Entrevista a actriz “Recuérdame mi vida” Sara Becker: “Es realmente una delicadeza”

Por Galia Bogolasky

Entrevistamos a una de las actrices de Recuérdame mi vida, quien junto a Paola Giannini y Sara Becker protagonizan el nuevo estreno de Teatro Zoco con música de Ennio Morricone. Una historia íntima y emotiva sobre el amor y la resiliencia entre una madre y su hija, escrita por Emilia Noguera y dirigida por Jesús Urqueta, marca la primera coproducción del Centro para las Artes Zoco con la productora Cultura Capital. El montaje sube también al escenario al pianista Ignacio Méndez, quien interpreta en vivo algunas de las grandes piezas de las bandas sonoras de Ennio Morricone. 

Todo parte con un olvido. Pequeño, casi imperceptible, pero cada vez más frecuente. Detalles mínimos –nombres, direcciones, rutinas– comienzan a resquebrajar la estabilidad de una familia. En el Santiago actual, una mujer de 48 años enfrenta los tempranos signos de una enfermedad, mientras su hija, con quien mantiene una relación distante, intenta comprender qué está cambiando realmente: si la memoria de su madre o el vínculo que las une.

Esto fue lo que Sara Becker, quien interpreta a la hija, nos contó acerca de la obra.

En la obra Recuérdame la vida tú interpretas a una de las protagonistas, la hija del personaje Paola Giannini que empieza con este proceso de desarrollo del Alzheimer. ¿Cómo fue para ti interpretar este personaje? ¿Fue muy desafiante por lo dramático del personaje? 

Sí, fue desafiante. Además, volver al teatro, es un estilo distinto de actuación. Al final la actuación es lo mismo pero como que, las formas son muy diferentes. Eso sí al comienzo de los ensayos, me ponía un poco nerviosa con eso. Después con la ayuda de Jesús (Urqueta) y con Paola que pude ir entrando más en el proceso, como en lo más metódico que tiene el teatro. Me gustó mucho hacerlo. Creo que es una de las experiencias más lindas que he tenido lejos, y sí, es un personaje que además es como bien distinto a mí, entonces me desafiaba mucho a salir de lo que estoy acostumbrada como a sentir un poco.

¿Cómo llegaste a la obra? ¿Te llamó Jesús Urqueta?

Sí me llamó Jesús, parece que la idea fue de Francisco, del productor, que lo conversó con Jesús y Jesús me llamó al día siguiente. Nos juntamos a tomar un café con Emilia (Noguera), el productor y no me imaginé negarlo, en ningún momento, como tuve muchas ganas de hacerlo desde el momento uno, porque además Jesús me dice que tiene que ver con el Alzheimer, y como es una enfermedad que conozco, porque mi abuela tuvo Alzheimer, se me hizo súper especial que mi vuelta al teatro sea con un tema que me toma tanto emocionalmente. Creo que ha sido realmente removedor y lindo este proceso.

¿Qué aspectos de tu personaje te llamaron la atención? ¿Cómo abordaste el tema y cómo fue trabajado con Jesús? Desde la mirada de una hija que sufre porque su madre empieza a perder la memoria y tiene que lidiar con todo lo que eso conlleva, porque la obra muestra el lado de la mamá, desde su punto de vista, pero además de la hija, de todo lo que tiene que lidiar ¿Cómo fue enfrentar para eso y cómo trabajaron el personaje?

En ese sentido, Luciana es una chica que como que rehúye harto del estudio, de la estructura, de las cosas que tiene que hacer. En ese sentido está siempre mirándose el ombligo un poco, desde una posición súper individualista. Lo interesante del viaje que planteamos con Jesús era como ir del individualismo a una visión de mundo más colectiva. Igual algo político dentro de que la obra no es una obra de teatro político, pero sí mi personaje tiene un viaje que es muy político porque, de estar en su individualismo y en sus deseos, pasa a generar vínculos y a relacionarse con su madre de una manera en la que, ella importa igual que ella, la mamá importa igual que ella. Eso es lo lindo que tiene, el viaje de mi personaje y haberlo trabajado con Jesús, porque creo que en las historias familiares con Alzheimer creo que es súper difícil aceptar la enfermedad, primero que nada, siempre hay una negación de parte del cuidador, y es un proceso que viven todos los cuidadores y poder como representar a los cuidadores en esta obra para mí ha sido súper importante y muy lindo.

dices que estás a tu vuelta al teatro ¿Cuánto tiempo llevabas fuera al teatro? ¿cómo han sido tus experiencias anteriores? ¿Por qué habías estado fuera del teatro el último tiempo?

Mi única experiencia profesional en teatro anterior a esta obra es Paisajes para no colorear de Marco Layera, de la compañía La Resentía, y que fue una obra de teatro político, que es muy distinto a hacer realismo y son lenguajes totalmente distintos a nivel actoral. Con Paisajes para no colorear fue una experiencia maravillosa porque giramos, tuvimos la oportunidad de mostrar la obra en muchos países distintos, con muchas culturas diferentes. Además, acá en Chile la obra fue súper querida, se ganó el premio a Los Contadores en el 2019. Ahora trabajar en dupla una actuación, también es muy interesante porque se profundiza mucho en las relaciones, es otro rollo el realismo. Para mí que vengo del cine, el cine es súper realista, me pasa que en el realismo me siento súper bien, me gusta, lo disfruto un montón, pero, también estaría disponible para hacer otro tipo de actuación. También me pasa que esta oportunidad de volver al teatro, para mí es súper emocionante porque también me abre la creatividad y la posibilidad de pensarme como una actriz integral y que pueda hacer distintas cosas. Estoy súper agradecida de Jesús, del Teatro Zoco, de Paola, de Roxana Naranjo, que de verdad que la asistente de dirección cumple un rol súper importante en un equipo, así que estoy on fire con el teatro, me encanta. Además estar ahí en el escenario es genial.

Esta obra tiene un montón de texto y el texto es complejo, con el tema de la memoria. Al mismo tiempo tratar de ponerse en el rol de la hija, que sigue siendo la hija, que tiene sus temas, que quiere hacer su carrera, que quiere ser bailarina. ¿Cómo fue desde ese aspecto manejar la cantidad de texto, de diálogo, al mismo tiempo con esta complejidad?

Muy específicamente, nosotros estuvimos en el proceso como un mes, de solo trabajar la relación con Paola y estar las dos con Jesús y Roxana, antes de que se integrara Ignacio, que es el pianista, estuvimos solas trabajando nuestra relación. Es algo bien interesante porque, ese orden que tiene Jesús, que es muy ordenado para dirigir, es súper bueno para profundizar realmente. Tuvimos tiempo para poder profundizar en esa relación y es una posición muy difícil la de una hija que tiene que muy joven enfrentarse a la enfermedad de una madre. Tienes toda la vida por delante, tienes un montón de deseos de ideas, de ilusiones, como dice mi personaje, pero hay responsabilidades afectivas que, yo creo que van más allá de los deseos personales que pueda tener uno. Entonces es lindo ver el amor, porque al final la obra más allá de ser una obra sobre el Alzheimer, o sobre la enfermedad, es una obra sobre los deseos personales, los vínculos humanos y cómo nos relacionamos y cómo vivimos el amor.

Te quería a preguntar por lo que comentaste del tema de Jesús, de su metodología, porque el ensayo fue por etapas. La puesta en escena tiene esta parte audiovisual súper bonita, que es un camarógrafo que entra en escena y empieza a grabar y a proyectar partes más con detalle, esta mezcla más audiovisual. Eso fue la última etapa, que ahí fue lo que me explicas tú y que se completa con esa etapa audiovisual. Un proceso bien completo.

Sí, Jesús tiene eso, y que a mí me ha gustado mucho en ese sentido como actriz, te hace sentir súper segura, llegar al estreno súper relajado, con todo como súper ordenado, en la obra se nota, porque de verdad que con la música, los tiempos, más la puesta, más nosotras, la actuación, pienso en la cabeza de Jesús que tuvo que estructurar todo eso, lo encuentro genial, difícil.

Ya que tú tienes también más experiencia en el formato audiovisual, con La Contadora de películas y con la serie que hiciste ahora La casa de los espíritus ¿Cómo ha sido para ti trabajar en este formato, pasar del audiovisual, que es otro proceso actoral, a estar en el escenario con gente, en vivo, y también tu preparación como actriz?

Obviamente la actuación es metodológica, no se hace de la nada. Cada cosa tiene su metodología, pero si es muy distinto en el teatro, que haya una continuidad, es un proceso. En cambio en el cine, es como que tu viviste tu proceso, lo tienes como en el cuerpo y llegas a hacerlo, como que llegas al momento, llegas al set y tienes que grabar la escena que te imaginaste, que la conversaste con tus compañeros pero, que nunca la has pasado realmente por el cuerpo, entonces tiene un vértigo más del momento, pero el teatro también tiene el vértigo más de la exposición de estar ahí frente de la gente. Pero el teatro es mucho más metodológico en el proceso, de ir haciendo una escena y repetir la escena, y buscar y hacer cosas diferentes y probar. Eso para mi en un comienzo fue exigente y vertiginoso, porque me pasaba que empecé los ensayos con Jesús y quería llegar, que ya estuviera todo listo, como me pasa en el cine, que es llegar y hacer la escena, y pasar a lo siguiente. En el teatro era llegar y proponer, y después proponer algo distinto. Entonces tiene sus diferencias, pero al final actuar es lo mismo, cuando estoy en el escenario me siento parecida a como me siento con la cámara.

¿Tienes algún otro proyecto tanto audiovisual como teatral?

Este año sí, grabé una película Hijas únicas, dirigida por Alba Gaviraghi, que es una historia, hace poco salió en Variety una notita de la película, así que estoy muy contenta, tenía muchas ganas de hacer cine independiente. También la obra y cositas para el futuro.

En Teatro Zoco queda más de un mes de temporada, si puedes invitar a la gente a ver Recuérdame mi vida

Les invito a todos, a todas, a todes, a ver Recuérdame mi vida, una obra dirigida por Jesús Urqueta que en este momento está en el Teatro Zoco hasta el 10 de agosto. Vamos a estar de jueves a domingo: jueves, viernes y sábados a las 8pm y los domingos a las 7pm, en La Dehesa 1500, así que los esperamos ahí. Hay estacionamiento gratuito y las entradas se compran en PuntoTicket. Están todos invitados. Es una obra que no se pueden perder, es emotiva, tiene música en vivo, un pianista con una interpretación espectacular, es muy sensible y es bellísima de ver, es realmente una delicadeza.

Ficha técnica

Título: Recuérdame mi vida 

Una coproducción de Teatro Zoco y Cultura Capital

Dramaturgia: Emilia Noguera

Dirección: Jesús Urqueta

Elenco: Paola Giannini, Sara Becker

Pianista: Ignacio Méndez

Diseño integral: Laurene Lemaitre

Universo sonoro: Marcello Martínez 

Realización escenográfica: Fernando Quiroga

Diseño multimedia: Matías Carvajal

Producción Audiovisual y operador: Sebastián Pérez Alvarado 

Camarógrafo en escena: Christian Zamora 

Realización árboles escenografía: Luciano Henríquez y Marina Torres

Fotografías: Daniel Corvillón

Maquillaje y peinados: Margarita Nilo

Coordenadas

Temporada: Del 5 de julio al 10 de agosto 

Dónde: Teatro Zoco (Avenida La Dehesa 1500, Lo Barnechea)

Funciones: Jueves a sábado, 20:00 horas / Domingo, 19:00 horas

Entradas disponibles en Punto Ticket y en la boletería del teatro el mismo día de la función.

 

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