Crítica de El Velorio: «Un drama tan potente sobre lo absurdo de la vida»

Crítica de Teatro

El Velorio: «Un drama tan potente sobre lo absurdo de la vida»
Por Galia Bogolasky

Álvaro Rudolphy escribe y dirige “El Velorio” que se está presentando hasta fin de mes en el Teatro La Comedia. La obra es protagonizada por los hermanos Ana y Gabriel, interpretados por Tamara Acosta y Cristián Carvajal respectivamente, quienes están velando a su padre que acaba de morir. Todo se complica cuando llega inesperadamente la madre que los había abandonado cuando niños, interpretada por Grimanesa Jiménez.
La llegada de la madre provoca que empiece a salir a flote el oscuro pasado de esta familia, dónde Ana es la víctima de una familia desequilibrada que no saben como lidiar con su discapacidad mental.  Gabriel es el hermano que se tiene que hacer cargo. Ella sufre por la muerte de su padre, quien supuestamente siempre la quiso y la protegió, a pesar de que Gabriel piensa distinto.  Mientras la historia se va desarrollando, se van develando oscuros episodios de su vida, lo que Gabriel siempre hace notar en el relato; su padre no sólo era un mal padre sino que también era un mal hombre.
La historia se desarrolla entre el drama de la muerte de este padre que afecta a Ana profundamente, con el conflicto económico con el que debe lidiar Gabriel. Todo esto aumentado por la llegada de esta madre, una mujer que uno pensaría, y los hermanos también, que llega a pedir perdón por haberlos abandonado, pero hace todo lo contrario. Ella se aleja del estereotipo de la madre abandonadora, es una mujer fría y egoísta, con cero remordimiento.
“El Velorio”  es una obra que se autodenomina “comedia negra” pero creo que está lejos de ese género. Es un drama por donde se le mire. Hay pocos momentos divertidos, ya que la historia en si es bien triste y dolorosa. Ana tiene una enfermedad mental, que no se especifica cuál es, pero que genera en el espectador una empatía en el personaje del que jamás nos podríamos reír.  Su madre se burla de ella y la trata de “tontita”, algo que quizás el autor podría haber querido que sonara divertido, a través de ese humor negro, pero suena profundamente dramático. Ya no estamos en los ochenta cuando reírse de las personas con retraso mental era normal. Ahora simplemente no da risa. En eso hemos crecido como sociedad, y nadie se reía con esos comentarios. Luego está el drama de la madre que abandona a una hija con problemas, dejándola a cargo de un padre abusador, y un hermano igual de cruel, que se aprovechaba de su condición para ganar plata. Estos hechos del pasado familiar son extremadamente dramáticos, y no funciona el concepto de “comedia negra” en ese contexto.
La obra tiene momentos más de comedia del absurdo, sobre todo cuando llega el hijo “no reconocido” del padre muerto, interpretado por Jaime Leiva. Es una escena que ronda lo ridículo y que el resultado de lo que va a pasar es predecible, pero funciona al darle un tono “más liviano” a la obra por un momento. Es la escena que genera más risa en la audiencia.
Lo que más destaco de este montaje es la actuación de Tamara Acosta. El desafío de interpretar a alguien con un problema mental es enorme, pero hacerlo como ella lo hace, en esta historia es un gran logro a nivel actoral, dándole una profundidad al personaje, que se roba la obra. Todo lo demás es secundario. Es la mejor actuación que le he visto a esta prolífica actriz, con mucha experiencia en teatro, en cine y en TV. Pero acá sobresale.
Cristián Carvajal es otro gran actor chileno, que ha pasado por innumerables personajes en el teatro, pero acá es el que más se ajusta al concepto “comedia negra” logrando un par de momentos divertidos, y otros bastante terribles. Logra desarrollar capas del personaje, un tipo ambicioso, egoísta, y manipulador, que trata de parecer un tipo preocupado y cariñoso. Es el hijo de su papá. El que lo odia pero que heredó todo lo que lo hace odiarlo.  Muy bien logrado.
“El Velorio” nos hace pensar en lo absurdo de la vida y de las relaciones familiares, tan complejas como importantes. La historia plantea el drama íntimo de una familia, cosas tan privadas como universales, desde la discapacidad mental hasta los dramas económicos, desde el abandono hasta el amor fraternal. Para que funcione mejor le sacaría el rótulo de “comedia negra” porque el drama es tan potente que no genera risa.
Coordenadas “El Velorio”
Funciones: jueves, viernes y sábados a las 21:00 horas, desde el 29 de septiembre y hasta el 28 de octubre.
Reservas y más información a los fonos: +5622 639 15 23 o al +5622 639210.
Teatro Ictus, sala La Comedia, Merced 349 – Barrio Lastarria.
Ficha Artística
Dirección y dramaturgia: Álvaro Rudolphy.
Elenco: Tamara Acosta, Cristián Carvajal, Grimanesa Jiménez, Jaime Leiva.
Diseño Integral: Catalina Devia.

Producción: Cristián Carvajal.

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