Por Victoria Bustos Arancibia
Haley Elizabeth Anderson es una cineasta que, con su más reciente obra, Tendaberry, nos invita a adentrarnos en el espacio personal de una figura más impersonal. La realizadora prefiere moverse en los bordes de la ficción y lo documental construyendo así el relato de la película, la cual pretende, al igual que los cortos que componen su filmografía hasta ahora, ser un ensayo audiovisual de la vida común y corriente en lugares igual de usuales y ordinarios.
Con este ojo lírico, Anderson se ha presentado en festivales de cine desde la creación de Pillars, su primera pequeña película, recibiendo premios y siendo mencionada como una de las “Nuevas caras del cine independiente” para el año 2025, por la Filmmaker Magazine.
Su largometraje debut, que tuvo su estreno internacional en la sección Next del Festival de Sundance 2024, sigue a Dakota, una joven de 23 años que navega las complejidades de la supervivencia en la vibrante y cruda Nueva York post-pandemia, sin una profesión u oficio establecido, la aspirante a cantautora se enfrenta a la precariedad y la soledad tras la partida de su novio a Ucrania por motivos de fuerza mayor.
Esto fue lo que conversamos con la artista.
Vi tu película Tendaberry, que ya se encuentra en la plataforma MUBI. La cinta estuvo en Sundance, y ahora en esta plataforma donde la gente puede visualizarla desde su casa. ¿Cómo ves la diferencia entre un festival y ahora que las personas puedan verla desde la intimidad de sus hogares?
Cuando el filme se presentó en Sundance, incluso si estuvo disponible la visualización en línea, aún así se sintió como que era sólo para la comunidad cinematográfica, no para todos. Para ser específica: sólo para la comunidad del cine estadounidense, no la comunidad del cine internacional. Entonces es maravilloso tenerla en MUBI y que personas de todo el mundo puedan verla. Creo que es bastante extraordinario y tampoco lo esperaba a esta altura. Justo antes de Sundance, estuvimos tratando de editarla y pudimos hacerla llegar a Sundance. Todo eso fue un viaje inesperado. Ha sido maravilloso tenerla en MUBI y que todos puedan verla.
La película combina diferentes formatos que van desde los 16 mm y los videos caseros familiares, ¿Qué crees que comunica eso a la gente que la verá justamente desde sus hogares?
Yo siempre quise hacer que la película o el mundo de la película se sintiera más grande. Una de las líneas que ella dice es algo como “¿Qué tengo que ver yo con cualquier cosa?”. Yo realmente quería expresar el lugar de una persona en medio de todas estas otras cosas, la historia y el tiempo. Creo que al principio de hacer la película nunca planeé tener los archivos audiovisuales ni la gran secuencia del final, nada de eso existía. El relato comenzó como una historia de múltiples personas, entonces tenía un sentimiento de ser más grande y de ser sobre más que sólo una persona, pero después decidimos que teníamos que definir más o menos el guion. Yo necesitaba algo para ilustrar ese sentimiento de ser realmente pequeña en medio del universo, y sentirse consciente de tu lugar en el mundo, de cómo tus problemas son nada comparado con todos los problemas de las personas a tu alrededor y cuál es tu lugar y responsabilidad al respecto. Los archivos y esas capas hablaban de eso y añadimos eso bastante tarde en el proceso.
Dakota es una actriz amateur ¿Cómo fue trabajar con ella, dirigirla en esta temática tan personal para ti?
Conocí a Dakota en 2018, en el metro, ella estaba cantando en el tren. Ella se acababa de mudar a Nueva York desde una zona del norte del estado. Entonces nos llevábamos conociendo por un par de años antes de que comenzaras a trabajar en esto. Estábamos constantemente hablando, mensajeándonos y pasando tiempo juntas, siempre estuvimos como en colaboración a través de la película. Si no estábamos conectadas por el teléfono, estábamos pasando el rato en Coney Island y conversando sobre el filme. Y hubo tantas cosas que cambiaron durante el curso de los tres años que estuvimos en producción. A veces ponía esas cosas en el guion, pero siempre le preguntaba a ella qué sentía, qué le acomodaba.
¿Fue como una asociación?
Sí, definitivamente fue como una asociación. Fue muy fácil trabajar con ella porque se sentía que ella era muy natural en la pantalla, es cantante, ella ya es una intérprete. Se ponía nerviosa, pero aunque haya sido una novata ella se ajusta muy naturalmente. Entonces fue muy fácil, no fue desafiante, pero fue agradable verla iniciar en un punto y después terminar en otro. Ella realmente creció durante el proceso, y fueron tres años, entonces cambió mucho en ese tiempo, yo cambié mucho. Fue genial verla florecer en la pantalla.
¿La película creció con ella? ¿Fuiste aprendiendo detalles que pudiste incorporar de eso en la película?
Sí, hubo varias cosas, como algunas de sus líneas. Hablamos todo el tiempo. Por ejemplo, lo de los coyotes ella lo había oído en el norte del Estado; ella se encontraba en Poughkeepsie a veces y me enviaba videos de allá. Muchas pequeñas cosas que el personaje hace, son de ella. Creo que la parte más ficcionalizada del filme son las tramas dramáticas, como todo lo que hace mal, obviamente el pololo, el bebé, todo eso es ficticio, pero hubo definitivamente detalles que los hablamos entre nosotras.
También tengo entendido que “tendaberry” es una referencia a un álbum de música. ¿Qué significa esa referencia para ti? ¿Esperas que la gente escuché el álbum junto con la película?
Hay un álbum musical y hay una canción en el disco que se llama New York Tendaberry de Laura Nyro. La película solía tener un título diferente, se llamaba Flotsam and Jetsam (un término marítimo del idioma inglés que hace referencia a cosas descartadas en el mar) porque se trataba de diferentes pedazos de la vida de las personas, pero justo al final notamos que esa no era la única película que llevaba ese título y que además ya no encaja con nuestra película, así que buscamos algo que se sintiera correcto, y yo me la pasaba escuchando a Laura Nyro, su música está muy relacionada a la ciudad. Ella es del Bronx, es una artista muy neoyorkina, y sus letras hablan de Nueva York a veces, y puedes caminar alrededor de la ciudad especialmente en el área debajo del puente Arizona, y yo estaría escuchando su música, entonces su música se siente muy conectada con el lugar en el que esto transcurre. “Tendaberry” es una palabra que ella creó para describir a la ciudad. Simplemente se sintió correcto para esta cinta y para lo que yo estaba tratando de decir. Y tuvimos la canción en los créditos finales pero no pudimos obtener los derechos a tiempo, pero si pones la canción, si la comienzas a escuchar cuando los créditos finales aparecen, se sincroniza con la imagen específica. Si la gente quiere hacer eso, lo pueden hacer.
…Podrían escucharla para sentir a la ciudad de Nueva York, que es casi como un personaje más en la película
Definitivamente queríamos que la ciudad fuera un personaje, que su departamento fuera un personaje. Los lugares eran muy importantes para mí, creo que es donde comencé a trabajar. Visualmente comenzamos con sentimientos que queríamos sentir aquí, pero cuando se trata de una historia… un lugar es muy importante, no sólo que sea Nueva York, es el sur de Brooklyn, y el sur de Brooklyn para mí es… desde el parque Prospect hacia el sur, hasta Coney Island, y hasta Fort Tilden, todo eso es el mundo de esta película. Entonces no quería que fuera sólo Nueva York entera. Es literal el sur de Brooklyn y esta parte de Brooklyn, porque he vivido en este vecindario por casi diez años y se siente como la parte que menos ha cambiado de la ciudad para mí, y yo sólo quería capturar eso en el filme, antes de que cambie. Y las cosas han cambiado desde entonces, como el paseo marítimo, como “Tatiana Grills” que ya no está ahí, aunque la original “Tatiana” está ahí pero ya está cambiando también. Quisimos capturarlo como un personaje, y luego quisimos capturarlo así como era en el momento que grabamos. Es un tipo de cápsula del tiempo.
¿Entonces la locación vino antes del guion? Como una inspiración
Fueron de la mano. Cuando empecé esto quería contar un montón de diferentes pequeñas historias alrededor de mi vecindario, porque, como ya había dicho, he vivido en esta calle por un largo tiempo, y alrededor de la Avenida Kings y la Avenida Ocean. Yo quería darles papeles a algunas personas que conozco por aquí y quería explorar pequeñas historias alrededor del vecindario. Entonces eso se convirtió en una inspiración para ello. Y después conocí a Dakota en mi camino a casa una noche, y ahí ella se volvió rápidamente parte de ese universo. La inspiración es el sur de Brooklyn y mi vecindario, Coney Island y la playa Brighton, esas comunidades y lo que ocurre cada día por acá.
Leí en alguna parte que tu trabajo ha sido influenciado por cineastas como Kieślowski (Krzysztof Kieślowski) y los hermanos Dardenne (Jean-Pierre y Luc Dardenne). ¿Qué elementos específicamente crees que te aportaron para esta película?
El decálogo (Dekalog, 1989) fue una gran inspiración cuando empecé, porque se iba a tratar de muchas personas diferentes viviendo en un edificio residencial, viviendo alrededor de Dakota, en su departamento o alrededor en el vecindario. Entonces eso fue una gran inspiración entrando a la producción, pero cuando la historia cambió, nuestro mayor “norte” fue Rosetta (1999) de los hermanos Dardenne.
Me encanta esa película
Sí, es una de mis películas favoritas. Está tan hábilmente hecha y la manera en que fue filmada… nosotros tratamos de filmar de esa forma en el principio, y era demasiado difícil porque no tuvimos tanto tiempo para ensayar como ellos probablemente sí lo tuvieron. Pero el personaje de Rosetta me interesaba mucho porque ella hace cosas muy cuestionables, y aún así la estás apoyando, ella es una personaje duro de entender, pero por alguna razón simpatizas con ella aunque ella esté peleando con garras. Ella hace algunas cosas cuestionables en esa historia, pero nos gustaba eso, seguir a alguien que a veces puede ser confuso, seguir a alguien que está tratando de sobrevivir y pelear cada día, es decir, de todas maneras es un poco diferente de Rosetta. Nosotros queríamos que hubiera un poquito de crecimiento al final. Pero Rosetta fue una gran… yo le llamo un “norte”, algo que observamos en términos de ritmo. Me encanta que sólo la veas a ella por casi toda la cinta, y me encanta cuando el filme es sólo el espacio de este personaje, y eso nos inspiró mucho.
Vivimos con ella, en su cara y en sus expresiones…
Exacto, es algo que se sintió muy inmediato, se siente muy presente. Como que nunca me gusta que estemos por delante de la protagonista para nada, me gusta cuando la audiencia va junto a ella durante el viaje, con ella. Y eso es algo que hablamos, que siempre nos inspiró, algo a lo que siempre volvíamos si alguna vez perdíamos el rumbo.
Este es tu primer largometraje. ¿Qué proyectos estás trabajando para el futuro? ¿Qué otras temáticas te gustaría trabajar?
Ésta es mi primera. Aunque se sintió como cuatro cortos cuando la hicimos. Mi siguiente largometraje, lo he estado trabajando por un largo tiempo, incluso antes que a ésta. La voy a filmar este verano, o al final del verano, pero es una “película de carretera”. También esa va a ser muy presente, también va a seguir a una protagonista femenina, una protagonista mujer, también es sobre sobrevivir, pérdidas, pero de una manera diferente, en un lugar distinto. Y también estoy trabajando en algunas otras, estoy escribiendo otras. Pero creo que mis historias por ahora siempre serán sobre el mundo de la clase trabajadora, seguir la vida de las personas, andar con ellas, ver cómo la gente sobrevive día a día en diferentes comunidades, de diferentes formas, entonces eso va a ser un hilo conductor. La siguiente es algo más como Sin techo ni ley (Sans toit ni loi, 1985) de Agnés Varda. Sin techo ni ley va a ser nuestro “norte” para la siguiente.
Dijiste que “se sintió como cuatro cortos”, ¿es de ahí de donde viene la idea de cuatro capítulos, cuatro estaciones del año?
Sí, yo quería ver visualmente, quería que Dakota tuviera esos cambios. Entonces si estas filmando durante 30 días de corrido o 20 días de corrido o 14 días de corrido… Yo quería ver el real cambio en un año, así que quisimos filmar durante un año completo, todas las estaciones, pero terminaron siendo tres años y entonces ella cambió demasiado, incluso más de lo que habría sido en sólo un año. Siempre dije que era como un año proverbial, que no era un año de verdad, que eran las estaciones de su vida. Supongo que puedes mirarlo de las dos formas. Pero se terminó sintiendo como hacer cuatro cortos, o cinco cortos, porque filmamos un poco un verano entremedio, y filmamos fuera de orden de alguna manera. Entonces los dos primeros capítulos se filmaron, después filmamos un poco en el verano, y luego esperamos, probablemente un año, y al final filmamos los últimos dos capítulos. Esa era la idea. Me gusta ver la transformación en el ambiente y en el personaje y me gusta que esas transformaciones sean reales, y Dakota realmente cambió en la vida real, así que fue como capturar un documental en algún sentido, capturando todo eso, pero la forma en que lo filmamos fue de a poco, porque no era como que tuviéramos que estar en el set por 30 días completos, eran como seis días a la vez, cinco días a la vez.
Y después tenemos esa última parte sobre el planeta Tierra, que ella es como la Tierra porque está cambiando con las estaciones…
Seguro. Yo quería que la gente tuviera un sentido de que ella era muy cercana a la naturaleza y cercana a esos cambios en la naturaleza, por eso es que puse la primera frase de la película, de Mary Oliver. Lo que amo de Mary Oliver es que siempre está hablando de la relación con la naturaleza y los cambios, así que esa fue una gran inspiración.
Ficha técnica
Título original: “Tendaberry”
Dirección: Haley Elizabeth Anderson
Guion: Haley Elizabeth Anderson
Reparto: Kota Johan, Yuri Pleskun
Fotografía: Matthew Ballard
Edición: Stephania Dulowski
País: Estados Unidos
Año: 2024
Duración: 73 minutos.
Género: Drama experimental
Disponible en la plataforma de MUBI Latinoamérica desde el 25 de abril