Entrevista a director de «Isabel» Rodrigo Bazaes: «Es un capital local interesante hacer ficciones con un lenguaje televisivo de carácter universal»

Por Galia Bogolasky

Entrevistamos al reconocido director de la serie Isabel, de Amazon Prime, emitida por Mega, que fue nominada a los Platino y a un Emmy Internacional.

Bazaes ganó el Premio Platino a Mejor Dirección de Arte con El Conde, pero también fue director de arte y guionista de las películas de Andrés Wood Violeta se fue a los cielos (ganadora de Sundance), La buena vida (ganadora de un Goya). Fue director de arte y director en las últimas dos temporadas de la exitosa serie de TV Los 80.

Rodrigo Bazaes fue diseñador de la producción de la serie La casa de los espíritus, una colaboración FilmNation, Amazon y Fabula. También hizo la dirección de arte de la película El lugar de la otra, de Maite Alberdi, seleccionado para competencia oficial en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

¿Cómo surgió este proyecto de hacer la miniserie Isabel? ¿Cómo llegaste a dirigir este proyecto?

El proyecto surge al interior del canal, en el área no ficción, que hasta entonces contaba con periodistas e investigadores que desarrollaban contenidos de ese tipo, o sea, no nace en el área dramática. Deseaban postular al fondo, me convocaron como director, me dijeron si me interesaba. Leí el proyecto, me encantó la idea. Yo tenía muchas ganas de volver a la televisión a dirigir, ya habían pasado 4 ó 5 años desde que había terminado Los 80, y no había logrado encumbrarse ningún proyecto nuevo.

Desde que sale el fondo, pasaron por lo menos un par de postulaciones previas. Se postuló un primer proyecto, se hizo un teaser y tenía como figura central de promoción a Isabel Allende, pero incluía otras figuras, a otras mujeres, con esas características apasionadas. No ganó, y entonces ese proyecto quedó de lado y un año después se reconfigura el equipo, el guionista, la historia, el foco, y se habla de una miniserie. También, me pidieron autorización para re-postularlo, yo accedí, y ya está lista.

Tú eres muy reconocido como director de arte, por lo que hay una propuesta que tiene un sello muy característico tuyo. Sobre todo, porque es de época, está ambientada en los años setenta, ochenta, y además es internacional, porque sucede en varios países. ¿Cómo fue armar esta propuesta, desde tu visión como director de arte y traspasarla a la dirección?

El proyecto tenía el deseo de abarcar más de 30 años en la vida de Isabel adulta. Incluía la infancia, que fue creciendo y desarrollándose a través del guión. De alguna forma, involucraba seguirla, hasta hacerse cargo de la biografía, a través de los grandes hitos y estas casas emblemáticas que tuvo alguna vez; su departamento en Caracas, su residencia en España y finalmente en California. Entonces había que tener un punto de vista, un enfoque visual, para resolver narrativamente esto, sin la ambición que tienen las súper producciones. Mi trabajo en la recreación histórica ha sido constante, ha ido madurando, tengo un método, un equipo de trabajo que me ha acompañado en desarrollarlo y en crearlo juntos. En el rol de director no puedes ser además director de arte. Entonces me preocupé de encontrar a las personas que me pudieran acompañar, que recibieran la mirada, pero que también tuvieran un vuelo propio. La primera persona que se me ocurre fue Marichi Palacios, que se formó conmigo, fue ex alumna, ahora somos colegas y amigos. Entonces dije: “Marichi, te toca”, y trabajamos muy bien. Había que contar con un buen director de fotografía y fue Enrique Stindt, es un placer trabajar con él. Juntos pensamos la serie desde esa perspectiva visual y narrativa, con la ventaja de una voz en off. Esta permitía hacer ciertas síntesis, no teníamos que ser descriptivos, permitía elipsis, viñetas solitarias que iban vistiendo esta voz, sin tener que ir a reconstruir la escena. Pudimos pasearnos por toda la biografía, sin tener que recrearlo todo. Eso fue una ventaja, a veces con pequeños detalles. El viaje lo completa la musica original, compuesta por Jorge Aliaga, que para mi debía ser otra gran protagonista.

¿Cómo fue elegir el punto de vista y el período de la vida de Isabel Allende para contarlo en sólo 3 episodios? 

Yo creo que un hito clave dentro del drama, que ha descrito ella misma, es que hay un antes y un después con ocasión de la enfermedad y muerte de su hija. Por lo tanto, hay una metamorfosis interesante de observar. Ese foco lo tenía claro el equipo del canal, encabezado por Isabel Miquel, ella es quien dice: “vamos a mirar este período, de esta época a esta época”. Eso incluía su despertar como escritora en revistas, ella no era periodista, se hizo en el camino. Tenía estudios, de televisión en Europa y alguna vocación por la escritura como lo describe el guion. Es el periplo de ella en el exilio, el que marca este nuevo escenario. Son cinco libros que atraviesan la biografía. Desde La Casa de los Espíritus, su primer libro, en el contexto de Venezuela, que la acoge, en este autoexilio precautorio, porque no sabemos qué hubiera pasado si se hubiese quedado en Chile. Termina con las primeras líneas del libro Paula, así concluye la serie.

La vida de ella es impresionante. ¿Hay alguna posibilidad de que tenga una segunda temporada?

Quién sabe, yo no sé, lo podría imaginar. Creo que es clave el período de estas seis novelas que enmarcan la narración. Sin duda aquí están los libros más emblemáticos, con los que se abrió paso al mundo. Si tú los recorres, son un viaje iniciático, desde reencontrarse en la nostalgia con ese Chile que ya no está. Los fantasmas de su vida los irá poniendo en el resto de su literatura. Luego viene De amor y de sombra, que es su mirada sobre el contexto político, cuando es necesario mirar ahí, sobre todo desde el lugar donde ella reciente su alejamiento. Después continua con Eva Luna, que tiene que ver con la mirada hacia el propio sentir. Hay un mundo privado, íntimo, que vacía como un anhelo de explorar ese mundo erótico. La veo como una especie de escritora laboratorio en su búsqueda. Después viene la mirada hacia fuera, con El Plan Infinito, que definitivamente va a imprimir su vocación de escritora best seller, con los ojos de una escritora que ha madurado en la narrativa. Paula cierra el ciclo volviendo sobre la vida privada. En este viaje hay un cuerpo de trabajo que define todo el resto del futuro de su obra.

La historia se centra en ese episodio relacionado a la muerte de su hija, que es una parte muy importante. A pesar de que la historia aborda seis libros ¿Es más fuerte el aspecto de la historia centrada en el libro Paula?

La serie no está basada en el libro Paula, no es la fuente principal, pero si parte con el día en el que está lanzando El Plan Infinito, y le cuentan que su hija está internada. Eso es real. Por lo tanto, se vuelve el hito donde la serie quiere llegar, a los años noventa. Pero no estuvo centrada en esto la investigación, ni se trata de poner en escena ese libro. Todo parte de una investigación iniciada en el canal para disectar su biografía y hallar los materiales con los que se iba a trabajar. Paula es uno de esos materiales. También había archivos, un capital muy valioso que tenía la fundación, que fue lo más cercano a lo que Isabel llegó a colaborarnos. Porque el proyecto se desarrolla y crece independiente de su mirada. Solo al final se le integra para que autorice, por las buenas relaciones que había habido durante el proceso de desarrollo. A través de ella y su hijo, penetramos en los archivos privados de la familia. Encontramos un material valiosísimo, que decidimos después incluir en la serie. Son imágenes reales hechas por el tío Ramón, que grababa con una cámara súper ocho, era aficionado al cine. Dejó testimonios invaluables.

¿De quién fue la decisión que no fuera un guion de la misma Isabel Allende? ¿Fue una decisión de ella, para tener una mirada externa?

Hay más antecedentes que son previos a mi incorporación al proyecto, que conocen mejor Patricia Bazán e Isabel Miquel (de Mega) con la intención de acercarse a su vida. Yo creo que no sabían del todo si querían que fuera parte de un programa con otros personajes, todo eso fue evolucionando. Pero desde un inicio, por la buena intuición que debe tener un canal al producir contenido audiovisual biográfico, siempre es bueno estar cerca, pero también lejos de la fuente. Se puede transformar en un bloqueo, porque es muy intimidante que te biografíen. El biografiado debe confiar en las personas que lo van a representar, y yo creo que eso se dio con una dinámica bien saludable. También, por el desapego que ella misma ha tenido, que es admirable, de confidenciar sus propios eventos de vida, que son vox populi y están en todos sus libros. No era algo novedoso para ella, ni para los que son aficionados a su literatura, entonces ella confió y delegó esa labor.

Cuando lee los guiones, previo al rodaje, se queda un poco impactada y declaró que estaba un poquito avergonzada con ciertas cosas, pero sentía que estaba tratada con bastante respeto y dignidad. Habíamos humanizado sus errores. Eso está en la base del proyecto. Que fuera un personaje sea capaz de producir identificación en el espectador. El error es una materia prima de todo conflicto y de toda ficción. Así que teníamos un buen personaje, teníamos la aprobación de ella y la confianza para poder trabajar. Al final, el canal va a filtrar y poner en equilibrio las expectativas, el trato con ella y las libertades que me otorgan para interpretar la historia. Hasta que llega el momento en que recibo los guiones finales que debo grabar.

¿Cuál fue el mayor desafío para ti, como director, de enfrentar un proyecto de esta envergadura?

Técnicos varios, narrativos varios, yo creo que no morir en la ambición. No morir en medio de una ambición que era compleja, para todo el equipo; actores, productores, artistas, diseñadores, que estaban involucrados. Era un proyecto para más jornadas de grabación, para un mayor fondo, evidentemente para una cooperación más grande. Sin embargo, dijimos “hagámoslo”. Después de nuestra primera evaluación, el canal decidió ponerle un poco más de recursos, no todos los que yo estaba soñando, pero le pusieron más. Por lo tanto, se va desarrollando al debe, pero el proyecto tenía corazón. Con este empuje puedes intentar hacerlo de manera más o menos ambiciosa, yo confié en eso, y todos confiamos en eso. Teníamos una buena historia, teníamos un gran personaje, una estrella pop y cultural al mismo tiempo, una escritora que había hecho un viaje interesante. Por lo tanto, teníamos los elementos que hacían que el proyecto pudiera ser exitoso. Tiene una naturaleza comercial, yo no tengo conflicto con eso, mientras puedas trabajar para un espectador exigente. Es algo que aprendí muy bien en Los 80, me tuve que educar en este tema en la televisión. Tenía muchos prejuicios con ella. Venía del teatro y del cine, y de pronto descubro que se pueden hacer cosas distintas, con los elementos que tienen los productos masivos, pero pensando que también se puede ofrecer calidad. En Los 80 aprendí a trabajar con muy pocos recursos, a buscar algo mágico, que fuimos inventando en conjunto. Primero como director de arte, acompañando a Boris (Quercia), otra escuela para mí, hasta después convertirme en director. Yo creo que hay que ser honestos con la realidad de nuestros recursos en Chile. Hay muchos proyectos que postulan año a año al CNTV, más de 400, y son premiados solo un puñado de ellos. Nosotros esperaríamos tener más apoyo, y más cooperación entre colaboradores y empresas privadas, pero es lo que tenemos. Logramos hacer volar un proyecto que no podía ambicionar demasiado en su puesta en escena. Si te fijas, no tenemos autos recorriendo Santiago. Eso lo tuve que resolver con un personaje en primer plano, todos los recorridos en auto, con una cantidad limitada de extras y vehículos. Había que hacer milagros divertidos, y me di cuenta que mi equipo y yo estábamos muy entrenados en esa escuela, de lograr mucho con poco. Tuve la suerte de encontrarme con Daniela Ramírez, que es un monstruo de trabajadora y en el manejo de lenguaje audiovisual. Entonces todo fluyó. Cualquiera se podría haber puesto muy nerviosa con ese desafío de entrar en los años´60, reaparecer en los´80 y luego volver atrás. Era un ejercicio de alta exigencia. Fue estresante en 27 jornadas, teníamos que atravesar una infinidad de décadas y contextos. Dirigir niños requiere de mucho tiempo, mucho entrenamiento, y no siempre lo teníamos. Así que sucedieron cosas bien mágicas para poder sacar a flote el talento de todos. Mi desafío era estar consciente del montaje en mi cabeza, porque no podía grabar nada por si acaso, nada que sobrara. Todo lo que se grabó está en la serie. Por eso estoy contento, y creo que el desafío está cumplido, porque no esperábamos que fuera tan bien recibida. Estaba la ambición de hacerlo bien, pero la verdad es que uno siempre puede sorprenderse, porque las críticas han sido bien buenas y sinceras, bien bonitas.

¿Cómo fue el casting? ¿Cómo llegaron a Daniela Ramírez y al resto del elenco?

Daniela Ramírez estaba en el pensamiento del elenco antes de que yo llegara. Yo dije que sí, al rato me dije, es más alta y más bonita, la misma Isabel decía que ella no era tan bonita, que por qué habían puesto a Daniela ahí. Yo creo que Isabel tenía una belleza particular, pero era distinta a Daniela. Entonces hicimos un trabajo de look e investigamos cómo llevarla hacia allá. Con Daniela había trabajado en Los 80 interpretando a Sybilla adulta. Fue un gran acierto, porque fue una compañera en el proceso, aceptó el reto, que era grande. Uso su tiempo para lograr lo que logró, en el trabajo en set y frente a la cámara.

Después había que encontrar a los familiares. La elección fue pensando en buenos actores, que se acercaran a un cierto biotipo. Jamás a un parecido idéntico. El casting de los hijos fue complicado, pero buscamos y levantamos piedras hasta el final. Cristina Aburto nos ayudó en eso y nos fue mostrando una cantidad de niños talento. Yo había trabajado con Ema (Godoy), la niña que hace a Isabel Allende, en un comercial, hace tiempo, el único comercial que pude hacer antes de la pandemia como director. Vi que esta niña tenía una chispa única, la invitamos al casting y quedó de inmediato. Las otras chicas que interpretan a Paula más grande, salieron de una búsqueda intensa tras varios meses. Yo me incorporo un antes al canal, para poder avanzar en los conceptos, y acompañar a la producción y al guion. Isabel Miquel estaba tratando de empujar los últimos recursos. Dos meses antes parte nuestra pre-producción oficial para grabar en enero del 2020. La post-producción fue realizada entre febrero y junio del año pasado, trabajando desde nuestras casas como laboratorio y oficinas, muchas noches largas mandando notas por Excel. Era muy difícil no poder asistir al estudio a escuchar cómo iba a sonar, ni ver el resultado de la fotografía. Los actores no podían ir a doblar. Entonces se estiró mucho el tiempo; pero yo creo que eso nos sirvió para mejorar la serie y probar muchas ideas en esa etapa.

Es muy importante que están en varias plataformas; se emite por Mega, Amazon Prime, y ahora en HBO. ¿Cómo ha sido para ti que la serie tenga este alcance mundial? 

Maravilloso. Yo tenía fe en el resultado, confiaba que podíamos hacer algo bueno, algo bonito. A pesar de la dificultad, porque no es perfecta, hay muchas cosas que quisimos haber estudiado más, ensayar más. Pero creo que es un capital local interesante para poder decir que podemos hacer ficciones con un lenguaje televisivo de carácter universal, tocar temas transversales, hacer algo entretenido y profundo a la vez. Un producto comercial, pero con identidad. Yo estoy muy contento, no sólo por mí, sino porque reafirma las miradas foráneas sobre nosotros como realizadores. Yo soy totalmente autodidacta en el mundo del cine. Si bien me sentía seguro de hacerlo, tenía que tener muy clara la manera de afrontarlo, me agarré de mi equipo y corrimos juntos. Espero que dé frutos, me encantaría en lo personal seguir relacionándome con el mundo de la televisión de este tipo. Empujar proyectos solo es muy difícil, muchos realizadores o artistas tardan años empujando ideas que cuesta financiar y encontrarles el espacio adecuado. Esta invitación rompe para mi, ese calendario que iba pausado, y resuelve mi deseo de poder volver a la televisión después de Los 80. Había que hacer algo nuevo, porque Los 80 tuvo su estreno hace ya más de 10 años.

Había quedado la vara muy alta además…

Había que hacer algo distinto, yo estoy feliz, la verdad es que estoy maravillado. Pero sobre todo sorprendido, porque la hicimos con menos. Ahí te das cuenta que tiene que ver con la calidad de nuestros narradores, escritores, artistas… Así que yo espero que solo inspire nuevos proyectos.

¿El tema de que sean sólo tres capítulos tiene que ver con el tema presupuestario?

El proyecto es así originalmente, tres capítulos y ese es el proyecto que se manda al CNTV. No puedes enviar un presupuesto y después hacer uno menos. El CNTV controla los minutos; de hecho, el capítulo dos es más largo. En el canal pensaban que debíamos reducirlo para potenciar su venta. Yo pensaba que si le cortábamos, había que sacrificar la infancia de Isabel en el campo, con el abuelo, entonces ahí me decían que no, nadie sabía qué sacar. Todo era digno de contar. Los capítulos 1 y 2 no llegaban a los 60 minutos, llegaban a los 56´y pensábamos “¿qué le agregamos?”, yo me decía, no le eches más agua a la sopa, esto es lo que es. Todo fue cuajando solo, porque el relato hablaba por sí mismo y resistía o no, lo que se podía contar. El capítulo 2 es un poco más largo, y si uno lo piensa bien, podrían haber dado cuatro capítulos, si este se dividía en su primer periplo en Caracas, hasta la anécdota de su infidelidad, un conflicto fuerte dentro de la serie. Algunos proyectos deben pensar en eso. Me gusta que el canal haya cuidado la integridad del proyecto original. Te estoy argumentando en parte, las estrategias con que se levanta la ficción televisiva en Chile, porque es un espacio difícil y subvalorado. Un CNTV lamentablemente no es suficiente para contar una historia muy larga, a menos que sacrifiques en parte la calidad. Tienes que grabar más horas, más rápido, los equipos tienen que ser reducidos. Entonces al final, nunca logras demostrar lo que hay en mente realmente, entre el sueño, los aportes del artista, la ambición y el diálogo con la producción.

Relacionado con la historia original de Isabel Allende, cuando se lleva biografías a la ficción, a veces hay que tomarse ciertas licencias en favor de la narración. ¿Cuánto tuvieron que ficcionar sobre su vida en función de la narrativa?

Todos los eventos que se narran en la serie son verdaderos, porque parten de una vocación biográfica, estaba en la naturaleza del proyecto, nace del área periodística. Cualquier operación de síntesis, para un relato audiovisual, implica compactar tiempos, porque es un personaje, no un ser humano, es un diseño del tiempo. Hay lapsus comprimidos y hechos que se ponen en relevancia; tiene que ver con la libertad interpretativa necesaria para poner en escena la idea. Por eso hay créditos también; un director, un director de foto… porque cada uno tiene un punto de vista particular sobre la historia. Cómo alguien ve la luz, cómo ve el arte, cómo ve el vestuario… Estas miradas se van apropiando de cierta mirada subjetiva, dándose validez a si misma, entendiendo que es siempre una interpretación. Podría haber muchas otras maneras de biografiar a Isabel, desde un punto de vista distinto, pero esa es la herramienta principal de toda ficción. Todos los hechos son reales, obviamente hay personajes un poco de lado. Hay eventos donde asistieron más personas y tienes que omitirlos para concentrarte en la función de una escena. Una escena dura uno, dos o tres minutos, no dura más y tienes que ir a la siguiente. Hay que manejar esas estructuras, son licencias naturales, están en la esencia de toda ficción audiovisual.

Estás en Colombia con un proyecto allá. ¿Qué otros proyectos de ficción tienes, ya sea como director de arte, como director o en otras actividades artísticas que tengas a futuro?

Hay varios proyectos que tienen fondos en este minuto, que están tratando de poder salir a su etapa de producción pero están detenidos aún. Mi trabajo me trajo aquí, hasta Colombia, estoy feliz a cargo de una recreación histórica que me pone en mi rol habitual, como director de arte (diseñador de producción), es con lo que me he ganado la vida, hacer estas investigaciones y ponerlas en escena. El diseño es para una serie basada en el libro Noticia de un secuestro de Gabriel García Márquez, que hoy ya está en su etapa final, de cierre, es un encargo de Amazon. Estoy feliz, todo el equipo es colombiano, las cabezas de fotografía, dirección y arte son chilenas. Pero todo el capital humano y elenco es de aquí, era la única manera de construir un buen diálogo. Termino este mes, y ya estoy de vuelta por mi país. Escucho unas cosas horribles de lo que está ocurriendo allá, con mucha pena. También veo deprimido el futuro con las artes escénicas, que es otro lugar del que yo nunca me he separado. No veo mucha capacidad ni sensibilidad para resolverlo, porque la verdad es que la demanda es tan grande, los recursos están tan mermados. No veo voluntad, lo que me tiene un poco triste, preocupado por mis colegas, por mis amigos, por las instituciones, por los teatros, por los gestores. Hay incertidumbre.

Lo primero que haré al regresar a Chile es aceptar una oferta de largometraje, como director de arte, disfruto mucho trabajar en equipo. Elijo los proyectos por sus temas, me muevo entre el diseño, el guion, el teatro, la dirección de arte… soy hiperquinético, ha sido evolutivo. Para llegar a dirigir tienes que haber sumado un montón de conocimientos. Estoy en una etapa en que siento que puedo plasmar las ideas con una confianza que recién ahora me permito. Ha sido una preparación progresiva y lenta. Los proyectos son los que me invitan, cuando valen la pena, me importa menos el rol, siempre he sabido estar ahí como como colaborador o diseñador, y por supuesto, ojalá se repitan como director, eso es algo que sueño se vaya concretando díaa a día

Titulo: Isabel
Género: Drama
Dirección: Rodrigo Bazaes
Protagonistas: Daniela Ramírez
País de origen: Chile
Idioma: Español
N.º de temporadas 1
N.º de episodios 3
Empresa: Megamedia
Distribuidor: MGE
Plataforma: Amazon Prime

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