Entrevista a director de la película “Mensajes Privados” Matías Bize: «Tiene que ver con volver a lo importante»

Por Galia Bogolasky

Concebida y grabada en la pandemia, la película es protagonizada por Blanca Lewin, Nicolás Poblete, Antonia Zegers, Néstor Cantillana, los españoles Vicenta Ndongo y Alex Brendemühl, la argentina Verónica Intile y el cantante (Me llamo) Sebastián.

En el primer día del encierro pandémico, el cineasta chileno Matías Bize tuvo una idea: dirigir una película que pudiera contrastar las sensaciones sombrías que el mundo estaba viviendo. Así nació Mensajes Privados, largometraje filmado a distancia, y con un elenco internacional. Esto fue lo que el director nos contó.

¿Cómo surgió la idea de hacer esta película en Pandemia con este formato donde cada uno de los personajes van contando sus relatos en una especie de ficción-documental?

Esta película empezó el día 1 de este encierro mundial. Yo estaba recién llegado a Ciudad de México, me fui en uno de los últimos vuelos antes de que cerraran el espacio aéreo y apenas llegué a México dije: “Tengo que hacer algo. Quiero hacer una película” Yo iba a filmar otra película que se suspendió, y me quedé ahí a punto de filmar. Entonces llegué a México y dije quiero hacer algo y quiero transmitir este sentimiento que estamos teniendo de volcarse a lo importante. Yo no quería hablar de la Pandemia, no quería hablar de lo que estábamos viviendo, que era todo muy fuerte, pero esa cotidianeidad. Tampoco era que me interesaba tanto, sino el haberse dado cuenta o al estar todos expuestos en esta situación en que la muerte también estaba dando vueltas muy cerca, volvimos a lo importante: a la familia, a los afectos, a los amores, a los temas profundos y dije: «Quiero hablar de esto, quiero hacer una película utilizando este sentimiento que estamos teniendo y quiero transmitir esto también como si fuera un último mensaje, como ¿Qué pasa si esto se apaga, se apaga la luz? ¿de qué queremos hablar, qué es lo que queremos poner? Tengo una suerte de tener un elenco de actores con los que ya he trabajado, que admiro, que hay un respeto y una confianza mutua. Llamo a este grupo de actores y les ofrezco una invitación a hacer una película y a mirarnos hacia adentro, a pensar de qué queríamos hablar, qué temas queríamos poner sobre la mesa. Me salió desde un principio como hagámoslo con historias reales. Algunas son historias de ellos y otras son historias reales, pero que yo se las puse a ellos. Les puse la historia y ellos la interpretaron. Siempre quisimos hacerlo de historias reales. Así surgió la película y se hizo a distancia. Yo estaba en México, había actores en Argentina, en España, en Chile, mi montajista estaba en Chile. Hubo unas ganas de estar por dos lados: primero, por una cosa terapéutica, de hacer algo, y de dejar de ver conteos de casos y dejar de ver las noticias. También de transmitir este sentimiento.

De las historias que son reales, que tú les diste a los actores para interpretar ¿Eran de historias reales que habías escuchado de otras personas? o ¿Tenían algo que ver con ellos también, o que de alguna manera conectara con sus propias historias?

No necesariamente. Eran historias que yo tenía, de algún amigo cercano o de alguien que conocía y dependía de cada actor. Había actores que me dijeron: «yo quiero hablar de esto», «esto me pasó», «esto me está dando vueltas» y otros que me decían: «yo quiero estar en la película, pero no tengo cabeza para crear una historia o para ponerme a mí en la película». A ellos yo llegaba con una historia. Tampoco había un trabajo de creación de personajes, porque como eran historias reales, era simplemente ponerse en la piel y que esa historia pasara a través tuyo, más allá de que se sepa ahora, de que hay historias que son reales y que otras son del actor tanto. A mí me gustaba también, pensando en la película, en el mundo y lugares donde no se conocieran los actores; que entremos en este juego que mezcla la película de qué es el documental, qué es la ficción y que finalmente tú estás viendo algo que es real, independiente de que sea o no sea la historia del actor.

¿Cómo fue este proceso de dirección a distancia? ¿Se grababa cada actor con su cámara, con su celular? o ¿algunos eran por Zoom por ejemplo tú podías ir dirigiendo o comentando? ¿Cada uno independiente y tú le dabas algunas indicaciones bases y ellos lo hacían en su momento?

Sí, fue un proceso súper bonito, fue distinto con todos, pero básicamente conversaba mucho con ellos, hablábamos de aspectos técnicos, como: «Este es el plano, métete en tu teléfono, busca que sea la mejor resolución que tenga tu teléfono». Cada uno lo hizo con su teléfono, en su casa, a sus tiempos. Algunos me decían: «A tal hora se duermen mis hijos entonces tengo un espacio», otros por las mañanas, cuando tienen la clase en el Zoom. Cada uno fue así, pero se grababan solos. Yo también quería que tuvieran ese momento de intimidad y de soledad con la cámara y después me enviaban el material. Generalmente conversábamos mucho, nos mandábamos eternos mensajes de audio o llamadas y ellos luego tenían chipe libre y me decían tres días después: «Lo hice, te mando el WeTransfer con el material». Yo lo veía, lo compartía con mi montajista, que estaba en Chile y a veces decía: «Estuvo muy bueno, hagamos una segunda toma». A veces había que esperar una semana, algunos me decían: «Mis hijos se van con el papá entonces tengo el próximo sábado disponible». Entonces íbamos armándola de a poquito, a medida que iban llegando las historias. Fue un privilegio, porque en otra situación es difícil tener este elenco disponible. Yo los llamo hoy día a todos y están haciendo películas, haciendo teatro, haciendo televisión, haciendo series, pero en este momento estábamos todos encerrados y con muchas ganas de hacer. El arte como resistencia, como resistencia personal, como de sobrevivencia de hacer y también de entregar. Para mí era súper importante que, más allá de que nos sirvieran a nosotros, que fuera terapéutico y fuera un «sacar», también entregar y que esas historias después, cuando terminemos la película, logren conectar con mucha gente y logren ayudar. Era importante que la película lograra una conexión con el público.

Pensando en que fue un trabajo desde los actores, me imagino que el gran desafío fue el montaje ¿Cómo fue pensado el montaje por extractos?

Fue algo que hablamos con el montajista desde el principio. No queríamos hacer una película episódica: una historia y luego otra, sino que queríamos que, a través de todas, se fueran construyendo Mensajes Privados. Rodrigo Saquel es un gran montajista, muy profundo también. Necesitaba a alguien que me ayudara a que la película tuviera un peso. Recibíamos monólogos de cuarenta minutos, de media hora, de veinte minutos y el trabajo era construir una película. No teníamos un guion, sino que nos iban llegando estos monólogos y había un trabajo muy bonito, que hicimos con Rodrigo, de construir una estructura, que nos fuera dejando en suspenso, en pregunta, que la historia fuera avanzando, pero también exigiéndole al espectador, que la fuera completando. Estoy muy orgulloso del trabajo que hicimos. La película se estrenó en Málaga, fue la primera vez que la película se muestra en un festival súper importante; ganó el mejor montaje, para Rodrigo Saquel, y también ganó el premio mejor actor para Nicolás Poblete. Fue un estreno increíble.

El montaje fue un desafío y creo que era el corazón de la película finalmente. Es una película que teníamos que ir construyéndola de la manera en que fuera entretenida, en que fuera profunda, en que fueran avanzando, pero fue algo que se fue dando con el material; era imposible preverlo antes.

¿Te sorprendió el resultado cuando ya viste todos los relatos, todos los videos que te fueron enviando? ¿Fue muy distinto a lo que tenías en mente?

Fue muy sorprendente, muy increíble lo que íbamos recibiendo. A medida que íbamos recibiendo los monólogos, nos íbamos dando cuenta de que teníamos un muy buen material. Más allá del montaje que pudiéramos hacer o del truco que se pudiera hacer, si no teníamos ese material, era imposible hacer un buen trabajo. En ese sentido, los actores se echaron la película al hombro realmente. Había muchísima responsabilidad y entraron en este juego. Yo se los propuse al principio, yo sabía que iba a hacer una película y que esto iba a terminar afortunadamente donde está terminando, que es en salas, pero también se las propuse como un ejercicio para dejar afuera presiones, como un taller de «vamos a grabarnos» «¿de qué quieres hablar tú?» o «hazte esta historia». Desde la experimentación fuimos llegando a lo que queríamos y ahí la historia. Fue muy loco, porque yo no tenía esta idea en mente, de querer hablar de familia, de cómo somos como padres, de cómo somos como hijos, cómo han sido nuestras relaciones, pero poco a poco las historias mismas se fueron amoldando y fuimos llegando a esos temas, sin haberlo pensando, orgánicamente. Tenía que ver con volver a lo importante, que fue lo que nos pasó en la pandemia, de estar todos muy separados, pero todos volviéndonos a conectar. En ese sentido, no es una película pandémica -yo no quería hablar de la pandemia, fue lo primero que les dije: «No quiero hablar de esto que estamos viviendo, de que lavamos las manzanas y que nos sacamos los zapatos y que nos duchamos cuando salimos a la calle y nos cambiamos toda la ropa…» pero sí del sentimiento, del volver a lo importante, eso era lo que me motivaba mucho.

Una de las cosas que mencionaste, es el premio que ganó Nicolás Poblete en Málaga, a propósito de que salió su historia personal y la vivencia de abuso con un tío, hubo toda una conversación que se generó en torno a esa temática ¿Cómo fue para ti el trabajo con él? ¿Cómo fue llegar a que él contara esta historia personal?

Fue súper bonito. Ya tenía la película avanzada; ya tenía varias historias, estaba montando y yo conocía esta historia. Soy amigo del Nico, me compartió esta historia, entonces yo le hice una invitación directamente a ver si quería estar en la película con esta historia, pensando en que tenía un 99% de posibilidades de que él me dijera que no y así se lo plantee también y lo voy a entender, pero Nico me dijo: «Es el mejor momento. Es lo que me toca hacer y usar esto para una obra de arte es lo que quiero hacer». Fue muy lindo, porque siento que es un regalo de él hacia la película y también siento que es un regalo de la película hacia él. Entonces no había más que decir, simplemente hablamos las cosas técnicas, del plano, la cámara y luego dijimos que iba a ser una sola toma, eso me lo pidió él y yo accedí, obviamente. Luego me mandó el material, que fue increíble, un material potentísimo, que simplemente hubo que ordenarlo en la película. Siento que fue un regalo. Me siento orgulloso de que el Nico haya ganado un premio en el festival tan importante como Málaga. Siento agradecimiento hacia él y hacia todos los que estuvieron en la película.

Previo a que se supiera que esta historia era real, uno podría ver la película y pensar que todas las historias son ficciones hasta que efectivamente él contó que esta historia la vivió y es real. ¿Qué crees que puede pasar con la audiencia?, A partir del relato de Nicolás, ¿Crees que los demás relatos parezcan reales?

Ahí está el misterio de la película. Tampoco yo quiero andar diciendo: “Sí, esta es la historia del actor” o “esta es una historia interpretada”. Yo creo que estamos en una dinámica de la película, que me parece interesante también. Da igual si es ficción o si es la real y ahí empieza el morbo, que es algo que pasa en Chile. Yo también me imaginaba qué pasaría con la película afuera y mucha gente que ha visto la película afuera, sin conocer las historias que les llegan, independiente si saben que es la historia del actor o la actriz o no. Yo siento que para mí lo más importante era que la película funcionara como tal, sin tener que decir esto es real. Creo que la película cumple con ponerte en el lugar de realidad. Cuando me tocaba que un actor estaba interpretando, hablábamos de la verdad. A Blanca Lewin le pasé una historia real, pero ella la interpreta. La conversación era más allá de una creación de personaje, ni nada era: «Quiero entender a esta mujer que voy a hacer, pero la historia va a pasar por mi como si fuera real». Había un código entre todos, de que estábamos haciendo algo que también era bastante autobiográfico o que pareciera autobiográfico, en el fondo.

¿Cómo ha sido todo este proceso de la película?

Ha sido bonito el proceso de la película, fue increíble. Agradecer también a los actores que se tiraron a la piscina, sin saber nada, ni cómo iba a ser, ni que había otras historias, de qué se trataban las otras historias. Todo fue desde la confianza, del «quiero estar», «sí, me interesa», «no sé cómo, pero bueno ayúdame tú». Sentí algo muy lindo cuando hay una inspiración y hay un trabajo, vamos para adelante y todo resultaba. Todos quisieron estar, y en ese sentido, siento agradecimiento. Logramos sacar algo increíble de lo duro y de lo difícil que estábamos viviendo.

La película está pronto a estrenarse el 26 de mayo, ¿Qué le dirías a la gente para que la vaya a ver? y ¿Qué expectativas tienes con este estreno?

Estoy muy contento con lo que está pasando con el boca a boca que ha habido, con la gente que está viendo la película. Confiamos mucho y por eso queremos mostrar la película, estamos haciendo muchas Avant Premiere, muchas funciones en distintos lados, porque creemos que la mejor promoción de la película va a ser el mismo boca a boca. Yo estoy agradecido de muchos comentarios de que la película emociona, de que la película conmueve, de que hace reflexionar. Yo me siento muy pagado, que en esta hora veinte que dura la película, la gente salga distinta de cómo entró a la sala o de cómo empezó a verla. Me parece hermoso, que deje algo que es volver al inicio de todo esto. Entreguemos algo en este momento, ocupemos esto loco que estamos viviendo, como inspiración y transformémoslo en algo que ayude.

Ficha Técnica

Título: Mensajes Privados

Género: Drama.

País: Chile.

Año: 2022.

Dirección: Matías Bize

Guion: Matías Bize, Nicolás Poblete, Néstor Cantillana, Vicenta Ndongo, Verónica Intile, (Me llamo) Sebastián

Elenco: Antonia Zegers, Nicolás Poblete, Néstor Cantillana, Vicenta Ndongo, Verónica Intile, Blanca Lewin, Alex Brendemühl, (Me llamo) Sebastián.

Montajista: Rodrigo Saquel

Diseño sonoro: Mauricio López

Música Original: (Me llamo) Sebastián, Rodrigo Jarque

Productores: Adrián Solar

Productora: Ceneca Producciones

Duración: 77 minutos

Idioma original: Español

Distribución: Market Chile

Estreno: 26 Mayo

 

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