Entrevista a Denise Treizman, artista chilena en Nueva York.
“Mi misión como artista es identificar esos momentos de arte”
Durante mi visita a Nueva York estuve en el estudio de Denise Treizman, artista chilena que vive en Nueva York hace cinco años. Hablamos de su proceso de trabajo, su inspiración y su obra de arte público que está actualmente en Randall’s Island. Fuimos a la isla a conocer la obra y presenciar “Spartan Follies” donde continuamos nuestra conversación.
Cuéntame como pasaste de la pintura a estas esculturas.
Cuando recién me vine a Nueva York el 2010, antes de estudiar el master, hice una residencia de verano. Era mi primera vez en Nueva York. Había venido cuando chica, con mi familia, pero no viviendo la experiencia de ser artista en Nueva York.Inicialmente me llamó mucho la atención la ciudad y todos los estímulos, la cantidad de gente, la cantidad de ruido y la cantidad de todo y dentro de esas cosas también era la cantidad de basura que ponían en la calle. Primero era ¿por qué se están deshaciendo de esto? Y segundo, que lo ponían en la vereda. Uno en Chile está más acostumbrado a una cultura de “regalar”. Por ejemplo si uno tiene un sillón, uno encuentra a alguien que lo quiera, pero acá todo eso hablaba de cómo era la ciudad, como funcionan las estructuras de la ciudad. Claramente acá nadie tiene espacio, y nadie va a ir a recoger un sillón, por muy lindo que se vea, es todo un aparataje de logística. En verdad revela mucho de cómo funciona la vida acá. Si no hay espacio, se pone en la calle, y si alguien lo quiere recoger, lo recoge. Si alguien se las quiere arreglar y llevárselo, lo hace. Para mi, visualmente, era un estímulo. Además me llamaba mucho la atención de cómo estos objetos y cosas se camuflaban casi en el paisaje cotidiano. Entonces la gente que era de acá caminaba alrededor, uno puede ver acá a una neoyorkina con tacos yendo a un restaurant y pasa al lado de la bolsa de basura, y hay una tele y hay un sillón y era como parte del paisaje cotidiano. Mi primer acercamiento a los objetos fue cuando hice unas intervenciones urbanas, que consistían en que a veces yo juntaba elementos que encontraba en la calle, llevaba un spray o tape y hacía una pequeña intervención en la ciudad. Me interesaba como concepto de tener un poco el ritmo, porque de repente pasaba una persona al lado y lo veía y era como “¿qué hacen estas bolsas de basura acá pintadas?”. Era como una intervención super sutil y ahí empecé a jugar con esta idea de que qué está hecho por el artista y que era realmente encontrado. Hasta que punto mi mano cambiaba este paisaje urbano. Me interesaba también investigar todo esto de lo efímero, era una obra de arte que podía demorar un minuto, hasta que llegara el señor de la basura a recogerlo, o hasta que alguien decidiera llevarse el pedazo de lo que sea que estaba ahí. Además fue como una manera de desarrollar el lenguaje super libre que tengo, porque como lo estaba haciendo en la calle no existía la presión de trabajar el cubo blanco. Era algo que si alguien lo percibía, bien, y si nadie lo percibía, bien también.Para mi, como artista, fue parte super importante de mi proceso porque me permitió desarrollar un lenguaje casual y libre. Después, en ese tiempo yo todavía negociaba un poco con la calle, qué hacía afuera, y que llevaba al estudio. Eventualmente mi práctica viró hacia que hoy en día ya no hago esas intervenciones en la calle. Muchas veces me preguntan, no significa que nunca más en la vida los vaya a hacer, pero siento que ya llegué a un nivel que tengo muy claro lo que voy a hacer, los gestos, eso me permitió desarrollar un lenguaje. Pero ahora no necesito hacerlo en la calle, puedo tratar los objetos de la misma manera, y con esa misma libertad. Podía hacer eso mismo, y traspasar esa energía en una pieza dentro del estudio también. Entonces, cada vez más, mi práctica fue mutando hacia donde, igual es importante para mi estar mucho en contacto con la calle, porque de ahí viene toda mi inspiración, es como mi “Shopping center” un poco. En vez de comprar en la tienda de arte, la mayoría de mis cosas vienen de ahí.
¿ Por qué dejaste la pintura tradicional?
No es que haya dejado o no dejado. Yo no siento que haya dejado la pintura. Para mi no hay una diferencia entre hacer una “markmaking”, marcas y gestos, puede ser con un objeto, puede ser con materiales, puede ser en un pedazo de papel que yo cuelgue en el taller. De hecho siempre tengo papel, y muchas veces hago gestos. Yo no trabajo solo en una pieza, sino que hago trabajos super fragmentados así que si estoy haciendo algo, hago unas marcas en objeto que encontré, entre medio saco greda y empiezo a hacer algo en greda. Es super fragmentado, y así van saliendo marcas que pueden terminar en un papel, en un canvas. El formato, para mi, no es lo relevante. El arte contemporáneo no es tan encasillado. Acá es más importante el concepto, o la idea, o lo que quiera transmitir el artista trasciende la técnica. Obviamenteque uno se enfoca un poco más en una cosa que en otra, porque es lo que te viene más natural, lo que te permite explorar más una idea. A mi, en este minuto, me permite explorar esta idea de una manera tridimensional, porque ocupo muchos objetos y cosas. Pero no significa que no pueda plasmar lo mismo en un papel o en una tela. No me considero una pintora, ni tampoco lo era antes. Yo nunca pinté como alguien tradicional, que fue educada en una escuela de bellas artes tradicional, sino que siempre fue una exploración super intuitiva, con materiales, con color. Siempre fue como una exploración de gestos, de gestos informales, no como esto quiero que parezca esto, no muy académica, sino que siempre fue bien intuitiva mi exploración.
¿Cuáles son esos conceptos a los que te refieres?
El concepto para mi es la improvisación y nuevas formas de asamblaje. En el fondo eso consiste en explorar la “oportunidad”. Yo vivo la vida, la cotidianidad y en ese vivir, que todos tenemos, uno puede ir percibiendo momentos de arte. Mi misión como artista es identificar estos momentos, que quizás para el común de la gente no significan un momento de “arte” tradicional, pero obviamente está como en la poesía de identificar el potencial de que yo pueda convertir algo o transformarlo con mis gestos artísticos. Transformarlos, y que esa cosa trascienda lo que era, no en un objeto solamente. Se convierte en una experiencia o en momento, que después tu como espectador tienes una relación diferente con ese objeto ya sea en la calleo en mi taller. Me explico, si tu estuviste en mi taller y viste una obra donde hay un pedazo de un taxi con una pelota. Ok, te quedaste con esa imagen. El día de mañana tu estás caminando por Nueva York y empiezas a percibir cosas que quizás no hubieras mirado si no. Empiezas a hacer asociaciones entre tu propio diario vivir y los materiales. Entonces la experiencia de arte pasa más allá de observar un cuadro y decir, oh que bien pinta, que buena técnica, que lindo, me gusta, es estético. Para mi si es importante lo estético. Yo considero mi obra muy estética igual, pero me interesa más que el espectador se quede con una experiencia que trascienda los tres segundos que al final un espectador comparte con una obra de arte en general. O un minuto. Al final tus vas creando asociaciones en el tiempo.
¿Cómo es el manejo del color con lo urbano? En general tu trabajas con colores poco urbanos. La ciudad es gris, harto cemento y tus colores son fuertes, fosforescentes lo que genera un contraste. ¿Eso es parte del objetivo?
Como mucho partió con estas intervenciones urbanas, o incluso cuando empecé a traer los materiales adentro del taller, mi idea era darles una nueva vida a estos objetos, entonces obviamente si muchas de estas cosas eran viejas, opacas, oxidadas, todo lo desgastado, lo natural de las cosas de estar afuera, entonces mi impulso instintivo fue usar colores que fueran completamente lo opuesto a eso, como para realzar estas cosas y darles una nueva oportunidad, por así decirlo. Después, a su vez, eso lo seguí haciendo, no solo en el uso del color, sino que ahora que he incorporado, muchas piezas mías tienen cerámica. Busco lo mismo, que es crear este contraste entre lo que ya está sucio, viejo, dañado, con algo que a su vez tiene una superficie brillante, colorida, entonces ahí genera un choque de materiales que quizás no es tan esperado como un “improbable collision of materials” (improbable colisión de materiales)
Tu obra resalta mucho visualmente, algo muy característico tuyo, entonces es como generar este impacto visual. ¿Es parte también del objetivo?
Eso tiene que ver con esto de que más allá de que esté este concepto y todo, no me considero una artista puramente conceptual. Al contrario, para mucha gente estaría más cercano a algo más formal. Mis decisiones, todas tienen mucho que ver con forma, con color, con algo que para mi sea estéticamente agradable. Dentro de esas cosas si ocupo colores, que además, a mi me gustan, como me visto, crecí en los ochenta, donde estos colores eran relevantes para esa época. Tiene que ver con mi atracción a esos colores y a estos materiales, brillosos, porque yo crecí visitando a mis abuelos que vivían en Miami, coleccionaba stickers, y tapes neon, fucsia, me compraba todas esas cosas pero en esa época todo eso era en Miami. Llegaba a Chile, y me duraban 5 años porque no quería usar los stickers o el tape. Era super preciado porque en esa época nosotros no teníamos acceso a todo eso. Tenía esos pompones de materiales brillantes. Para mi en esa época en Chile era wow! Lo que me traía de Estados Unidos, y cuando me vine a Estados Unidos me di cuenta, aunque ya había cambiado mucho y en Chile habían muchas de esas cosas, pero haciendo la analogía fue como ahora tengo acceso ilimitado a todo eso. Entonces de ahí viene toda esta abundancia de colores, de material brillante, etc. También tiene que ver un poco con mi historia personal en ese sentido.
¿Qué lugar sería ideal para ti exponer una obra? Podría ser un espacio público, o una galería, te interesa que esté en un lugar objetivo?
No porque haya hecho una obra de arte público, necesariamente soy una artista de espacios públicos. Si, me gustó la experiencia de hacer arte público y me gustaría seguir explorando pero no es como pasar de A a B, hay millones de pasos intermedios para hablar de otra vez hacer una obra de arte público. Si me interesó lo interactivo y si me interesa crecer en esos espacios. Si me das una sala más grande voy a hacer una instalación más grande. Si me voy a una sala más chica trabajo con piezas más discretas, que son más esculturas en sí mismas. Me gusta responder al espacio, y si me gustaría seguir mostrando públicamente. Obviamente me encantaría mostrar en museos, pero tener harto espacio siempre va a ser preferible. Pero también me interesan las galerías.
Uno podría pensar que por el tamaño de la obra, y lo fuerte que es presencialmente, uno podría decir mi sueño es estar en el Día Beacon, o estar en el Moma, o en la plaza pública, o estar en el Gam, por ejemplo.
No tengo un lugar puntual en mente. Aunque me gustaría estar en el Moma, en Whitney,pero hasta qué punto es por el espacio, es por la significancia que tienen las instituciones como nombre. Claro, si fuera por tener espacio me voy a Talca, y me construyo un galpón y hago algo gigante. Al final es una mezcla entre la significancia institucional de un lugar y el espacio. Quiera uno o no, el artista es institucionalizado, y quiera uno o no hay lugares que te van a dar cierto status o que te van a abrir ciertas puertas, y uno no es tan estratégico en pensarlopero cualquier artista que te dijera que prefiere poner su obra en el jardín botánico te está mintiendo.
¿Como podrías describir tu obra? En una palabra.
No podría describirla en una palabra, pero si me molestan algunas palabras como reciclaje.
Actualmente Denise tiene una obra instalada en Randall’s Island, un parque público, que se adjudicó a través de un concurso organizado por el Bronx Museum de Nueva York. Seguimos la entrevista en el parque, mientras ella mostraba su obra a algunos visitantes.
¿Cuál fue tu inspiración para crear esta obra?
Esta isla en particular solía ser un lugar donde mandaban lo “no deseado” de Nueva York. Eso incluía basura propiamente tal en su minuto, pero también incluía gente no deseada que enviaban a un Instituto de Salud Mental, centro siquiátricas. Este era un concurso, y cuando propuse la idea, a ellos les gustaba que hubiera una conexión con la isla, con la historia. Como yo trabajo con materiales “no queridos”, cosas que son deshechos y que la gente bota en la calle, yo quería usar los mismos materiales para hacer un homenaje a esta historia. Por otra parte, a mi me encanta el deporte, como yo sabía que esta isla tenía todo este historial como un sitio para hacer deportes, en un minuto querían que esta isla fuera como la villa olímpica. Entonces, uniendo esas dos cosas decidí hacer este proyecto. Se llama “Spartan Follies”, que está inspirado en la idea de ironizar con “Follie”, que significa tontería, “Spartan” es de espartano, lo que a su vez acá hay algo que es “Spartan Races”, que son esos concursos, que empujan la arena, que saltan, como “Mud Races”.Spartan es de Sparta, de Grecia, de la historia, de ser riguroso, la rigurosidad del espartano y se asocia siempre a los deportes. Viene del concepto de disciplinado. Yo tenía esta idea de que fuera como un juego, algo entremedio de una obra de arte y algo que se pudiera usar. Alguien puede pasar y mirar y decir “¿Que es esto?” y apreciar una obra de arte, que funcionara así, pero también que funcionara para poder usarse, como interactivamente. Cuando vine a la charla, nos explicaron que como esto estaba en un parque, no es que sea un parque de esculturas, no hay guardias, no está cercado, entonces la gente, lo que sea que pongas, lo va a usar igual. Entonces yo dije, ok, llevémoslo lejos y hagamos algo interactivo. Como para tener algo que fuese complicado que tocaran, mejor hacer algo que pudieran tocar. Por otra parte, mi arte siempre ha sido super lúdico, divertido, la gente quiere tocarlo, en las galerías, cuando tengo algo en mi estudio. Entonces mi obra llama a la interacción, pero no lo es porque no se puede, porque está en una galería, entonces también era una oportunidad para mi de explorar este aspecto de mi obra.
¿Cómo interactúan con esta obra específicamente?
Esta obra está inspirada en una cancha de obstáculos, que también es un poco militar, entonces también me gusta que se relacione con esa rigurosidad de lo militar, de esos ejercicios militares. La gente puede venir a hacer deportes, pero para lo que más lo ocupan es para sentarse. Hacen un asado ahí y la gente se sienta a comer. Los niños se suben, se encaraman, se pasan entre medio. Se mueven un poco pero están todos apernados, no se van a salir. La estructura de esto, es que están todos apernados entre si, no al suelo. Como son tantos, imposible mover toda la estructura. Hay algunos que están como libres, con una cadena, entonces esos los puedes mover un poco. La idea era que la escultura captara el movimiento diario del parque. Porque hoy día va a estar ahí, pero si viene un niño y mueve eso, en dos días más, el neumático se puede mover, incluso estos mismos se han ido doblando un poco. Lo mismo con los tubos. Si alguien lo ocupa y lo deja ahí, ahí queda. Originalmente mi proyecto eran los tubos sueltos, yo quería que deambularan por el parque, pero no se podía por la seguridad, entonces tuve que adaptar un poco la propuesta. La idea para mi era que no estuvieran todas las cosas juntas, porque si no iba a ser demasiado parque de juegos. De hecho, la parte de los neumáticos en si es la más tipo “playground” . La idea era que fuera entre medio. Obviamente yo no puedo controlar quien lo use, está en un espacio público y bien, si lo usa un niño feliz, pero a mi como artista, me interesa más lo que se produce cuando lo usa un adulto, porque lleva al adulto a la niñez. El día de la inauguración, fue cuando más pude ver gente interactuar, tenía amigos que se metían, hicimos fotos, unos se metían debajo, otros tratando de andar en el tubo entonces te trae a tu infancia, a lo divertido. Como artista me gusta pensar que también puede generar eso en un adulto que viene y se pone a jugar, o que genere interacción entre gente. Por ejemplo un papá que trae a un hijo y juega con el.
¿Cuántos neumáticos son?
Son 80.
¿De qué materiales están hechos?
La mayoría es con una pintura que se llama “Plastidip” que es como una pintura para autos. Primero los pinté todos blanco con esa pintura. Porque si pintas directo sobre el negro, los colores se chupan. Después viene el color que es o plastidip o este spray paint que es especial para exteriores, pero igual se oscurece con el sol. Es imposible encontrar algo que lo mantenga igual de vibrante como al principio.
¿Cuál es el concepto detrás de las tiras que cuelgan?
Uno de mis miedos con el proyecto era que los neumáticos son un material muy rehusado en si, y son un material que nadie sabe como deshacerse de ellos. Por un lado me agrada usar algo y darle otra vida a esto, pero por otro lado tampoco quería que fuera un objeto de parque de juegos infantiles. Obviamente con el color, cada uno de los neumáticos era como una pintura en si mismo, cuando los tenía en el taller. Entonces me preocupé mucho de eso, que no fuera solo el neumático azul, el neumático rojo, sino que tuvieran patrones. Dentro de eso, la cuerda también está asociada al deporte, y era algo más permanente, que no van a desaparecer. Era un poco como darle textura y que fuera como que cuando queda esa ambigüedad de si es arte o no, esos pequeños detalles marcan la diferencia, y no es sólo que alguien tiró pintura.Era más que sólo el graffiti o “street art”.
¿Cuál es la diferencia con el graffiti?
Obviamente cuando uno usa pintura en spray, la gente lo asocia con graffiti. Yo antes hacía esas intervenciones en la calle, pero para mi Graffiti es otra cultura. Para mi no por usar spray paint tiene que ser Graffiti. Yo me enfrento a cada neumático como un canvas, en mi estudio, más que como un muro en la calle.Pero si vengo ahora a arreglarlo, lo siento más como Graffiti. No sé si es porque ya está afuera, pero es diferente cuando, cada vez que tenía un neumático era como un cuadro individual. Yo sabía que cuando los juntara todos iba a quedar algo increíble igual.
¿Los combinaste acá? O ¿tenías la idea de cuál iba al lado de cuál?
No, es que ya me había dado cuenta en el estudio que todo funcionaba. Al principio, antes de empezar pensé que iba a tener que hacer un mapa, pero cuando ya tenía unos 30 en el estudio, me di cuenta que lo que pusiera al lado se veía bien. No era tan necesario planear antes.
¿Cuánto tiempo te demoraste en todo el proceso?
Todo el trabajo comenzó en Chile, en Noviembre y Diciembre, ya que tuve acceso a algunas máquinas, gente que me ayudaba. Empecé a ensamblar todo con ayuda de un equipo de ingenieros que me ayudaron en ese proceso. Mandé un container desde Chile, con los tubos y todo. Luego acá en Nueva York trabajé como cinco meses en todo el proceso de pintura y ensamblaje. Era como armar un mueble Ikea. Venía todo separado en partes y tuve que armarlo.
El montaje acá fue como una semana con los neumáticos.
Cuéntame del proceso con el concurso, ¿Cómo fue la convocatoria del museo? ¿Como fue el proceso de hacer una obra de arte públicó en Nueva York?
Yo participé de un programa del Bronx Museumque se llama “Artists in the Marketplace”. Es como una especie de “fellowship” (beca) que escogían 36 artistas cada año. Se dividen en dos grupos de 18. En ese programa, que es del museo, ellos abren esta convocatoria. Éramos 72 artistas en total de los dos años. Entonces abrieron el concurso y dieron una charla acá, entonces vine a la charla, mostraron los proyectos de los otros años, como para tener una idea de lo que buscaban, y ahí aprendí que les interesaba que tuviera relación con el lugar, que fuera algo que resistiera estar al aire libre, podría ser interactivo para que la gente lo usara. Fue muy útil haber venido a esa charla porque en el minuto no sabía que hacer. Mi arte siempre ha tenido este potencial pero nunca lo había podido explorar. Era una buena oportunidad de poder ganar. Después estuve haciendo “brainstorming”, pensando en los materiales que podría usar, y ahí de repente me iluminé con los neumáticos. Igual yo fui super ambiciosa en la propuesta. Para mi era importante que fuera como así. En el minuto yo me lo quería ganar, pero tuve una visión del proyecto completo que fueran como estaciones, porque era la idea de la carrera. Vas de una a la otra.
¿Cómo llegaron a ser cinco artistas seleccionados al final?
Primerolos que querían presentaban una propuesta. De ahí eligieron veinte finalistas y nos dieron plata para hacer una maqueta. Ahí tuve que hacer una maqueta. Hice una propuesta, compré neumáticos de autos en miniatura. Obviamente no podía pintar con este detalle. Después tuve que presentarlo ante un panel que incluía gente del museo y del parque. Después nos avisaron. Escogieron cinco para un año y cinco para el otro entonces yo quedé para este año.
¿Cuánto tiempo dura la instalación?
Seis meses. De Mayo a Noviembre. Yo tengo que ser responsable hasta el minuto que desinstale.