La obra “La venada ciega” y el taller “Música y señas” llegan desde Santiago avalados por el éxito de público y el reconocimiento de organizaciones especializadas. La primera debuta en la Sala de Artes Escénicas de Chiguayante mientras que el segundo se instalará por tres días en la Casa de la Cultura de San Pedro de la Paz .
Este festival es posible gracias al Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras de Larga Trayectoria, PAOCC, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Desde sus inicios, hace ya 16 años, el Festival Internacional de Teatro del Biobío (FTB) ha desarrollado prácticas, enfoques y políticas orientadas a garantizar que todas las personas —independiente de sus condiciones físicas, sensoriales, cognitivas, culturales o sociales— puedan acceder, participar y sentirse representadas en los procesos propios de las artes escénicas.
Una clara muestra de este compromiso podrá vivirse durante el mes de julio con dos experiencias inclusivas muy distintas, pero que comparten el prestigio y renombre de sus protagonistas. Por un lado, el Ciclo de Invierno comenzará con el estreno regional de la obra “La venada ciega”, diseñada especialmente para personas con dificultades auditivas o visuales. Por otro, el Área de Formación culminará con el taller intensivo “Música y Señas”, donde los participantes experimentarán cómo sus movimientos y expresiones se transforman en sonidos y melodías mediante la interacción con un grupo de cámara de intérpretes especialistas.
En el caso de “La venada ciega”, la función será el sábado 26 de julio a las 19:00 horas en la Sala de Artes Escénicas de la Casa de la Cultura de Chiguayante. La obra fusiona poesía escénica, inclusión y naturaleza, y está inspirada en el cuento “La gama ciega” del escritor uruguayo Horacio Quiroga. Su propuesta aborda temas como la inclusión y el cuidado del medioambiente, logrando ovaciones en importantes festivales como FAMFEST y Teatro a Mil, así como presentaciones en espacios culturales de renombre como el Centro Gabriela Mistral (GAM) y el Teatro Azares.
La historia sigue a una madre venada en su travesía por devolver la vista a su hija, Venadita, quien ha quedado ciega. En su viaje conocen a un oso perezoso, quien las guía hasta la casa del doctor, mientras les relata aspectos de la vida en el bosque y su relación con los humanos. Los personajes son interpretados por actrices y actores sordos que utilizan la Lengua de Señas Chilena (LSCh) y un expresivo trabajo corporal, complementado por una dupla de actores que proporcionan las voces en vivo. Así, se crea una experiencia escénica accesible tanto para personas sordas como oyentes.
“Es una invitación abierta a toda la comunidad, tanto personas sordas como oyentes. La obra es interpretada por actores sordos y cuenta con voces y lengua de señas, generando una experiencia accesible, gratuita y conmovedora, ideal para disfrutar en familia”, contó la directora del FTB, Muriel Miranda..
Una propuesta distinta pero igualmente innovadora será la del taller “Música y Señas”, que se desarrollará entre el 25 y el 27 de julio en la Corporación Cultural San Pedro de la Paz. En esta ocasión, los participantes no son meros espectadores, sino protagonistas de una experiencia única que culmina en un concierto abierto a la comunidad.
Más que un curso, se trata de una vivencia colectiva de expresión artística y aprendizaje de una metodología de dirección musical a través de señas, que permite una interacción inclusiva y en tiempo real con el ensamble de músicos de la Fundación Creando Inclusión. La actividad contempla tres sesiones intensivas de improvisación musical mediante movimientos y señas corporales, finalizando con una presentación pública en la que los propios participantes dirigen al grupo de músicos profesionales, especializados en improvisación.
“El enfoque inclusivo ha sido una prioridad para nosotros desde hace varios años y se intensificó a partir de la pandemia. Allí observamos que ciertos grupos enfrentaban cada vez más dificultades para acceder a actividades gratuitas, especialmente en áreas como la exhibición de obras y la formación artística”, contó Muriel Miranda..
“Desde hace tres años, traemos el taller Música y Señas, una experiencia profundamente transformadora. Nunca habíamos presenciado algo tan efectivo y conmovedor: un espacio de contención y afecto, donde se comparten saberes y se proponen nuevas metodologías para trabajar con personas neuro-divergentes. La recepción por parte de las familias ha sido tan positiva que decidimos mantener el programa en el tiempo”, finalizó la actriz y directora.
Vale destacar que FTB es posible gracias al Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras de Larga Trayectoria, PAOCC, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.