Por Galia Bogolasky
Entrevistamos al director, dramaturgo y actor del ensamble Performer Persona Project que acaba de presentar su obra Barranco en el Festival Santiago Off en el Teatro Sidarte.
La obra se presenta frente a los espectadores como un ensayo abierto en donde lo prioritario es el flujo del actuante. Su estructura es fragmentada e intertextual, hay poesía, teoría, canto y literatura. El punto central es lo romo de la ejecución, lo tosco y la sencillez, los que está aún en proceso de formalización. Es una exploración sobre el cuerpo, la resonancia del sonido expresado en palabra y canto en el espacio vacío. Ha sido presentada en una casa abandonada del Cerro Alegre de Valparaíso, The Grotowski Institute de Wroclaw, Sala Teatralna de la Universidad Adam Mickiewizc de Poznan, y El espacio de Teatr 3.5 en Dzierzgon, Polonia.
Esto fue que lo Claudio Santana nos contó sobre este proceso teatral performativo.
Entiendo que la obra Barranco comenzó hace un par de años en base a un proceso personal y luego fue cambiando y ahora se presentó en el contexto Santiago Off, como un experimento teatral, o un proceso de trabajo en avance. ¿Cómo fue todo el proceso? ¿Cómo surgió la idea de crear este proyecto?
Es un momento super especial y sensible, el retorno a la presencialidad, volver a encontrarnos, en espacios teatrales, o espacios escénicos, creo que se evidencia, estamos en presencia, expectantes, compartiendo a través de este arte tan humano, que sería el arte del teatro o las artes escénicas en general.
El proceso de Barranco, comenzó por el 2019, y fue un proceso muy íntimo de recuperación de mi cuerpa y también de reencontrarme con mi oficio, porque a raíz de una lesión, tuve que estar acostado cuatro meses, sin hacer ningún tipo de esfuerzo y eso afecta en todos los niveles, desde el físico hasta ámbitos más internos. Cuando ya me dieron el alta y sentí que podía volver a moverme, mi cuerpo/mi cuerpa ya había cambiado. Cualquier persona que se mantiene en quietud y sin esfuerzo muscular, la transformación viene sí o sí. Un modo de recuperarme fue a través de lo que hago, de mi arte, del modo en que desarrollo este oficio. Fue ingresar poco a poco a una sala vacía donde trabajo muchas horas, que es la Universidad de Playa Ancha, en la carrera de Teatro, y reencontrarme con pequeños fragmentos de obras ya hechas antes, fragmentos de teorías que ya había trabajado antes, cantos, que sería la parte más fundamental en todo lo que es nuestro trabajo, en el Ensamble Performer Persona Project. A partir de ese calentamiento, reencuentro, restauración, surgieron otras ideas, otras propuestas desde lo que me estaba sucediendo en ese momento, novelas que me había leído en ese momento también y se empezó a armar una estructura de trabajo, algo que podemos recorrerla y nuevamente encontramos otros detalles que nos permiten encontrar respuestas al momento que estamos viviendo, que estoy viviendo, por qué estoy haciendo esto, por qué lo estoy haciendo así, etcétera. Felizmente, en ese momento también me habían invitado a viajar a Polonia, a hacer una conferencia, una demostración de trabajo. Por lo general, cuando viajamos con el Performer Persona Project, trabajamos de esa manera, invitamos a compartir un taller, una experiencia de nuestros procedimientos, y trabajar en lo que estamos ahora, una demostración. Así son nuestros elementos prácticos procedimentales y en esto estamos.
Se empezó a crear esta demostración de trabajo de 20-30 minutos, se alcanzó a presentar en Polonia, se alcanzó a presentar en Valparaíso donde resido, frente a un grupo pequeñito, 10 personas, en un espacio, como una casa, y hasta ahí llegamos, y vino la pandemia, se canceló, se pospuso Santiago Off, porque creí que era posible presentarlo, quedó en la programación, y muy contento. Se pospuso casi un año, hasta ahora y cuando se retomaron, volvimos y obviamente los tiempos han cambiado y volvimos con la perspectiva del ahora. Teníamos una estructura de 30 minutos, creció hasta 50 minutos y sabiendo que el lugar sería el Teatro Sidarte, un espacio teatral, una obra o un trabajo que no fue preparado para ser presentado en el teatro, nos propuso una nueva circunstancia.
Cuéntame cómo fue el proceso creativo para ti, siendo que es un monólogo que tú escribiste, que tú actúas, tú interpretas, y diriges. Es en torno a ti y a tu trabajo, ¿Cómo fue ese proceso creativo en todo este tiempo?
Es un proceso muy abierto y se desprende hacia todos los lugares que pueda ser. Responde a necesidades, responde a qué es lo que quiero, ¿Qué es lo que es lo que está pasando íntimamente justo ahora? Justo ahora siento necesidad de hablar del cuerpo, porque el cuerpo era el problema que tenía, hablar de la mente, que después de haber estado quieto, se cruza el estallido social, al final de 2019, es como un colapso, del modelo que nos rodea, en el cual vivimos. Luego lo ajusté a lo que estaba trabajando, que es como abrir varios libros al mismo tiempo. Nosotros en el Ensamble Performer Persona Project, por lo general estamos leyendo varios libros al mismo tiempo, desde teoría, novela, poesía y cantares, y haciendo entrenamientos. Es una búsqueda, no sé si es caótica, pero es pluridimensional, es como abrir varios libros. Vamos mirando y escaneando qué cosas nos van sirviendo. Para ser honesto y muy preciso, el texto es articulado a partir de varias teorías y poesía. Desde ahí saca un texto escénico formativo, un texto para ser dicho, un texto para ser hecho y se arma la composición o la estructura que vamos a presentar. Desde ese lugar, en cuanto a la teoría, tomamos obras de Edipo o el Coraje de la desesperanza, o La sociedad del cansancio, las poesías que son de Elliot o desde los cantos que son originales nuestros. Pero hay otros que son de recopilaciones, de una recopilación de Violeta Parra, el Canto a lo divino. Todo esto que se muestra, así como varias vertientes de un solo tronco o varias ramas, se reúnen en un solo lugar que es Barranco. El proceso es bien caótico, pero sabemos que es una sola raíz y luego llegamos al punto de tener que estructurarlo como si fuera cinematográfico, con un montaje; primera parte, segunda parte, tercera parte, cuarta parte, quinta parte y es lo que va pasando y cómo vas viajando o transcurriendo, ocurriendo y transitando tu estado, tu estado anímico, tu estado en el momento de hacer esto. Como no es representativo, al menos así lo planteamos, (cuando hablo en plural porque esto lo hablo mucho con Francesca Bono, lo converso mucho con Juan Pablo, que somos los mismos Performer Persona Project) Fueron las primeras exhibiciones que hicimos en una sala del Parque Cultural de Valparaíso. Les dije; compañeres, vengan a ver lo que estoy trabajando, tengo 10 minutos de trabajo. Se sientan y miran. ¿Qué les parece? Juan Pablo dijo: esto no es claro, pura artesanía actoral, y Fran me dice: el espacio no es claro acá, por qué estás haciendo esto. Nos hacemos ese tipo de preguntas, que son las mismas preguntas que yo les hago a ellos cuando trabajamos. Yo soy el director, son exactamente las mismas preguntas que se devuelven. A mí, como Claudio, como sujeto, mis respuestas pueden ser diferentes a las que Juan Pablo podría dar o Francesca podría dar también. Además, me estoy un poco dirigiendo el trabajo, en la búsqueda de sentido, porque tienen que hacer sentido para uno. Luego, uno en teoría va a ser sentido para un público y otra teoría que manejamos y hacia al final con Juan Pablo; si tú entras en flujo, en este trabajo de estructura, el público tendría que entrar en flujo contigo también. Así es el punto creativo. En esta última etapa cuando venimos a Santiago Off, me relacioné mucho con Giulio Ferretto, colaborador asiduo de la teoría, en la mirada del teatro, con más preguntas sobre lo mismo y con otros compañeros que nos acompañaron. ¿Cómo iluminar la sala del Teatro Sidarte? ¿Cómo iluminar un espacio vacío, donde no hay cambios escénicos? ¿Cómo iluminas un espacio vacío? Finalmente, en el Teatro Sidarte se cayó la luz en las dos funciones y decidimos el plan B, que era encender luz de sala si es que pasaba eso, porque tenían un problema eléctrico. A nosotros nos dio lo mismo y las dos veces se cayó la luz en distintos puntos de la obra. Quedó la estructura del teatro al descubierto y eso fue mágico, porque era la respuesta desde el teatro mismo, algo en el teatro, el espíritu en el teatro dijo: si chiquilles tanto que las neuronas hay exprimiéndose para iluminar, cuando la respuesta era en el teatro la estructura, los flúor que están arriba dan la estructura y eso es lo que necesitábamos todos.
Cuéntame cómo fue para ti elaborar este texto que tenía que ver con un tema súper personal, donde hiciste ese cruce entre el tema del estallido social, temas políticos, sociales. Todo bajo el concepto que trabajan ustedes que tiene que ver con la performance, ¿Cómo vas conjugando todos estos elementos?
Estaba en el trabajo de esta edición, entonces era lo más reciente. ¿Cómo se conjuga? Uno nota que lo que le pasa a uno como individuo también le pasa a otro o a otra. Uno nota que repente uno está en un tema y a veces se lo calla, pero si tú lo sacas y puedes permear, permearte con otras personas, la otra persona dice: a mí me pasa algo parecido. Yo creo que algo en la misma línea pasa con un trabajo. Yo tengo necesidad porque mi cuerpo lo siente, esta lesión proviene de un colapso, de una cosa crecida desde adentro hace, quizás, muchos años y de repente simplemente implosiona porque nos ha salido de otras maneras. Me empiezo a encontrar con teoría, desde la psicología y la filosofía, que hablan de un concepto que me gustó mucho, que es un infarto del alma o del cansancio social, como lo dicen otras teorías, la sociedad del cansancio y un cansancio que aísla. Tú te sientes cansado/cansada, pero como que no lo aceptas, porque siempre se puede más. Es un discurso que uno lo cruza, uno que vive en un mundo artístico, también uno cumple horario, cumple un trabajo, dónde consigue todos los recursos económicos para pagar el alquiler, la renta, cosas mucho más mundanas. Uno dice: siempre se puede más, siempre te puedes volver a tomar un café y continuar adelante, pero la cuerpa, si no la estás escuchando, te va a tirar al piso en cualquier momento, que es lo que me pasó a mí. No solo a mí, a muchas personas, tú notas que estamos como en un límite. Ahí está el modo de encontrarte, lo que me pasa a mí, no solo a mí, justo con el estallido tú dices; no son 30 pesos ni 30 años, te empiezas a dar cuenta de todos los discursos y nuestro sistema económico que tenemos impuesto, que es salvaje, en un sentido peyorativo si no, está muy bien. Eso que crece ahí sin un control humano, pero es un sistema corrosivo para la existencia. Yo creo que más personas van a estar de acuerdo, y por lo mismo nos levantamos y se salió a la calle, y con todo un costo humano, físico. Después tenemos el tema del olvido, que parece que pasó y ahora estamos nuevamente volviendo después de la pandemia, y hay impunidad, esas cosas que no se pueden obviar, nuestra memoria como país, como sociedad es muy frágil, y la memoria no solo es como nos acordarnos de las cosas, sino que los lugares de memoria. Barranco abre así, haciendo conciencia de los lugares donde estamos habitando y que pasaron la represión. Pasó por arriba de mucha gente directamente, personas que están ahora mutiladas o desaparecidas todavía. Barranco abre con ese discurso, luego el Barranco va cada vez más hacia dentro, hasta llegar a cómo nuestro interior no anda como debiera en su natural manifestación, sino que estamos respondiendo principalmente a un modelo que lo traemos heredado y eso nos puede llevar a ciertos colapsos psíquicos y físicos. También en nuestro país, nuestro Chile, aunque digan que somos uno de los países más felices del mundo, estamos bastante cocinados y cocinadas por dentro. Espero que esto pueda encontrar un punto de mayor equilibrio en nuestra convivencia. Ahí está el cruce, mirar un poco más hacia afuera, mirar lo que te pasa a ti, ser permeable a eso. Creo que ahí se ha logrado. Al menos los artistas, las personas que podemos manifestar esto, tenemos esta posibilidad y otras personas también tienen esa posibilidad, pero hay personas que no la tienen, y está siempre el colapso, al borde del cansancio y el aislamiento, de lo que se habla en Barranco.
Me llamó mucho la atención que cuando sucede lo del corte de luz, justo fue después de una frase que dices, sobre que pasan cosas inevitables, por eso el público pensaba que era parte de la obra. ¿Cómo lo interpretaste?
Cuando me preguntan cómo estuvo todo, respondo: mágico. Yo necesitaba iluminar el teatro y yo no tengo la expertise, pero prefiero hacerlo con otra persona, así yo me dedico a actuar. Hicimos todas nuestras pruebas de iluminación en otro lugar en Valparaíso, hasta que llegamos al teatro, nos unimos con el equipo técnico del teatro, un día de montaje técnico, probamos, decidimos, cambiamos algunas cosas. Lo más fantástico fue que el último día, vamos a presentar, yo ya me salgo, tengo que entrar a escena muy tranquilo, ojalá lo más conectado a tu cuerpo, al interior de tu mente, un flujo, que básicamente es lo que entendemos por performatividad, la conexión cuerpo-interioridad-mente y todo lo que te rodea es aceptado. Te trae siempre al lugar, a tu centro, pero estando solo, es un poquito más complicado, no veo a nadie. Al momento que iniciamos, evidentemente la luz del teatro hace unas pequeñas separaciones de escenas, hay luces brillantes en tus ojos, veo al público en la sombra, desenfocado, y cuando estamos trabajando, nos informan que hay un problema técnico en el teatro, que la luz se está cayendo. A nosotros no nos interesa mucho, porque nuestra obra, afortunadamente, no se sostiene en la luminosidad, no tenemos que hacer ningún cambio, siempre se ha sostenido en la acción, lo que hace el performer o el actuante. Tenemos el discurso que esto se puede hacer en cualquier lugar. Entonces si se corta, el plan B, es que tú vas detrás que está la luz de sala, nos encanta el plan B, como ya sabemos que no va a ser un problema, sino que quizá va a ser algo hermoso. Parte todo y en la primera función se fue al minuto 15, cuando estaba hablando de aceptar las cosas tal cual como son, o que la realidad no existe, porque no hay consecuencias, vamos al discurso de la conversación con el médico, la conversación con mi pareja del momento, en que la realidad no existe. No se puede hacer absolutamente nada, es un discurso de la obra, la tranquilidad, el Savasana, no hay nada que hacer, y continuamos. Inmediatamente yo percibí desde adentro, la cercanía, porque estamos en la misma luz, halo de luz del flúor, actuando. Eso permitió bajar tantas cosas de la representación, viene solo en realidad y fue fantástico, fue mágico. El teatro mismo dio la respuesta. El segundo día ya estábamos preparades, y el minuto fue un poco después, media hora, lo esperamos un poco y continuamos con el flujo común. Así que respondió solo el escenario, es mágico, uno está craneándose, pegándose en las paredes. La realidad de los astros, no tengo explicación, la tierra, la Pachamama, dice: esto no es necesario, no es necesario que llegue la luz, háganlo, así como lo tienen pensado Lo bello es que como está la luz mucho más arriba de la parrilla de luz, y los focos apagados, devela la arquitectura del teatro. Se cortaba naturalmente la luz porque están más cerca, entonces era hermoso, se ve el edificio del teatro, sin focos y eso fue maravilla. La esencia de otros trabajos, en el PPT Project es dejar todo en evidencia, estamos aquí, somos lo que somos aquí, cantando, en esta situación extraordinaria, estando, siendo permeables también, si lo permite la performance, podemos hasta cantar todos juntos.
¿De dónde viene el concepto Savasana?
Es un concepto del yoga, es la última posición, lo digo desde toda mi ignorancia, yo practico yoga, pero no soy un entendido cabal. El Savasana es la posición del cadáver, la posición del muerto, de la muerta, es la última asana después de hacer toda la secuencia. Te depositas en el piso, palmas arriba, los pies también se relajan, tú tienes que poner el pecho, para que se estire atrás también, hombros bajan, todo cae y todo se derrite como una mantequilla. Tienes que inspirar, te tienes que relajar, porque como has estado trabajando en la estructura de yoga, es una respiración precisa, en ese momento tú la relajas, y la mente también se relaja. Dicen que es la posición más difícil, tienes que estar por lo menos entre 15 a 20 minutos y ojalá más, solamente en esa posición, recibiendo el beneficio de la práctica anterior y no controlando nada, solo respirar y exhalar, observar esa respiración, Savasana; cerrar los ojitos, la posición del muerto o la muerte.
¿Por qué decidieron dejar el escenario vacío?
Partió con el escenario vacío, que es como nos gusta trabajar. Estamos en este momento como ensamble, que estamos trabajando en una investigación y una publicación sobre esto, que se llama La sobre simple práctica performativa. La palabra simple, sencillez, simplicidad, el solo lo necesario, que cruza todo nuestro trabajo, que son los 10 años que cumplimos el año pasado de Performer Persona Project. Solo es necesario las personas, el espacio entre las personas, un lugar, nada más. Desde ahí partimos esta investigación y el próximo año vamos a publicar un libro donde trae un mapeo, una sugerencia sobre metodología, donde vienen estos pensamientos y cómo ha sido aplicado, y cómo nuestros «modos» de hacerlo, qué le puede servir a otras personas también. Este trabajo partió con un escenario vacío, una persona que era yo y todo lo que sucede en ese espacio interno/externo. Cuando llegamos a mostrar la primera vez, puse una lamparita para iluminar solamente, en el piso, una mesita que sujetaba las hojas, que era el mismo texto que estaba trabajando y eso era todo. Cuando fui a Polonia, pedí también una lamparita porque pedí el espacio más pequeño que podrían tener, y las hojas firmadas, porque todavía estaba dentro de un ensayo abierto. Nada improvisado. Después en Gershwin, un lugar en Polonia, solo quedaron las hojas. Cuando llegamos al espacio del teatro, dije; vamos a poner una silla, porque está el espacio muy vacío. Traté de conseguir una silla plegable, una específica, no la encontré. Llegamos al espacio vacío. Las hojas son la obra, eso estoy trabajando, las hojas podrían ayudar a alguien de fuera a mirar el espacio de trabajo, el papel. Esa es la obra, y tú la estás desmontando acá, aunque no la mires. El texto de Barranco transcrito. La hoja quedó como único vestigio del proceso. Lo que tú ves en el espacio desocupado, solamente ocupamos papeles de hojas de carta que ya están escritas, apoyadas sobre el piso y el actor.
Prácticamente no necesitas ni luz ni escenografía, ¿No pensaron alguna vez hacerlo en formato online?
Lo pensamos, yo lo pensé, es algo que quería hacer e hice algunos intentos, al aire libre. Tuvimos una experiencia, de un proyecto con una compañía italiana que trabaja sobre la divina comedia, que van a salir pronto unas cápsulas en video. Escogí unas partes de poemas y lo único que quería era trabajar al aire libre. Nos fuimos a los acantilados en Valparaíso, con Andrés Hernández, que es director de teatro, tiene una especialidad bastante interesante con el video. Trabajamos con él y con Giulio en la asistencia de la dirección escénica. Propuse mi escena y nos fuimos a los acantilados, al amanecer, con la luz de amanecida. Esto fue un vigor de energía. También lo hicimos al anochecer, con el puerto de fondo, al borde del toque de queda, que era a las 22:00 horas. La idea era hacer fragmentos de Barranco en el cerro, que suceda en la naturaleza. Necesitaba naturaleza, fue la estructura que me recibió, una familia, un arte inclusivo y me llevaron al cerro. Fue difícil hacerlo para la cámara, porque solamente pude desarrollar algo de canto en la naturaleza, luego estaba muy relajado sobre la naturaleza, a todos nos transforma. La naturaleza tiene esa sanación, empecé a cantar. Hay que hacerlo cuando te viene de cántaro hacer algo, y que la cámara esté ahí para registrar ese proceso, que no sea para la cámara. Es la única prueba que pudimos haber hecho online, regístralo y la cámara registra el proceso que estás viviendo.
Finalmente esta obra se estrena en Santiago Off, de manera presencial, después de mucho tiempo de teatro online ¿Qué significa para ti estrenar esta obra en el contexto Santiago Off, presencial y reencontrarte con el público?
Estaba con harto temor. Yo no había tenido la experiencia de hacer teatro por zoom, habíamos hecho talleres mediante zoom para Performance Persona Project, trabajo en vivo, sensible, con la investigación de la simple práctica performativa. Hicimos tres laboratorios online, para investigar, para sacar ciertas conclusiones, probar ciertos procedimientos. Las clases las hago online y también el proceso que hicimos online con estudiantes de la Universidad de Playa Ancha. Barranco es una verborrea, es un flujo de palabras para que un cuerpo resuene en un canto, para mí es un canto y algunos silencios. Hay que estar muy ventilado para para apropiarte de este espacio gigante que era el Teatro Sidarte, una gran caja. Fue un contexto a tomar en cuenta, no era volver, así como as. Nosotros damos unos minutos en la obra a tomar conciencia de este encuentro y la esencia del teatro está en el encuentro. No hay más esencia, como abrimos, no es la reflexión, no es la dramaturgia, tampoco son las escenografías, lo esencial es el encuentro, aquí o donde sea, cuerpo a cuerpo presente, cuerpo a cuerpo persona, el espacio entre las personas, dar vida a ese espacio, ese vínculo, ese contacto, aunque no nos toquemos, hay contacto, eso es muy importante. Ahora se están abriendo los teatros acá en Santiago y en Valparaíso también. Tiene que haber una artesanía actoral precisa que posibilite esta restauración entre nosotros, y con el público, del rito, la ceremonia, la fiesta que es reunirse. Barranco ahora se va presentar en Valparaíso. He recibido algunas propuestas de espacios, se viene el festival Síntesis Teatral, vuelve a la Sala de Arte escénico o la Sala Negra, son propuestas de espacios no convencionales, y seguir elaborándolo, como actuante. Tiene una súper estructura, muy interesante de seguir manteniéndola en vida. Tenía una segunda parte que iba a desarrollar, pero no fue todavía ingresada, vamos a ver lo que pasa.
Hay otro fragmento teórico que era importante añadir sobre cómo se puede disponer quién merece vivir o morir, quien decide enfermarse o no, la separación de los enfermos y de los «sanos», la separación de los muertos y de los vivos, lo que el mercado y el modelo anuncia y lo da por sentado. Es como la pandemia, la gestión de la pandemia, quien decide, desde el Estado, cuántas miles de personas son necesarias que mueran. Está aceptado que las personas tienen que morir, es una cifra, entonces cuanto es aceptado y cuanto el Estado lo acepta. Lo mismo que cuantas personas vamos a aceptar que caigan mentalmente en otro estado y si el Estado se va a hacer cargo o no. Lo mismo con la salud mental en nuestro país, todos sentimos unas exigencias que te llevan un poquito más allá de tus posibilidades. Esa es una parte que había que agregar para terminar, de la gestión de la salud mental, la necro política, la psicopolítica, todo lo que nos afecta sin darnos cuenta, ya se nos permeó, si somos seres permeables, al fin y al cabo, aunque nos hagamos los duros y las duras. Esto no duele, las cosas nos tocan. La cuerpa es la que percibe todo igual, a través de su piel y nuestro ser interno, percibe las cosas y se van modificando nuestras conductas lentamente y nuestros afectos. En Barranco vamos a continuar con la estructura, encontrar otras realidades de mostrarse, de percibirse con las personas y tal vez lo creativo entra en esta otra etapa, lentamente en un cierto proceso.
Se viene la publicación del libro, hicimos un pequeño paréntesis, en Ensamble estoy saliendo del Barranco, retomamos la recopilación de bitácora, transcripción de bitácora, y entra la redacción del libro y la discusión completa. Es un libro donde yo soy el investigador principal, se recopila también la experiencia de Francesca Bono, de Juan Pablo Vásquez, Giulio Ferretto, como investigador, German Silva, que participó también en el laboratorio, y Valentín Santana en la parte didáctica.
¿Qué le podrías decir a la gente para invitar a ver la obra cuando la vuelvan a montar en una nueva temporada?
Es una propuesta muy abierta, que invita a participar como espectador o espectadora. Me acuerdo que alguien preguntó en el post función: ¿Qué esperas tú del público? Yo creo el público no viene completamente vacío, el público no viene completamente desnudo y despojado a ver un trabajo, viene con una historia. En cuanto reconozco a Barranco, creo que el espectador va a tener una cierta actividad de comprender y a hilar dentro de sí, toda esta posibilidad de apertura que se abre, este discurso mezclado, entremezclando, se separan y se vuelven a juntar, hay reiteraciones que vuelven a unir, es el actor que vive también, más un flujo vivo de entrar en este torbellino de palabras, sonidos, tanta resonancia, en un espacio vacío. Memoria, recuerdos, sucesión y además esta historia, lo que me pasó te lo cuento. Esta estructura pide un poco de apertura. No es una nueva forma, creo que no es tan corriente, me gusta pensar así. Me interesa mucho el trabajo en solitario, como tú te acompañas de muchos elementos. La invitación es a participar, a mirarlo con curiosidad, a mirarlo con apertura y al mismo tiempo, es a preguntarse, a preguntar desde el arte; ¿se puede hacer abstracciones en el teatro?, ¿se puede hacer una poesía, como un cadáver exquisito? ¿se puede hacer una mezcla de tantas cosas en un solo lugar que nos reúne? ¿El performance, el actor que te reúne en el espacio? La respuesta es siempre si, y nos interesan esta fisura. La invitación es a la participación activa. El tema es que se exponga este trabajo, voy creando, el vínculo con el público en persona, porque, tal vez podemos dialogar. Nos ha pasado con Performer Persona Project, cuando hemos salido a mostrar un trabajo cantado, el público también participa, canta, hace palmas, interviene, dialoga, tal vez podemos ampliar el círculo de acción, primero el performance, el espacio y segundo puede ser un participante.
Ficha Técnica
Obra: Barranco
Compañía: Performer Persona Project
Día y horario: 25 y 26 de septiembre a las 19:00 hrs.
Lugar: Teatro Sidarte
Dirección: Ernesto Pinto Lagarrigue 131, Recoleta
Valor: $3.000.-
Público: Mayores de 14
Duración: 30 minutos
Compra de Ticket: ticketplus.cl
Estilo: Performance
Página web Performance Persona Project
Vimeo de Performance Persona Project.
Instagram @claudiosantanaborquez
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