Crítica de serie “Soundtrack”: La banda sonora de tu vida

 

Por Galia Bogolasky

En estos tiempos cuando encontrar una joyita en Netflix se hace cada vez más difícil, sobre todo cuando el mérito es propio y nadie te la recomendó, es aún más maravilloso. La joyita a la que me refiero es Soundtrack una serie norteamaricana estrenada a fines del 2019 por esta plataforma, que trata sobre una relación de pareja y los personajes que la rodean, todo esto en un formato “musical”, con una banda sonora que interpretan los mismos personajes a lo largo de los diez capítulos que componen esta serie.

Los protagonistas son Nellie y Sam, una pareja que viene de mundos muy diferentes, pero que de alguna manera se enamoran y tienen una bella historia de amor, hasta que la vida los separa trágicamente.

La serie cuenta la historia de esta pareja a través de su entorno, y a través de los años, pasando del presente al pasado, y viceversa. Por un lado, muestra todo el proceso cuando se conocen, se emparejan y crece esta historia de amor y, por otro lado, años después, cuando uno de ellos no está, pero están unidos por un lazo que nunca los va a separar.

Lo especial de la serie es que cada capítulo se centra en dos personajes y les pone nombre como tracks: «Track 1: Nellie and Sam», «Track 2: Joanna and Nellie», y así, hasta último capítulo, pasando por todo el mix de  personajes que son parte del círculo de esta pareja: familia y amigos.

Soundtrack es una serie creada por alguien que sabe de series musicales; Joshua Safran, creador de la serie Smash, muy subvalorada, del 2012Esta vez el giro es que, siendo una historia con base bien dramática, está rodeada por un tono de comedia romántica que funciona muy bien. Las canciones son interpretadas en formato playback, con una puesta de escena en formato musical: con música, bailes, luces, vestuario, todo de excelente calidad en el arte y ambientación, con escenas que son insertadas en ciertos momentos y que logran una fluidez en el giro dramático, sin desprenderse del tono de la serie. Esto es muy difícil de lograr, pero aquí se hace de manera muy delicada, con un aporte artístico de relevancia.

Cabe mencionar otra serie que también aplica este concepto, pero en tono de comedia. Me refiero a Crazy Ex Girlfriend, una serie hilarante, pero que le falta calidad en la puesta en escena. En esta historia, el desafío era doble, ya que insertar un musical, con puesta en escena y todo, en un drama no es fácil, y no resulta tan natural como en Crazy Ex Girlfriend. La otra diferencia es que en esa comedia, la protagonista cantaba directamente las canciones. En Soundtrack son playbacks de frentón, y no buscan emular una interpretación de los actores.

Las actuaciones de los protagonistas son sólidas, Sam (Paul James) y Nellie (Callie Hernandez) se lucen como una pareja distinta; él, afroamericano, que viene muy de abajo, y ella con una madre estrella de cine (Madeleine Stowe, siempre impresionante) y un respaldo económico importante. Mientras él lucha por salir de la situación económica en la que se encuentra, ella no tiene ese tipo de preocupaciones. Lo que los une es que ambos son artistas y tienen grandes sueños. El tema es qué tanto pueden arriesgar por conseguirlos. Lo que los diferencia es que los sueños para ella son mucho más tangibles que para él, ya que literalmente no se puede vivir por “amor al arte”.

Soundtrack es una serie que tiene una historia con un argumento sólido, con grandes personajes, maravillosos secundarios, y una banda sonora inolvidable. El final queda muy abierto así que se entiende que viene otra temporada. La esperamos con ansias.

Título: Soundtrack

País: Estados Unidos

Género: Drama musical

Guion  : Joshua Safran

Elenco: Paul James, Callie Hernandez, Marianne Jean-Baptiste, Jenna Dewan, Jahmil French, Megan Ferguson, Isaiah Givens, Madeleine Stowe, Scott Campbell

Compositores:  Andrew McMahon, Zac Clark, James S. Levine

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