Por Victoria Bustos Arancibia
Rebecca Lenkiewicz es una destacada dramaturga y guionista británica que ha dejado una huella profunda en el panorama cultural, tanto en el teatro como en el cine. Reconocida por su innovadora visión narrativa y su capacidad para explorar temas complejos y emocionales, Lenkiewicz ha demostrado ser una creadora multifacética cuyo trabajo abarca desde obras teatrales premiadas, como Her Naked Skin (la primera obra de una mujer en ser representada en el escenario Olivier del Royal National Theatre) hasta guiones que han trascendido fronteras, como el aclamado film polaco Ida, galardonado con el Premio Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2015.
Con una carrera que combina la sensibilidad artística con un compromiso por abordar cuestiones humanas universales, Lenkiewicz continúa explorando nuevos territorios creativos.
Su más reciente proyecto, Hot Milk, marca su debut en la dirección cinematográfica. Ambientada en la soleada ciudad de Almería, en España, la película es un drama íntimo que entrelaza las historias de una madre y su hija en busca de sanación y auto descubrimiento, con un elenco internacional encabezado por Emma Mackey, Fiona Shaw y Vicky Krieps.
Conversamos con Rebecca Lenkiewicz sobre esta nueva etapa creativa, esto es lo que nos contó.
Después de una larga carrera como dramaturga y guionista, ¿Qué hizo que tomarás este paso hacia ser directora?
Yo quería estar con un filme de principio a fin. Amo escribir para el teatro y la pantalla. Es sólo la idea de la colaboración entre los directores de los departamentos y todos los actores… Yo realmente quería crear algo, porque cuando escribes un guion, es agradable escribirlo junto a alguien que lo va a dirigir porque así puedes sentir el tono que tomará y cómo va a ser, a veces cuando escribes un guion no sabes cómo va a ser porque es casi como una cita a ciegas con el director, pero sabía que me encantaría hacer algo yo misma.
Y cuando leí este libro me pidieron que lo adaptara, y me encontré diciendo que no lo adaptaría a menos que pueda dirigirlo, porque me sentí bastante territorial, era tan hermosamente femenino y podía ver las escenas, podía sentir la intimidad, y no quería que fuera malentendido, no quería que el tono fuera el de una comedia romántica o sobre chicas en bikinis en la playa. Sentí que era una historia profunda de la sensualidad femenina y el amor madre-hija, que entonces tenía que ser manejada con cuidado, así que sentí apasionadamente que quería hacerla. Amé el libro.
Me preguntaba si aprendiste algo de los directores con los que has trabajado que quizás lo hayas tomado para este proyecto.
Aprendí muchísimo de los directores con los que he trabajado. Desde mi primera película Ida (2013) con Paweł Pawlikowski, solo en términos de la escritura del guion ya se trataba de mantenerlo simple y hacerlo más simple, él era brillante para trabajar, y después lo ví cómo hizo la película desde nuestro guion, que era una criatura diferente al guion escrito, así que tan solo la libertad que estos directores con los que he trabajado emplean, como Sebastián Lelio, donde hay una manera muy libre de trabajar, muy artística en vez de sistemática o formulaica.
Entonces he aprendido mucho de ellos, y he recibido muchos consejos de amigos que son directores, sólo en términos prácticos, de cómo debería ir el día, porque no he pasado mucho tiempo en sets de grabación. Antes de está película había estado hasta tres días en un set. Así que fue mucho de ensayo y error, pero hay tanta preparación previa a llegar allí que sientes que ya estás dirigiendo de alguna manera, y está también el miedo cuando llegas allí, cuándo tienes a los actores, pero amo a los actores, así que fue una curva de aprendizaje increíble.
Has trabajado en varias historias sobre mujeres en el centro del relato, entonces ¿qué te hizo decir que Hot Milk sería la primera donde necesitarías tener este control desde el principio hasta el final?
Es un relato muy femenino, entonces me sentí muy territorial al respecto, yo solo pensé “hagámoslo”, hagámoslo como con un sentimiento amazónico de las mujeres, quienes pueden ser complejas, que son frágiles, fuertes, que pueden estar fracturadas pero hermosas, puede ser feo pero maravilloso, nada del tipo de un personaje bidimensional en realidad. Yo realmente quería meterme en su psiquis, y sabía que con las actrices que escogí sería muy emocionante porque su energía es increíble.
También has trabajado en varias adaptaciones desde piezas literarias, incluso en un reportaje una vez, She Said (2022). ¿Cómo lo haces con los diálogos? ¿Usas estrictamente lo del libro que estás adaptando o eres más libre al respecto?
Cualquier diálogo en un libro me es muy útil, como que lo extraigo y uso bastante de eso, pero también hay diálogo imaginado y creo que ése es necesario para más o menos fluir de alguna forma. Si estás demasiado apegada al libro entonces no puedes ir en tu propia corriente con esto. Entonces leo el libro y armo mi propio borrador, luego vuelvo al libro y tomo más detalles de allí, pero se trata un poco de una sinergía entre ambos. Creo que si soy demasiado fiel al libro entonces esas barreras se notan en la pantalla, es como que necesito tener algo de separación y el diálogo para mí es como la sangre que corre por un proyecto, así que tiene que haber algo de eso que sea imaginado.
¿Hay algo de Hot Milk que hayas pensado “esto no va a en ninguna parte de la película porque no va con la visión que tengo”? Puede ser un capítulo entero…
Hay mucho que fue eliminado. El libro tiene mucho más humor y el final es bastante diferente, sólo porque yo quería terminarla en una nota más dramática, y el libro sí termina de forma dramática pero es distinto, es que visualmente quería que termináramos en la noche más oscura. Además que sentí que el tono de la película probablemente debía ser más oscuro. El libro tiene unos maravillosos matices y es muy difícil trabajar con subtextos o con psicología en una película, entonces es muy distinto. Sí, cambió mucho, y después descubrí nuevas líneas narrativas en la película, como definir el pasado de Rose, la madre, pero aún creo que el espíritu del libro está allí.
Los libros de Deborah Levy son famosos por sus matices. Por otro lado, ¿Cómo fue trabajar directamente con las actrices que están interpretando lo que has escrito ahora desde el puesto de directora?
Fue simplemente fenomenal, Emma es increíble, ella está en prácticamente cada escena, tiene un acercamiento forense, toma notas sobre la temperatura emocional de su personaje aquí y allá. Fiona Shaw es una leyenda en el teatro y en la pantalla, y una alegría para trabajar. Y Vicki Krieps es la actriz más orgánica y una criatura maravillosa. Así que pusimos todo eso junto y obtuvimos una explosión de talento instintivo. Es decir, yo en realidad no les indiqué “di esto” o “haz aquello”, simplemente las dejé hacer lo que harían con el guion, y después encontraríamos el ritmo. De verdad que eran tan instintivas, tan increíbles entre ellas, amables y solidarias en escenas que podían ser algo brutales o incluso donde quedan expuestas, como las escenas íntimas o las peleas. Por ejemplo, la última toma de la cinta fue la segunda que grabaron juntas Emma y Fiona, y no tuvieron ningún ensayo como grupo así que todas estaban conectando en el set, pero además estaban tan preparadas y son de involucrarse tanto en las relaciones que deben construir que finalmente sale hermoso.
En la película podemos escuchar a una cantautora de nuestro país, Violeta Parra, tres veces, ¿Por qué se dio eso? Quedé sorprendida cuando la escuché…
Yo escuché la canción, estaba escuchando diferentes canciones para el film, para algunos fragmentos, y su voz me conmovió enormemente, y luego leí su historia, la cual es hermosa y trágica y yo sentí que ella era una fuerza increíble. Entonces me propuse investigarla y amé su trabajo, y pensé “pongamos su canción”, la cual para mi es como un himno a la alegría y al vivir, y cada vez que la escucho mi estómago y mi corazón se elevan. Luego hablé con Matthew Herbet, quien hizo la hermosa banda sonora para la película, sobre ponerla allí, y me cuenta “estoy trabajando con su nieta”, ¡él está trabajando con su nieta! Fue un lindo ciclo de Parra, fue una verdadera alegría que no solo tomé una decisión instintiva, sino que se convirtió en un círculo completo. Así que su espíritu está ahí, y Matthew está trabajando con su familia. Fue realmente hermoso.
De hecho, podemos escuchar dos de sus canciones, y una de ellas creo que va completamente en contra de lo que está ocurriendo con el personaje de Fiona. En Gracias a la vida ella está agradeciendo a la vida, mientras que Rose está pensando en dejar ir su vida
Sí, y yo sé lo que pasó con Violeta Parra, pero aún creo que es un himno de esperanza de alguna forma, por eso la escogí, porque va en contra de esta oscuridad, es una celebración del ser humano y creo que es una canción exquisita. Estoy muy feliz de que algo de Chile esté en el filme.
Fue dulce escucharlo…
Que bueno, me alegro. Son los detalles, los que llegan directo al corazón. Fue lindo descubrir a Violeta Parra, ella es sorprendente, absolutamente sorprendente, me alegra que esté en mi vida.
Ficha técnica
Título original: “Hot Milk”
Dirección: Rebecca Lenkiewicz
Guion: Rebecca Lenkiewicz. Novela: Deborah Levy
Fotografía: Christopher Blauvelt
Música: Matthew Herbert
Edición: Mark Towns
Producción: Bonnie Productions, Never Sleep Pictures, HanWay Films, Head Gear Films, Film Four
Reparto: Emma Mackey, Fiona Shaw, Vicky Krieps
Duración: 125 min.
Año: 2024
Género: Drama
País de Origen: Reino Unido
Estreno en la plataforma de MUBI Latinoamérica el 3 de julio de 2025