Por Galia Bogolasky
El Nudo es la nueva coproducida por GAM con Teatro La Mala Clase, que trata sobre distintas perspectivas que tienen que ver con el feminismo, el patriarcado, el abuso y los cambios sociales en un liceo del sur de Chile.
La obra es dirigida por Aliocha de la Sotta y es coescrita por Isidora Stevenson y Bosco Cayo. Cuenta con las actuaciones de Paulina Giglio, Cecilia Herrera, Jaime Leiva, Mónica Ríos y Bosco Cayo, quienes interpretan distintos personajes, muy en el estilo que la compañía suele trabajar.
El punto de partida es cuando un grupo de estudiantes del centro de alumnos, logra juntar plata para irse a un viaje de estudios, pero sólo les alcanza para ir a Bolivia, lo que genera el primer conflicto en el grupo.
Luego vemos a una profesora feminista que se enfrenta a las distintas situaciones que ocurren en el colegio, que ofrece talleres de teorías feministas a las alumnas y un taller de nuevas masculinidades para los varones.
También aparece una mujer musulmana que una profesora trata de proteger, sin saber que se está metiendo en un problema mayor.
Así, suceden varias escenas, con diferentes personajes, que van planteando temáticas que tienen que ver con los cambios sociales que está enfrentando la directiva de este liceo ubicado en un pequeño pueblo en el sur de Chile.
La llegada del movimiento feminista es una de las grandes temáticas que aborda la obra, donde los profesores y estudiantes deben sobrellevar distintas situaciones que se conjugan en una obra dinámica, entretenida, pero al mismo tiempo, que se hace cargo de un tema muy contingente hoy en día, como es el límite que deben poner los profesores para no sobrepasarse con los estudiantes.
También surge otra historia en la obra, que podría ser la más conflictiva y la que gatilla el drama, que es un alumno trans que, a pesar de ser aceptado por sus compañeros y su padre, llega a tener una relación que podría ser problemática con un profesor, generando sospecha de abuso, lo que hace más ruido del que el estudiante estaba preparado para enfrentar.
Los estudiantes deben hacerse cargo de los temas que les preocupan, y para eso deben enfrentar a la directora del colegio, a los profesores y apoderados, que cada uno desde su propia mirada, deben adaptarse a los nuevos tiempos. Todos estos temas van provocando una revuelta de los estudiantes que involucra a toda la comunidad escolar, y que se va agrandando a medida que avanza la obra.
La destacada directora Aliocha de la Sotta presenta una puesta en escena interesante, con una cancha de básquetbol como telón de fondo, y unos casilleros que van rotando de lugar, generando un movimiento en escena. Los personajes están vestidos de fucsia, color que podría representar el feminismo, pero que, al ir cambiando de personajes, se mantiene, generando una pequeña confusión al identificar el personaje. Sin embargo, las excelentes actuaciones logran generar esa diferencia entre los distintos personajes que van interpretando en la obra, logrando un movimiento constante y una obra dinámica, muy necesaria para este tipo de obras.
A eso podemos añadir que el aporte de la música trap en un par de escenas, y personajes más en tono comedia, en un tono absurdo, aportan al universo que caracteriza el trabajo de la compañía La Mala Clase, que logra incorporar temas relevantes, y profundos en un contexto más “liviano” y entretenido.
La educación actual bajo la perspectiva de este grupo de personajes funciona de manera notable, ya que logran poner en la palestra una temática que es necesaria y que vale la pena discutir, sobre todo pensando que el movimiento feminista, el rol del patriarcado en los jóvenes y la lucha por los derechos de las minorías sexuales en el ambiente educacional son fundamentales. El colegio o liceo es el lugar donde todo comienza y marca para siempre la vida de una persona, pero muchas veces, los adultos que integran el colegio no están tan preparados para enfrentar estos cambios, y eso es lo que plantea la obra de manera muy novedosa y contemporánea. Son dos generaciones que se enfrentan en un momento clave, lleno de cambios y de revelaciones. La forma de abordar esas problemáticas es lo que hace que la obra cobre tanta importancia para nuestra sociedad.
Aliocha de la Sotta logra poner en escena una temática difícil, pero de manera dinámica, actual y entretenida, mostrando un universo tan cercano y actual, donde a través del humor absurdo, genera un contenido innovador. La dramaturgia de Bosco Cayo y de Isidora Stevenson funciona a la perfección generando ese tono gracioso que logra matizar ese drama tan intenso que tiene que ver con temas sociales rudos, sobre todo en algunos sectores de la población, que son los más afectados, los más abandonados.
El concepto del nudo, que titula la obra, se refiere a algo que ata todo, que tiene que ver con los roles de género, las diferencias y las similitudes que pueden ocurrir en un lugar donde se encuentra un grupo diverso de personajes. En momentos transformadores como los que estamos viviendo en Chile, esta obra se presenta como un montaje reflexivo y al mismo tiempo es un espectáculo artístico muy bien logrado, que une el humor, el baile, la música y una historia actual bien contada. Lo que no nos ata, nos hace más fuerte
Título: El Nudo
Dramaturgia: Isidora Stevenson y Bosco Cayo
Dirección: Aliocha de la Sotta
Elenco: Bosco Cayo, Paulina Giglio, Cecilia Herrera, Jaime Leiva y Mónica Ríos
Diseño de iluminación y escenografía: Rodrigo Leal Diseño de vestuario: Felipe Olivares
Universo sonoro: Fernando Milagros
Voz rap: Catalina Cornejo Paillamil
Producción: Francesca Ceccotti
Asistencia de dirección: Sebastián Ibacache
Una coproducción GAM
Fotos: Jorge Sánchez.
Coordenadas
4 al 12 Sep. Sá y Do, 17 y 19.30 h (11 Sep. con función a las 16 h)
Paga lo que quieras $3.000, $4.000, $5.000 ó $6.000
Sala N1. + 13 años
Centro GAM