Por Vanessa Vidal Durán
Adolescencia es la miniserie de la plataforma Netflix de la que todos hablan. Aplaudida tanto por la crítica y la audiencia, con tan solo cuatro capítulos, nos entrega una historia sólida con personajes increíbles, creando un imaginario lleno de realismo que parece sacado de la cotidianidad misma por lo verosímil del trabajo audiovisual en su conjunto.
Con tan solo 13 años, Jamie Miller es arrestado por sospecha de homicidio -apuñalamiento- de una compañera de su escuela. La trama gira en torno a resolver este hecho, desentrañando la personalidad del protagonista, averiguando el móvil del crimen.
Lo que nos sorprende de Adolescence -título original- son numerosos aspectos. Primero que todo, nos damos cuenta que no hay cortes en los capítulos. Es decir, cada uno de ellos es un gran plano secuencia de una duración aproximada de una hora cada uno. Esto no solo aporta a este salto de realismo, sino que también opera fortaleciendo una atmósfera de misterio, suspenso, potenciando el drama que cada capítulo nos entrega.
La cinematografía es maravillosamente compleja. Despierta en nuestro imaginario la autenticidad del relato, favoreciendo su narración de forma continua. Recorremos los espacios tanto abiertos como cerrados cuan espectador omnisciente, lo que nos permite adentrarnos a la historia de forma férrea, sintiendo y acompañando la trama y las interpretaciones.
Las actuaciones son de lujo. Jamie, interpretado por Owen Cooper, es un actorazo. Todos lo son, pero se destaca por su gran rango actoral siendo muy pero muy joven. Es capaz de sostener de forma continua escenas sumamente largas, debido al tratamiento audiovisual de una sola toma, lo que es totalmente admirable y destacable. Cada personaje, por lo demás, pareciera sacado de la realidad, desde el estilo de actuación hasta la complejidad de los personajes, pasando por los padres y hermana del joven Miller, quienes están a cargo del caso y la psicóloga.
La historia conmueve con la humanidad de los personajes, y trata tópicos contemporáneos como el uso de las redes sociales, la misoginia, el bullying, entre otros. El guion logra una intensidad naturalista que se ve reflejada en los ítems anteriormente señalados. Adolescencia conmueve y desgarra. Cada capítulo es parte de un gran relato pero tiene elementos propios, bien elaborados y constituidos que funcionan como una especie de acto en este símil al teatro, debido a lo vívido que es a la hora de interpretar sin corte alguno, en una sola toma.
Jack Thorne y Stephen Graham, sus creadores, se vieron inspirados por casos de jóvenes atacando a mujeres en el Reino Unido, cuestión que les llevó a preguntarse el porqué estaba sucediendo esto. De esta manera se crea un relato potente que trata la masculinidad llena de ira, de cómo se forman a los adolescentes comparado con las crianzas anteriores, con sus similitudes y diferencias.
Adolescencia es una miniserie que tiene numerosos elogios y que, por fortuna, no está sobrevalorada, sino que tiene el valor que merece, el cual es alto. Su trasfondo, su forma de trabajarlo y construirlo en una pieza que no solo es útil para el entretenimiento sino que, de una u otra forma contribuye para el entendimiento de temas difíciles de tratar, de forma respetuosa y extremadamente prolija. Totalmente recomendada, ya que es una de las apuestas mejores logradas del año y de la plataforma, por lejos.
Ficha técnica
Título original: Adolescence
Género: Drama criminal, Drama psicológico
Creado por: Jack Thorne, Stephen Graham
Escrito por: Jack Thorne, Stephen Graham
Dirigido por: Philip Barantini
Elenco: Stephen Graham, Owen Cooper, Ashley Walters, Erin Doherty, Faye Marsay, Christine Tremarco, Mark Stanley, Kaine Davis, Jo Hartley, Amélie Pease, Austin Haynes, Lil Charva, Elodie Grace Walker
Compositores: Aaron May, David Ridley
Cinematografía: Matthew Lewis
País: Reino Unido
Año: 2025
Capítulos: 4
Duración: 51–65 minutos
Idioma: Inglés
Plataforma: Netflix