Por Camila Álvarez
En un diálogo melancólico, gracioso, amistoso y agitado, se encuentran en una esquina, los dos personajes de la obra, interactuando entre ellas y el público, sobre reflexiones, pensamientos y la presentación de la obra, que viene acompañada con un juego de luces que llama la atención a los espectadores. Las palabras dirigidas al público hacen que las personas estén más atentas a la obra, notando una clara simpatía y acogimiento de parte de las actrices a la audiencia. El Teatro Camilo Henríquez se transforma en una sala de interacción y un lugar amigable, pero con atención y momentos tristeza por la situación que se conlleva. Ante la finalización del diálogo libre entre las dos, parte el comienzo de distintas historias queer, con una mezcla de sonidos, audiovisuales y luces, que captan la atención de los espectadores.
Y, Y, Y, Y, Y es una obra escrita por Nicolás Lange, dirigida por Javiera Mendoza y protagonizada por Catalina Saavedra e Hitzka Nudelman, que reflexiona sobre la convivencia del amor en dictadura a través de distintas historias de amor lésbico y homosexual escondidas en dicho periodo. Se recalca que estas historias son ficticias, pero pudieron haber ocurrido en las sombras durante esos años.
La puesta en escena es atemporal y no contiene elementos físicos significativos, tan solo se utilizó una silla durante toda la obra, y más que nada el movimiento y el diálogo de las protagonistas, llenaban el espacio. La completa oscuridad y el cambio de intensidad lumínica, juegan un papel importante para captar al espectador emocionalmente, dado al contexto de las historias y la narración de los hechos que experimentan las protagonistas.
La dirección se destaca en el uso de sonidos y proyecciones audiovisuales, por ejemplo, durante el monólogo del militar que habla sobre su conciencia sobre matar a homosexuales en dictadura, dando como resultado, un seguimiento continuo de la historia, captando la atención del público y, a su vez, demostrando distintas percepciones y emociones que ocurren a través de estas proyecciones. Durante la obra, se aprecian momentos de oscuridad total, representando el lugar más profundo del mar, que daba el significado de un juego de metáforas hacían las actrices, para reflexionar lo mortífero que es el amor y lo cruel que puede llegar a ser el ser humano.
La planta de movimiento se armoniza con el juego de sonidos y las distintas proyecciones desde dirección, dando como resultado que el movimiento escénico de los personajes, en donde refiere a la conciencia del cuerpo, como la respiración, postura, proyección de voz, se vea representado en la dura y difícil vida que tiene un sentimiento de amor en dictadura por ser homosexual.
Y, Y, Y, Y, Y es una obra que hace sentir y reflexionar sobre la crudeza de la discriminación y homofobia en el país, enfatizando la época de dictadura, con base en historias de amor queer. La actuación y relato de las protagonistas, genera una fuerte crítica sobre la mirada de la sociedad actual en torno a estos temas y, como al final, el amor termina siendo un tema tabú y mimetizado ante la mirada de todos.
Ficha técnica
Título: Y, Y, Y, Y, Y
Dramaturgia: Nicolás Lange
Dirección: Javiera Mendoza
Asistencia de dirección: Francisca Moreno
Elenco: Catalina Savedraa e Hitzka Nudelman
Producción Ejecutiva: Teresa Gómez
Producción General: Alejandro Fonseca
Diseño Escenográfico e Iluminación: Rayen Morales
Diseño Vestuario: Catalina Álvarez
Diseño Sonoro: Octavio O´Shee
Prensa: Ismael Castellón
Comunicaciones: Catalina Cordoba
Fotografía: Fernanda Ruiz
Video: Esteban Mendoza
Colaboración: Alex Morales
Coproducción: Compañía La Chueca-Teatro Camilo Henríquez