Crítica de Serie “Merlí”: El perfecto acercamiento a la filosofía y el pensamiento crítico

Por Pablo Troncoso

Merlí es una serie de origen español, emitida entre el 2015 y el 2018 por la televisión catalana TV3, que pronto llegaría a plataformas de streaming como Netflix en España. La premisa era sencilla, un profesor de filosofía -del mismo nombre de la serie- que tras haber estado cesante unos meses logra conseguir trabajo en la escuela secundaria de su hijo. Prontamente desarrollaría un vínculo personal con la mayoría de los alumnos de la clase pues, de manera disruptiva a la forma convencional de la enseñanza, haría su estilo único en el Instituto Ángel Guimerá.

La serie se concentra en el desarrollo interpersonal de cada alumno influenciado con las enseñanzas de Merlí, ¿poco ético? En la realidad no cabría duda, pero el objetivo con el que se sostiene la serie es poder transmitir a la audiencia tópicos tan profundos sostenidos por los filósofos y autores de gran calibre de todos los tiempos como Sócrates, Platón, Foaucault, Nietzsche, Hobbes o Marx, donde cada episodio está direccionado y entrelazado con la idea principal que Merlí le quiere transmitir a sus alumnos sobre el autor que ven en clases. Esta premisa siembra planteamientos tales como ¿realmente sabremos si hemos sido felices hasta que llegue nuestra muerte?, ¿Qué es el amor?, ¿el género es una construcción social? Efectivamente, la serie no tiene ningún pelo en la lengua al hablar temas como la sexualidad, suicidio o el sentido de la vida en unos adolescentes que enfrentan un apogeo de problemas y cuestionamientos sobre su identidad o moral.

El protagonista, el excéntrico profesor Merlí Bergeron, interpretado por Francesc Orella, logra capturar un personaje complejo, sensible, tosco, directo y con una capacidad de comunicación que realmente emula a la de un profesor. Cuando oyes a Merlí estás sentado en el aula en vez de estar viendo una pantalla, ¿será que el Orella habrá tenido talento para ser profesor en la vida real o habrá profesores que son eclipsados por el talento del actor? Con el paso de la serie vemos que «ser el mejor dentro del instituto» también acarrearía una presión para uno de los coprotagonistas de la serie, Bruno Bergeron, interpretado por David Solans, quien a propósito llevará consigo el peso, además, de la aceptación de su homosexualidad por el estigma y prejuicio social.

Otro de los puntos fuertes de la serie es el carisma del elenco completo, cada uno de los personajes brilla por su personalidad, aunque algunos sí caen en estereotipos como el «raro del curso» o el «popular», pero que entenderemos con profundidad su subjetividad y cómo la relación entre los compañeros va transmutando por la perspectiva filosófica que van adhiriendo a sus vidas a medida que vamos avanzando con las clases. Lo genial es que al tratarse de una escuela pública, trae a diferentes personajes de distintos sectores sociales. Es decir que no tenemos un arquetipo de personajes poco variado sino que la serie pone en la palestra a personajes de distinta clase social, sexualidad y psicología.

La dirección y producción tampoco se queda atrás, por ejemplo, cuando se explica El Mito de la Caverna de Platón, Merlí va a hacer clases particulares a uno de sus alumnos del aula, Iván Blasco, quien padece de agorafobia, un trastorno que le impide estar en espacios abiertos y desarrollar sus actividades sociales con normalidad.

La serie realiza una serie de decisiones audiovisuales que configuran un ambiente grato y alegórico: la cámara comienza con un point of view dentro de una caja, donde una tenue luz cálida ilumina la sala abarcando solo una parte del rostro de Merlí, como si realmente estuvieran encerrados en una cueva. El profesor le ordena a Iván que apague la luz y enciende una vela para enseñarle la historia de cómo los hombres atados por las manos y los pies estaban encerrados en una cueva (es decir, la caja) y solo podían ver la sombra que proyectaban las figuras al pasar por el fuego de la vela, creyendo así que esa era toda la realidad. Hasta que uno de los hombres logra desatarse (momento en que Merlí toma una de las piezas de su ejemplo y la pone frente a su pupilo) y ver el exterior, donde la intensidad de la luz del sol le afecta a los ojos, pero poco a poco éste, al acostumbrarse, logra ver con nitidez la vida que lo rodea. Tras esta explicación Merlí le pide a Iván que lo mire a los ojos para decirle: «yo te sacaré de la caverna», al mismo tiempo en que le ilumina la cara con una linterna haciendo una reproducción simbólica del rol que tiene él como filósofo y profesor en alguien que padece de este trastorno que le impide contemplar y disfrutar de la realidad. Todo ello acompañado de una banda sonora sensible con el piano, muy ajustada a lo que estamos viendo en nuestra pantalla.

Lo malo de la serie es su secuela, Merlí Sapere Aude, que trata de la historia de Pol Rubio, el alumno favorito de Merlí y quien toma el rol de ser el discípulo que promete seguir los pasos de su profesor al inscribirse a la Universidad a estudiar filosofía en Barcelona. No es mala por el protagonista o por los demás personajes, sino porque Merlí dejó una vara demasiado alta como para haber intentado abrir más el universo de la serie, pues ésta, a diferencia de su predecesora, deja arcos de personajes demasiado abiertos, un desarrollo artificial el ellos y toca pocos tópicos que realmente estuvieron en la naturaleza de la serie anterior. Le faltó demasiado cariño, sobre todo en la segunda temporada que no vale la pena terminar de verla.

Merlí no es una serie estética, sus personajes no brillan por lucir un vestuario o un rasgo particular excéntrico, ni una obra «de culto», porque tampoco es necesario saber quiénes fueron los grandes filósofos de la historia para poder disfrutarla. Es una serie dramática, atrevida y por encima de sus otras cualidades, es introspectiva, ya que realmente puede valer la pena ponerle pausa para poder a procesar la información, o más bien, tomarnos el tiempo para contestar las preguntas que nos plantean los episodios y poder conversar con tu círculo social.

Ficha técnica

Título: Merlí

Duración: 50 minutos

Temporadas: 3

Episodios: 40

Producción: Veranda TV

Dirección: Eduard Cortés

Guion: Héctor Lozano, Mercé Sárrias y Laila Aguilar

Tema principal: El vuelo del moscardón, Nikolái Vodka

Idioma original: catalán

Fecha de estreno: 14 de septiembre 2015

Plataforma: Netflix

 

 

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