Crítica de teatro “Jesucristo Superstar”: Un musical para repetirse todos los años

Por Isabel Agurto

Ya es habitual que cada año, en Semana Santa, la cartelera local presenta varios montajes diferentes del ultra conocido musical, Jesucristo Superstar; y cómo no asistir al menos a una función para volver a disfrutar de esta magnífica ópera rock que, a diferencia de la mayoría de las obras musicales, surgió primero como álbum conceptual en 1970 y un año después dio el salto a Broadway, para posteriormente llegar al cine. En un proceso opuesto al habitual, Tim Rice, de 23 años en aquel momento, y Andrew Lloyd Weber de 26, concibieron la creación de una ópera rock sobre la vida de Jesucristo pensando tan sólo en la versión discográfica.

Se dice que fueron necesarias trescientas personas y quinientos días para dar forma definitiva a la obra original. Y, en lugar de fijarse en cantantes de moda, los autores prefirieron seleccionar a profesionales con experiencia y muchas horas de grabación, pero cuyos nombres no destacaran por encima de la obra misma. De este modo, el papel de Jesucristo fue para Ian Gillan, vocalista del grupo Deep Purple; Judas Iscariote fue encarnado por Murray Head y María Magdalena por Yvonne Elliman, quien además protagonizó la versión neoyorquina de la obra y encarnó el mismo personaje en la posterior película de Norman Jewison.

Con esta historia de creación y puesta en escena como precedente, montar una producción ―por humilde o pequeña que sea― de Jesucristo Superstar, significa un gran reto, un desafío digno de aplauso.

Este año, teatro Mori apostó por una propuesta bastante osada, con algunos detalles actualizados que entregaban cierta libertad de interpretación al elenco. La versión, dirigida por Gonzalo Tapia y producida por Roberto Armijo, de la mano de la compañía AC. Volaverunt, cuenta con más de 15 personas en escena, entre cantantes, actores y bailarines y se presentó exclusivamente los días 29, 30 y 31 de marzo en el teatro Mori Recoleta.

Si bien el argumento ―y el cancionero, por supuesto― se mantiene sin cambios, más allá de alguna actualización en el lenguaje, el vestuario y la coreografía responden a una estética cercana al cyber punk. Jesucristo y sus apóstoles parecen personajes salidos de la película Matrix, e incluso los movimientos de parte del elenco que representa al pueblo traen a la memoria a esa popular película, cuya trama, podemos recordar, también alude a un mesías en sacrificio.

Lo que definitivamente mantiene este montaje en relación a su versión original es el gran nivel de sus cantantes, a todas luces profesionales virtuosos, que en ningún momento hacen sombra al producto final. Impecables a nivel vocal.

Destaca el personaje de Judas, interpretado por Adonys Díaz, que es tan protagonista como Jesús en la obra. En efecto, el clima dramático se logra con Judas, cuyo conflicto interior se pone de manifiesto en cada pasaje, hasta desembocar en su aparición tras su muerte para cantar la gloria de Cristo. Y no se puede hablar de un montaje de Jesucristo Superstar sin mencionar a María Magdalena, encarnada por Romina Dagnino, encantadora y creíble en su personaje.

En conclusión, sabemos que Jesucristo resucita cada año, en una fecha más o menos determinada; mi recomendación es reservar al menos un día del fin de semana largo para revisitar esta aclamada ópera rock.

Ficha técnica

Título: Jesucristo Superstar

Autor: Andrew Lloyd Webber

Dirección: Gonzalo Tapia

Coreografía: Catalina Pincheira

Asistencia coreográfica: Josefa Díaz

Producción: Roberto Armijo

Compañía: AC. Volaverunt

Elenco: Matías Iturra, Adonys Díaz, Romina Dagnino, Roberto Armijo, Angie Parra, Ricardo Maturana, María Jesús Vidaurre, Luciano Ortega, Daniela Donoso

Pueblo (bailarines): Claudio Palma, Morin Zúñiga, Josefa Díaz, Víctor Varas

Duración: 100 minutos

Edad recomendada: + 14 años

Coordenadas

29 al 31 Marzo

Teatro Mori Recoleta

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