Por Vale Jauré
Este 2023 se conmemoran 50 años del golpe cívico militar, que puso fin a la Unidad Popular (1970-1973) y, junto con ella, al arte y la cultura. Aspectos que respondían a una necesidad acorde con la visión de país, y que sintonizaba con lo que sucedía en el mundo. Salvador Allende decía en su programa que el Estado debía incorporar a los niños, niñas, jóvenes, adultos y adultos mayores a la actividad intelectual y artística a través del establecimiento de un sistema de cultura popular que permitiera el acceso, la formación, el goce y el derecho a la cultura para todas y todos por igual.
En la página de las actividades de conmemoración de la comuna de Recoleta (www.cincuenta.cl ) se indica que: “algunos estudios señalan que tardaríamos al menos 50 años en recuperar el nivel cultural que tenía el pueblo de Chile en el año 1973”.
Para conversar sobre la programación que se extenderá por todo el 2023, entrevistamos a Daniel Jadue, alcalde de la comuna de Recoleta.
Estamos en un año particular. Por un lado, estamos ante un nuevo proceso constitucional y, por otro, se conmemoran 50 años del golpe de Estado, ¿Cuál sería para usted, como alcalde de Recoleta, el rol que juega la municipalidad para crear un diálogo respecto al resto del país en este momento?
Yo creo que los gobiernos locales en nuestro país sufren de un desprecio institucional bastante grande. Cuando uno los mira, ni siquiera uno los puede llamar de esta forma porque los gobiernos locales son meras administraciones que no tienen autonomía, y que tienen labores y funciones bastante acotadas. Por lo tanto, la promoción de la participación comunitaria temprana y vinculante es más un tema de voluntad política que de “procedimientos legales”. La participación cultural o la participación en términos generales se ve que no existe en la normativa actual y, por lo tanto, cuando los alcaldes y las alcaldesas está interesadas en que la gente participe, la gente participa, pero cuando no, es muy fácil hacer gestión comunal. Durante décadas efectivamente puede no haber ningún tipo de relación con la comunidad, por lo que la respuesta no es la misma para todos los municipios, depende muy finamente de quién gobierna y para quien se gobierna en el gobierno local.
En el caso de Recoleta tenemos una participación cultural que ha logrado generar una transformación cultural, desde que llegamos a esta administración (en el año 2012). De hecho, solo por dar un dato, que permita comparar las realidades: Chile invierte el 0,38% de su presupuesto anual en cultura, la UNESCO propone que sea un 2% para los países desarrollados, y para los países que no son desarrollados hay un acuerdo de tratar de alcanzar el 1%. En Recoleta estamos cerca del 2,8 % del presupuesto anual en inversión en cultura. Y esto no solo en acceso a la cultura, sino de su participación cultural a través de la escuela Popular de teatro, de danza, de música; a través de eventos como el Mil guitarras para Víctor Jara o el festival WOMAD (festival cultural organizado por la organización mundial WOMAD en el que se incluyen música popular, música étnica, artesanía y otras actividades lúdicas). En estos, la gente tiene un protagonismo poco usual. Por lo tanto, en nuestra comuna, sí creemos que jugamos un rol en la transformación y también cuando uno mira los resultados electorales, en términos generales e históricos, en los últimos 12 años se ha ido notando.
De esta forma, las actividades culturales de este 2023 no serían un hito particular por la conmemoración de los 50 años del golpe, sino más bien la continuación de un proceso de poner el ojo en lo cultural.
De hecho, cuando comenzamos a discutir la conmemoración de los 50 años del golpe, la primera decisión fue agarrar todo lo que habitualmente se hace en Recoleta y darle un contenido particular. Como hacer el WOMAD de los 50 años, el festival de jazz de los 50 años, es decir, hacer lo mismo que hemos venido haciendo, pero siempre dándole sello. Por ejemplo, este año significó que en WOMAD tuviéramos la colaboración del Museo de la Memoria y una exposición permanente de los 50 años junto con una muestra de todas las carátulas de la producción discográfica de DICAP (Sello del Cantar Popular). También a pesar de que uno podría pensar que no cabe dentro del género de la world music tuvimos la cantata de Santa María como el número de apertura. Y, por supuesto, la Feria Internacional del Libro de las ciencias sociales que fue un éxito rotundo. El hacerla tenía la connotación de conmemorar un hecho relevante en la literatura ligada las ciencias sociales y que la dictadura después de consumado el Golpe de Estado, lo primero que hizo fue cerrar las escuelas de ciencias sociales. Tuvimos que esperar casi 20 años para que se volvieran a abrir porque había la intención de erradicar el pensamiento crítico de la sociedad.
La motivación
¿Se podría decir que la motivación de estas actividades tiene como fondo una idea de continuación respecto de lo que venía haciendo la cultura en la Unidad popular y que fue cortado en el momento del golpe?
Sin duda. En eso se enmarca la gestión cultural de la municipalidad de Recoleta, también. Nosotros no esperamos a que se cumplieran los 50 años desde el golpe para armar la Universidad Abierta de Recoleta, que tiene por objeto masificar y democratizar el saber y el conocimiento. Cuestión que en la Unidad Popular fue un eje fundamental, como lo fue la apertura de la universidad al mundo de los trabajadores y las trabajadoras, el sello DICAP, la editorial Quimantú, o sea, estamos hablando de que efectivamente Recoleta se siente continuadora de un legado y de un proyecto inconcluso que lo representa fielmente el presidente Salvador Allende.
Esto va más allá de los vecinos de Recoleta porque se abre al resto de la comunidad, ¿Existe un interés de crear vínculos con otras comunidades?
Siempre hemos actuado de manera colaborativa con todos los municipios de Chile, así lo pueden atestiguar cómo creció la farmacia popular, la botica popular, la escuela abierta y otras iniciativas que una vez que fueron creadas fueron puestas a disposición de todos los municipios que las quisieran implementar. Pero, en particular, hay que decir que la Ley Orgánica Constitucional de municipalidades solo limita las prestaciones municipales a los habitantes del territorio en el área de la salud, pero en el área de la cultura, de la educación, no hay esas limitantes. Por lo tanto, todas nuestras actividades en esas áreas son abiertas, de hecho, tanto el Carnaval dieciochero, el WOMAD, el Mil guitarras para Víctor Jara convocan desde su nacimiento a toda la Región Metropolitana e incluso a otras regiones y otros países.
Dentro de las iniciativas que nacieron de la gestión cultural de Recoleta, ¿Cuáles son las que le enorgullece de haber podido realizar?
Es difícil separar, porque la cultura engloba todo ámbito, aunque acotando a lo cultural, yo me siento tremendamente orgulloso de Escuela Abierta, de la escuela popular de teatro, de la escuela popular de música. Me siento muy orgulloso de la inmobiliaria popular, que es un hito cultural bastante potente, y de la salud en el barrio y del municipio en el barrio. Que son cambios culturales de cómo el municipio, como parte más diminuta del aparato del Estado, que es un instrumento de dominación de clase, se relaciona con aquellos a los que entre comillas domina, en el lenguaje de la dominación, dice servir.
El aporte de lo cultural al diálogo
¿Cuál es su punto de vista respecto del aporte desde lo cultural, circunscribiéndolo a la producción de las artes, en el diálogo en vista a una nueva constitución, que se está desarrollando?
La cultura lo largo de toda la historia de la humanidad y en todos los territorios del mundo ha jugado un rol de primera línea en las transformaciones sociales y culturales, y en la manifestación de los dolores, las angustias, las expectativas y los sueños de los pueblos. Por eso que, en Chile con la llegada de la dictadura cívico-militar, se erradica la cultura de los sectores populares. El neoliberalismo va concentrando tanto el acceso como la participación cultural a los sectores más pudientes. Por eso, cuando uno mira la historia de Chile, ve que no hay ningún Premio Nobel que haya salido de las clases adineradas, todos nuestros premios nobeles, escritores notables, pintores notables provienen de los sectores populares o de corrientes migratorias, que arrancaron de un conflicto o de crisis sociales provocadas por intervención extranjera.
Lo que hace la dictadura es encapsular la cultura, limitar la participación cultural de tal manera de inmovilizar al pueblo y convertirlo en consumidor y no en ciudadano. Es un cambio de eje de cómo se considera al pueblo, como sujeto, en cambio el capitalismo lo considera solo como un objeto, como un consumidor, como parte de un engranaje productivo que ha sido tan brutal, que ha terminado homologando o convirtiendo en casi sinónimo de producción y destrucción.
Actividades de junio:
sáb, 3 jun en Recoleta
Vivienda y Barrios, 50 años de Memoria
Organiza: UNIDAD DE VIVIENDA – SECPLA
Acerca del evento: 15:00 – 20:00 – Actividad Cultural, Escenario Itinerante 2 números externos + 3 locales + palabras y testimonios + exposición fotográfica + inauguración de placa. población Escritores de Chile / cancha ubicada en Av Recoleta con Oscar Castro, población conformada en la UP. Las primeras viviendas (madera) corresponden a una donación del gobierno ruso, luego hay autoconstrucción
jue, 8 jun en Recoleta
Exposición Tato Ayress
Organiza: Corporación Cultural de Recoleta
Acerca del evento: Exposición «Atajo Abierto» de Tato Ayress. Del 8 al 30 de junio.
Espacio Quinta Bella (Corporación Cultural)
lun, 26 jun en Recoleta
Programa “Memorias contingentes”. Pensamiento de Allende
Organiza: UAR Universidad Abierta de Recoleta
Acerca del evento: Encuentro organizado junto a la Fundación Salvador Allende, para revisar la vigencia y proyección del pensamiento del ex presidente. Se realiza en el día de su natalicio 115.
Lugar: Teatro Corporación Cultural de Recoleta
Para más información visitar página: cincuenta.cl