Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM)
Sala B1 (Edificio B, piso 2)
Desde el 7 de Marzo al 22 de Marzo 2025 (Excepto 8M)
Conversatorio posfunción: 20 de Marzo
Jueves a Sábado 19hrs