Crítica de teatro “El laúd francés”: La realidad desde distintas miradas

 

Por Galia Bogolasky

El laúd francés es la cuarta obra de teatro de The Cow Company, a través del concepto Living Teatro. Al igual que las anteriores también fue escrita por Rafael Gumucio y protagonizada por Amparo Noguera, Luis Gnecco y Gabriel Urzúa.

La obra, que cuenta con los mismos actores que en las obras anteriores de la compañía, que se han hecho vía Zoom, relata una conversación virtual entre tres apoderados de un colegio de élite, que se desahogan frente a la intensidad de los estudios de sus hijos a través de la pantalla, ya que no pueden ir al colegio debido a crisis sanitaria que estamos viviendo con el Covid-19.

En El laúd francés los personajes hablan de las actividades de sus hijos y el papel del colegio en sus vidas, de cómo las exigencias, las tareas, los encargos de los profesores los están volviendo locos, lo que hace aflorar sus conflictos y distintos puntos de vista. Todo eso bajo un fondo de música antigua, que demuestra de inmediato la clase social de los personajes, agregando, además, la puesta en escena, el vestuario y la actitud de los personajes.

Amparo Noguera es Violeta, una madre angustiada por la presión que está viviendo su hijo Borja con las tareas del colegio. Luis Gnecco es Ulises, que trata de lidiar con los dramas de su hija con las clases online, y Gabriel Urzúa es Vicente, el más relajado con este ambiente que están viviendo con tanta presión sobre sus hijos.

La obra comienza con una conversación distendida de estos apoderados, que quieren desahogarse y compartir experiencias que han vivido con sus hijos bajo esta nueva modalidad de clases virtuales. Pero al poco andar, la obra toma otro rumbo cuando Violeta les cuenta que su hijo Borja toca el laúd francés, algo que les parece a lo menos insólito y poco creíble a Ulises y a Vicente, además de ser algo totalmente arribista y que no tiene mucho sentido. Por lo que la invitan a admitir la mentira, pero ella se niega e insiste que su hijo está tocando el instrumento que, ni siquiera existe como tal.

Ulises dice: “El laúd francés me parece una exageración. Te fuiste al chancho, es demasiado” a lo que Violeta responde: “El laúd francés es francés y el cabro lo toca como los dioses”. Vicente agrega: “Si existiera el laúd francés sería una tortura que lo hagas tocar eso”.

Ulises alega por la situación que están viviendo que “Estamos pagando una cosa que no existe”. Mientras Violeta dice: “Yo soy la profesora y me andan cobrando. Me deberían estar pagando a mi lo que pago por el colegio” y Vicente le responde: “Seguro que pagas el colegio con lo que ganan los profesores”.

Además surgen temas de contingencia, como cuando Ulises dice: “Este país es como un colegio. El profesor se llama Mañalich, siempre retándonos” haciendo alusión al reto del Ministro a la ciudadanía la semana pasada cuando los contagios se dispararon. Esto demuestra que la obra está escrita bien encima de la fecha de la función, así como han estado estrenando una obra semanal, siempre haciendo una conexión con la actualidad.

La obra plantea un conflicto que están viviendo muchos padres, teniendo que hacerles clases a sus hijos, hacer las tareas con ellos, mientras al mismo tiempo tienen que trabajar y hacerse cargo de la casa. Finalmente, todo esto se vuelve un estrés constante, y algo difícil de manejar.

El laúd francés es una obra que habla de la lucha de clases, del arribismo, de ciertas pretensiones, del resentimiento social y de cómo hay personas que eligen poner a sus hijos en un colegio para escalar socialmente, mientras otros lo hacen por tradición familiar, y lo que significa eso para una familia. El choque entre estas distintas visiones sobre la elección de un colegio es lo que genera el conflicto más interesante, ya que es algo tan real, tan chileno, sobre la importancia del colegio en el que estudiaste para etiquertarte en una cierta categoría.

Después de la función Rafael Gumucio explica que se inspiró en colegios como el Santiago College y el Verbo Divino, colegios de élite, donde esto es muy común, a pesar de que él admite no conocerlos de cerca.

La obra también habla sobre lo que significa el punto de vista, y cómo una misma situación puede ser mirada desde distintos lugares, distintas perspectivas, y visiones de mundo totalmente distintas.

El laud francés es la obra más consistente de las que se han presentado en esta temporada de Living Teatro, ya que plantea un conflicto real, concreto, contingente y muy chileno.

Coordenadas

El Laúd francés

15-may. 20:30 – 21:30

$4000 en thecowcompany.com

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