Crítica de teatro: “El pelícano”, las zonas ambiguas tras un clásico

Pese a que su título no lo advierte, este montaje que se presenta en el ciclo Nuevas Miradas Escénicas en Taller Siglo XX, es una relectura que se origina a partir del desenlace del clásico de August Strindberg. Si fuera cine podríamos hablar de una secuela, pero acá la joven directora Stephie Bastías (responsable de la muy interesante “La Torre”) reimagina desde un espacio completamente distinto los ejes que cruzan el texto original del autor sueco.

“El pelícano” es un relato de derrumbe moral y familiar como advenimiento temprano de una lógica capitalista en las relaciones humanas en la Europa de inicios del siglo XX. En ella la conflictiva relación de una madre con sus dos hijos -a quienes ha descuidado física y sicológicamente-, provoca una tragedia en la que Frederick, el hijo enfermo y hambriento, incendia la casa luego de leer la carta en que su padre acusa a la madre de malgastar la herencia. En ese momento comienza el relato del presente montaje, con Frederick recuperando lentamente el sentido en medio de una casa en ruinas.

La directora sitúa el estado de las cosas en una zona incierta que se aleja de cualquier consideración realista y/o racionalista. Es un espacio desnudo que va entregando progresivamente una atmósfera inquietante a partir de un diseño sonoro de cuidada factura y en el trabajo expresivo del actor Javier Varas, intenso desde el gesto mínimo y la acción hipnótica que esconde más de lo que evidencia.

El contexto inicial es ambiguo, con una larga escena en que Frederick parece nacer y retomar una motricidad extraviada. El trauma por el pasado trágico se advierte en el desvarío con que parece apuntar a un imaginario que no vemos. ¿Qué nivel de sentido estamos presenciando? ¿Es la muerte, un estado de shock o quizás un limbo en que Frederick deambula buscando respuestas?

Nacida como un ejercicio estudiantil en 2015, “El pelícano” tiene esa libertad y energía desacralizadora de los primeros trabajos y prefigura rasgos que con mayor propiedad Bastías trabajó en “La Torre”, montaje inspirado en la condesa Bathory que en junio tendrá una nueva temporada en el Teatro Camilo Henríquez. Hay una singular construcción de imágenes tras el minimalismo de la puesta en escena y una idea especulativa respecto a las certezas del montaje original. Es interesante como, sin dejar de lado la vocación experimental del montaje, la obra superpone distintos registros para presentar los hilos narrativos. Así Frederick y su tragedia se prefiguran desde una gestualidad con reminiscencias del Butoh, mientras que las dos criadas parecen provenir de un universo cercano a “El cuento de la criada”, de tamiz fantasioso, para vincular el servilismo de la labor doméstica con el hambre que sufre el protagonista. Pero es la figura de la madre la que rompe esta relación puesto que es reimaginada desde un espacio onírico en que la vemos joven y lozana en una lógica disruptiva que parece tener zonas en común con el sicoanálisis.

Obra de varias capas y arriesgada formalmente, esta versión de “El pelícano” elude los convencionalismos narrativos y de puesta en escena con un predominio de lo sensorial y por momentos en terrenos del teatro-danza. Se adentra en los pliegues de lo no evidente y especula en torno a la muerte y los traumas familiares situando a la madre desde un espacio de reconversión de la maternidad.  Si bien hay elementos que se aprecian embrionarios (dado el momento y contexto de su creación), varios elementos fueron posteriormente explotados de manera vigorosa en “La torre”, montaje en que el trabajo del sonido, lo performático y la creación de atmósferas sitúan a su directora en un espacio destacado entre los directores emergentes.

“El pelícano”

Dirección y dramaturgia: Stephie Bastias, inspirado en “El pelícano”, de August Strindberg.
Elenco: Magdalena Llanos, Javier Varas, Romina Escobar, Fernanda Pozo.
Diseño sonoro: Octavio Oshee
Iluminación: Ignacio Martinez

Taller Siglo XX

Hasta el 31 de marzo
miércoles a sábado, 20.30 h; domingo, 19.30 h
$6000 general y $4000 estudiantes y adultos mayores.

Ernesto Pinto Lagarrigue 191, Barrio Bellavista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *