Por Galia Bogolasky
La madriguera es una obra ganadora del Premio Pulitzer del dramaturgo estadounidense David Lindsay–Abaire. Estrenada como Rabbit Hole en Broadway en 2006, protagonizada por Cynthia Nixon y llevada al cine en 2010, en una película con Nicole Kidman. En su estreno local, la obra es dirigida por Pablo Halpern. El elenco lo integran Nathalia Aragonese, Emilio Edwards, Norma Norma Ortiz, Manuel Castro y Valentina Campos.
La historia se centra en una pareja, Becca (Nathalia Aragonese) y Howie (Emilio Edwards) que hace 8 meses han perdido a su hijo de 4 años en un accidente, al salir corriendo detrás de un perro, donde fue atropellado por el auto de su vecino.
Esta tragedia familiar es tan triste como inabordable. El director pone en escena una historia tan dramática, que intenta incorporarle humor, pero es casi imposible sacar una risa, con tanta pena que rodea a los personajes.
La obra toca los grandes temas que están conectados con la pérdida de un hijo, que tienen que ver con revivir la relación de pareja, lograr que la vida siga, tratar de mantener los recuerdos, pero, al mismo tiempo, tratar de seguir adelante.
Con una puesta en escena muy realista, diseñada por Manuel Morgado (El malentendido, Yo quiero ser un hombre blanco heterosexual), una casa de dos pisos en tonos blancos, con mobiliario moderno y una estructura donde podemos ver el living, la cocina, con electrodomésticos que funcionan, y la habitación del hijo, que es lo más doloroso pues es un espacio que sigue intacto, mientras que en el resto de la casa ya no queda nada del niño, solo unos VHS con videos caseros a los que recurre Howie para recordar los momentos felices junto a su hijo.
Becca no logra salir adelante, se pelea con su madre y hermana, no quiere saber nada de su marido, ni un atisbo de lograr algo de intimidad, porque el dolor es tan fuerte, que no es posible tener algo de placer o felicidad en su vida.
Las actuaciones de Nathalia Aragonese y Emilio Edwards son brillantes. Ambos se lucen con interpretaciones potentes, donde el drama y el dolor se pueden apreciar en cada gesto, en cada mirada, en cada actitud.
La hermana de Becca, Isi, interpretada muy bien también por Valentina Campos, es una mujer rebelde, que queda embarazada, lo que le produce un remezón a Becca, ya que trata de estar feliz por ella, pero al mismo tiempo la conflictúa al verla disfrutando la maternidad que ella perdió. La madre, interpretada por Norma Norma Ortiz, trata de apoyarla, pero le cuesta, ya que tiende a comparar el dolor de su hija, con el dolor que ella vivió cuando murió su hijo adulto producto de las drogas.
Todo este ambiente que rodea a Becca la supera, y no logra poder seguir adelante con su vida, hasta que lo que podría ser lo más perturbador, es lo que la reconforta, cuando aparece el joven que atropelló a su hijo, Jason (Manuel Castro) para tratar de conectar con la familia. Ahí los roles cambian, ya que Howie, el padre que ha tratado de mantenerse firme, yendo a terapias grupales con padres que han perdido a sus hijos, tratando de hacerse cargo de su dolor, no puede lidiar con el responsable de la muerte de su hijo, mientras Becca, que no ha sido capaz de ir a terapia ni lograr algo de sanación, conecta con este joven de manera muy especial. Esto es lo interesante de este montaje, ya que muestra a personajes en toda su humanidad, con todas sus contradicciones y dolores más profundos.
La madriguera es una obra que tiene un sentido un tanto atemporal, a pesar de que se nota que está ambientada en los 90-2000, por las referencias de los VHS y el teléfono fijo, que es un elemento que tiene un significado importante al desencadenar los hechos que llevaron a la tragedia, que los protagonistas llaman “accidente”.
La adaptación se siente un poco forzada, ya que el tono pareciera ser como un “teatro neutro” si lo llevamos al lenguaje de las adaptaciones cinematográficas, en vez de ser más “chilena” y lograr adaptarse a nuestra realidad. Por ejemplo, tienen el open house, un concepto muy gringo, que acá no se usa mucho, donde se dejan las puertas abiertas para que posibles compradores entren a la casa a verla. También hay muchas referencias a personajes y lugares norteamericanos, que se podrían haber adaptado a nuestra realidad local, para sentirse más conectados con la historia.
La madriguera deja una sensación de profunda tristeza, y con una mínima dosis de esperanza, pero, de todas maneras, logra conmover profundamente. Se puede apreciar la buena construcción dramática y narrativa del texto y la puesta en escena, que, al tener un excelente elenco, logran una obra muy correcta.
Ficha artística
Título: La Madriguera
Dramaturgia: David Lindsay-Abaire
Dirección: Pablo Halpern
Elenco: Nathalia Aragonese, Emilio Edwards, Norma Norma Ortiz , Valentina Campos, Manuel Castro
Asistente de dirección: Sofía Elizalde
Diseño Escenografía e Iluminación: Manuel Morgado
Diseño Vestuario: Zorra Vargas
Música: Ignacio Pérez
Fotografías: Daniel Corvillón
La Madriguera
Temporada: 3 de junio al 1 de julio de 2023
Jueves a sábado, 20.00 horas
Entradas a la venta en Punto Ticket.