Crítica de Teatro “Cada vez que digo mamá”: La inquieta pregunta por la maternidad… y la orfandad

Por César Farah

La maternidad es, muy posiblemente, uno de los fenómenos de la humanidad más ambivalentes de los que se pueda hablar. Por un lado, completamente natural y biológicamente constituido y, por otro, socializado y vinculado a diversas instituciones políticas a través de la historia.

Cada vez que digo mamá, precisamente, trabaja este problema o, al menos, lo cuestiona. La historia que vemos en escena es la de una mujer que busca a su madre, de quien la han separado desde niña, una mujer que no sabe cómo ser hija, frente a una madre que tampoco sabe como ser madre y una amiga de la primera que, en el fondo, es el catalizador de sabiduría entre ambas.

La dramaturgia de Daniel Henríquez se concentra en construir tanto el problema del reencuentro de la madre y la hija, como de la investigación que debe producirse para escenificar dicho reencuentro. En este sentido, los diálogos explican bien los hechos, alinean la historia y no dejan nada al azar, aunque tampoco mucho espacio para la interpretación.

Las actuaciones a cargo de Shlomit Baytelman, Alejandra Díaz y Carolina Larenas, son, todas, sólidas. Cada una de ellas desarrolla su trabajo desde perspectivas actorales diversas, así, la verdad escénica, la emocionalidad y la capacidad de construir seres alternos a la cotidianidad a lo largo del montaje, es precisa en cada una de ellas, especialmente, en Carolina Larenas que, si bien interpreta al personaje que funciona como puente entre “la madre” y “la hija”, logra sostener la escena desde el fondo, permanentemente a lo largo de toda la obra.

La dirección de Jaime Guzmán establece el montaje de forma clara, narra una historia, ordena los hechos, formula una lectura sobre el tema y pone en el tapete preguntas sobre las relaciones familiares, la historia personal y social, la maternidad y el devenir en hija, en congruencia con el texto.

El diseño escénico de Koke Véliz se relaciona bien con el montaje, se apropia de las acciones, de la atmósfera de la obra y se hace parte del mismo, tal como lo hace la música de Rodrigo Belmar.

Cada vez que digo mamá es un trabajo que relata una historia y plantea una visión de mundo a partir de un hecho tan cotidiano y extraño como la maternidad, pero también (y esto se ha dicho poco sobre esta obra) también sobre la orfandad, sobre el lugar de la falta y el abandono, lo que, como reverso de la historia, resulta más interesante aún.

Ficha Artística 

Título: “Cada vez que digo mamá”

Dramaturgia: Daniel Henríquez

Dirección: Jaime Guzmán Brantes

Actrices: Shlomit Baytelman Albala, Carolina Larenas Henríquez, Alejandra Díaz Scharager

Diseño escénico: Koke Velis

Composición musical e intérprete: Rodrigo Belmar

Vestuario y peinados: Fabián Torres

Producción General: Moisés Norambuena Nachari

Coordenadas:

Funciones: desde el 9 hasta el 24 de noviembre. Todos los miércoles y jueves a las 20 horas.

Venta de entradas a través de Ticketplus y en la Boletería de Teatro ICTUS (Merced 349, Barrio Lastarria, Santiago)

Valor: $7.000 general más cargo por servicio.

$4.000 estudiantes.

 

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